Hoy volvemos a hablar del seguro de vida. Después de que el otro día alucinamos con que cuesta hasta 4 veces más caro tramitarlo con el banco que con la aseguradora, ahora nos encontramos con que el Tribunal Supremo denuncia que algunos bancos pueden estar cometiendo un nuevo abuso.
Imagina que eres titular de una hipoteca y, muy a tu pesar, estiras la pata. Como se hereda todo, incluidas las deudas, tus herederos cogen la casa y también lo que quede por pagar de hipoteca.
Pero como ya no estás, el banco ejecuta la hipoteca sin esperar a que tus herederos cobren el seguro de vida para cancelar la deuda pendiente. ¿¿Eeeeeiiin?? Lo que lees.
El magistrado de la Sala Civil del Tribunal Supremo, Francisco Marín Castán, ha dicho en la Cumbre Española de la Confianza, en la que participó hace poco, que desde las Audiencias Provinciales les llegan multitud de casos en los que el banco ha obligado al cliente a firmar un seguro de vida con la hipoteca y, cuando llega la hora de utilizarlo, no espera a que los herederos lo cobren. Directamente ejecuta el préstamo e inicia el proceso de embargo de la vivienda.
Esto es a todas luces injusto y patético. Partiendo de la base de que el seguro de vida en la hipoteca nunca puede ser obligatorio, sólo opcional a cambio de conseguir un tipo de interés más barato, no se entiende que cuando llega la hora de cobrarlo, el banco no espere a que se realicen todos los trámites y los herederos lo cobren para saldar la deuda.
A ver… Si precisamente el banco insiste en firmarlo para asegurarse de que, te pase lo que te pase, ¡¡va a cobrar tu hipoteca!! O eso te dicen en la oficina cuando te lo ofrecen: que te sirve para ganar tranquilidad, porque ocurra lo que ocurra, el préstamo estará pagado.
Este magistrado del Tribunal Supremo ha pedido que se cambie la normativa para que cualquier juez pueda parar un embargo a la espera de que los beneficiarios del seguro de vida lo cobren. Así sienten los jueces que tienen que hacerlo y que debe ser, pero no saben qué hacer porque la Ley no les acompaña su buen juicio.
Actualmente un embargo se puede parar por varios motivos, como por ejemplo que la hipoteca contenga cláusulas abusivas, pero este abuso del seguro de vida de momento no se contempla entre estas causas.
El colmo es que las ejecuciones hipotecarias no se pueden recurrir ante el Tribunal Supremo, como sí ocurre con el resto de abusos hipotecarios, por lo que la Audiencia Provincial es lo más lejos que podría llegar un caso de estos si se denuncia.
Ha pasado algo parecido con el seguro de protección de pagos, que se suele contratar para asegurarse de que, te pase lo que te pase, el banco cobrará la deuda y no embargará el piso. Bien, pues se ha dado el caso de que una mujer se ha quedado totalmente inválida para trabajar y el banco le ha embargado la vivienda a pesar de tener este seguro.
Cuando quiso cobrarlo, la aseguradora le dijo que era el banco quien tenía que reclamar que se lo pagaran, puesto que es el beneficiario. Pero, aaaaahhhhh…. El banco no pide cobrarlo porque saca más pasta ejecutando la hipoteca, embargando la vivienda, subastándola y reclamando lo que queda por pagar de la deuda (porque lo que saca por el piso en la subasta no cubre lo que queda de hipoteca).
Es como un pacto entre caballeros deshonestos: el banco no reclama el cobro del seguro y la aseguradora pone trabas, excepto que lo reclame el banco, y así tampoco paga al cliente. Total… Como ambos son del mismo grupo o están en manos de los mismos dueños… El dinero se queda en casa. Un cachondeo.
Dentro de poco, el Gobierno llevará al Parlamento la reforma de la Ley Hipotecaria, un momento perfecto para incluir un apartado que impida que este abuso se siga produciendo impunemente, y que encima los jueces que quieran solucionarlo tengan las manos atadas. El colmo es que esto ya no lo reclaman sólo los propios afectados, ¡¡¡es el Tribunal Supremo el que se está quejando!!! Un Tribunal al que sabemos que le cuesta dar cera a la banca, así que cuando la da de esta forma es porque la cosa y el caso son sangrantes.