Hace un año que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dijo que cualquier juez español puede parar un desahucio si considera que hay cláusulas abusivas en la hipoteca que se ha dejado de pagar y que, por tanto, ha ocasionado el desalojo del piso. Fue un gran avance.
Gracias al coraje y ganas de aplicar esto que han tenido algunos jueces, más de una familia no ha ido de patitas a la calle, ya sea porque el contrato de la hipoteca tenía cláusula suelo, intereses de demora demasiado altos u otros abusos varios de los que no siempre nos han informado en el momento de la firma o, si lo han hecho, no ha sido de forma clara y precisa.
Ahora, ante una nueva pregunta de un tribunal español, en este caso de Miranda de Ebro (Burgos), el Tribunal Europeo ha dicho que los jueces españoles pueden calificar ellos mismos de abusivas las cláusulas de cualquier contrato hipotecario, sin prejuzgar pero sin tampoco temblarles el pulso.
Para decidir si ha habido o no abusos en una hipoteca, los jueces deben tener en cuenta las circunstancias de la firma del contrato y estudiar bien sobre qué objeto se trata, en el caso de la hipoteca suele ser un piso pero también puede ser un local, un garaje, una segunda residencia…
Y ya con todos los datos en su mano, valorar si de verdad hubo abusos al firmar la hipoteca. El Tribunal Europeo también exige que un juez español pueda dejar sin efecto una cláusula, al considerarla abusiva, sin tener que recurrir a más procedimientos.
También se deben tener en cuenta las consecuencias de anular dicha cláusula, para que no perjudiquen al hipotecado, cosa que no suele ocurrir sino más bien al contrario.
Esto da más manga ancha y vía libre a los jueces españoles para mejorar contratos hipotecarios ya firmados y para eliminar cláusulas que, una vez estudiado a fondo el caso, se vea y se demuestre que sean abusivas y perjudiquen claramente a los clientes. También porque se hayan incorporado sin total conocimiento de los afectados, ya sea porque no lo sabían, porque no lo entendieron bien o porque no conocían los riesgos ni el alcance real de su inclusión en la hipoteca.
Ahora sólo falta que, de verdad, todos los jueces españoles le echen un par y hagan uso de esta posibilidad que les brinda la Justicia Europea, sin tener miedo a la reacción de la banca española.
Así ocurrió con el IRPH, en Septiembre de 2013 un juez de Collado-Villalba, Madrid, declaró nula una ejecución y paró el desahucio de una familia que tenía ese índice hipotecario, lo declaró cláusula abusiva, fue contra Banca Cívica, La Caixa, esa sentencia fue la que abrió el camino. Vamos a confiar en los jueces justos.