El Banco de España, uno de los que más podría hacer y menos hace, al fin mueve un dedo para hacernos más comprensible el universo hipotecario.
Su genial idea, que hacía siglos que debería haber tenido, ha sido lanzar un manual gratuito que explica qué entraña firmar una hipoteca, qué pasa si no se paga y qué porras significan las palabras que rodean a este mundillo: TAE, tasación, amortización, comisión, tipo de interés…
Una guía nada amena para sobrevivir en esta jungla de locos sin perderte en manos del banco. Casi que te compensa preguntarle a la entidad, porque lo más probable es que el empleado que te esté atendiendo te lo explique más clarito, más en cristiano que estas 75 páginas ligeritas para leer este verano (o cuando te surja).
Pero, a ver: son cosas que ya deberías saber si quieres comprarte una casa con hipoteca. No sólo vale ir al banco a que te expliquen y te pongan al día porque no tienen interés en hacerlo, sólo en ganar dinero con tu préstamo.
Tampoco vale firmar sin saber o sin tenerlo todo 100% claro confiando en que Diosito proveerá, no tendré mala suerte, a mí no me colarán nada o ya saldré de ésta. Creéme, es más fácil burlar la seguridad de Alcatraz que devolver el piso al banco y saldar la deuda.
Estos conocimientos son súper básicos en la vida actual, en una sociedad en la que la mayoría sigue comprando pisos porque aún no nos chola tanto vivir de alquiler como poseer tres ladrillos a pachas con el banco.
Deberían aprenderse en casa y si no en el colegio. Para qué tanta raíz cuadrada de pi si luego te va a tocar despachar berenjenas en un mercado con el título de filología en la mochila. Mejor saber valerse por sí mismo en cosas que nos va a tocar vivir, como ir a un banco y negociar un préstamo hipotecario.
Para esto está genial la primera escuela popular que han creado en Valencia para enseñar economía doméstica. Hipotecas, pensiones, impuestos… Eso sí es nuestro día a día en la vida adulta y no la lista de los Reyes Go(r)dos o la dureza de los minerales. Están bien como cultura general, pero no me negarás que saber tratar con los bancos es aún más necesario.
Así que lo del Banco de España está bien, pero es insuficiente. Lo hacen por la sentencia del Tribunal Supremo contra las cláusulas suelo, que dice que son nulas si no se contrataron de forma transparente. Editar un manual poco entendible para profanos no es transparencia, es aparentar que enseñas algo cuando la mitad no se va a enterar ni en una segunda lectura. Eso es trampa.
Menudo “peñazo” de guía, dado que va dirigida a gente que no domina el tema podrían hacerla más gráfica y atractiva, como por ejemplo las guías que hace la CNMV, da la sensación de que la han hecho a desgana y por cumplir el expediente.
Para enseñar además de lo que se dice es importante como se dice y aquí el como está muy descuidado.
Ya no se estudian los Reyes Godos, aunque supongo que es un decir. No todo lo puede enseñar la escuela, y esto como otras cosas, las vas aprendiendo en función de lo que te suceda en la vida. A un chaval de 10 o 12 años esto no le sirve de nada: imagínate la terminología a aprender y demás cuestiones de procedimiento. Como un contenido puntual, lo entiendo, pero no como parte del curriculum escolar. Ya se encargan entidades como BBVA de preparar proyectos para escuelas que quieran trabajar actividades relacionadas con las cuentas corrientes o la gestión de la paga semanal.