La cláusula suelo sigue dando que hablar y batallar. El proceso más gordo que hay ahora en marcha es el que en 2010 emprendió la asociación de consumidores Adicae.
El resultado es una macrodemanda judicial que representa a 15.000 afectados contra 101 bancos, que ahora sólo son 31 tras las fusiones y absorciones de unas y otras entidades.
Apenas quedan cinco excluidas: BBVA, Cajamar y Caixa Galicia, que ya fueron castigadas por el Tribunal Supremo el 9 de mayo de 2013 a retirar el suelo de todas sus hipotecas, más Banesto y Barclays, que voluntariamente dejaron de aplicarlo.
Los bancos que más suelos acumulan son Caixabank, Popular y el Sabadell, que serían económicamente también los más perjudicados si el suelo queda definitivamente suprimido de todos los préstamos. Supongo que CatalunyaCaixa quedará exento, ya que desde el 1 de julio ha eliminado el suelo de todas sus hipotecas.
La demanda ya está en el juzgado número 11 de lo Mercantil de Madrid, que recientemente ha decidido no admitir las pruebas ni los testigos presentados por la banca, dejando el asunto visto para sentencia sin que los bancos puedan aportar pruebas de que, según ellos, ningún cliente firmó engañado una hipoteca con cláusula suelo.
Los afectados esperan que se dicte sentencia antes de las vacaciones judiciales de agosto, si bien no se sabe cuándo ocurrirá ni hacia dónde se inclinará la balanza. Cuando el proceso termine, Adicae cree que se habrá anulado la cláusula suelo en todas las hipotecas de todos los bancos, quedando por fin erradicado este mal que todavía afecta a dos millones de familias; tres millones según el Estudio Hipotecario Nacional 2005-2015, que ha elaborado el despacho Martínez-Echevarria Abogados.
Este mal les supone un gasto extra de entre 180 € y 210 € al mes. Según la asociación, las 15.000 familias de la demanda han pagado 24.000 millones de euros de más desde 2009. La banca pilla cada mes entre 479 y 570 millones de euros por la cláusula suelo, lo que supone un gasto anual de entre 2.160 y los 4.520 euros al año por familia, según las condiciones de su hipoteca y el suelo firmado. O sea que pagan entre un 200% y un 426% más que si no tuvieran dicha cláusula.
Si recuperarán o no ese dinero todavía es una incógnita. Aunque es la pretensión de asociación y demandantes, es lo más difícil de conseguir, incluso judicialmente. El Tribunal Supremo reconoció el 22 de febrero de este año que el suelo es nulo en cualquier hipoteca siempre que se demuestre falta de transparencia en su contratación, y que cualquier afectado puede reclamar al banco lo pagado de más desde el 9 de mayo de 2013, pero no antes.
Si se consigue que todos los suelos sean anulados y que se devuelva el dinero a todo el mundo desde que empezaron a pagar de más, los bancos tendrán una merma del 30% en sus beneficios trimestrales. La media de la cláusula suelo actualmente es del 3,5%, lo que indica que hay familias que pagan el 2% y otras el 5%, con gran variedad de términos medios según la hipoteca.
Si el suelo desaparece de los préstamos de los millones de familias todavía pringados, la asociación estima que se evitarán 200.000 desahucios como consecuencia del impago de las hipotecas por las cuotas tan altas que impone la cláusula suelo. Se basa en que el 10% de los afectados no puede asumir las mensualidades mientras que otro alto porcentaje está al filo del impago.