Seguro que a los que hayan revisado su cuota con el Euríbor de meses anteriores esta noticia les va a dar rabia, pero no tanta como a los que padezcan la cláusula suelo más en silencio que las hemorroides de las que hablan los anuncios de la tele.
Y es que lo del Euríbor, índice que marca lo que pagan de hipoteca el 95% de los españoles que tienen firmada una a interés variable, es un despipote total.
El susodicho ha cerrado septiembre en lo nunca visto de lo nunca visto, en el 0,740 %. Más bajo que en agosto, más que en julio, más que en junio, etc… Y más bajo que el precio del dinero, los tipos de interés que ahora mismo están en el 0,75%.
Para las familias que vean cómo el banco o la caja revisa la cuota de la hipoteca con este Euríbor, el ahorro mensual puede ser de 80 euros o más, llegando hasta los 1.000 euros al año. ¡Genial! Son ya 11 meses bajando y parece ser que a este descenso aún le queda más recorrido que a Torrente en las pantallas de cine y televisión de medio mundo.
Esto es como el circo, el Euríbor está cada mes “el más bajo todavía, señores”, ¿pero hasta dónde podrá durar esto de batir un récord histórico a la baja un mes tras otro? Los tipos de interés, de los que depende a cuánto está el Euríbor, los bajó el Banco Central Europeo (BCE) a principios de julio del 1% al 0,75% y ahí los mantiene.
Pero que el Euríbor ya esté más bajo que los tipos de interés sólo evidencia una cosa: los bancos dan por descontado que el BCE los bajará a primeros de este mes otra vez un 0,25% hasta dejarlos en el 0,50%.
Por eso lo más lógico parece que este indicador siga bajando hasta ese 0,50%, cifra en la que podría comerse las uvas de Nochevieja este año. Lo importante es que, con ello, los hipotecados con revisión anual durante los próximos meses y sin cláusula suelo se podrán beneficiar de una suculenta bajadita en lo que pagan de hipoteca.
En paralelo, se sigue sospechando que algunos bancos amañan la cifra que dan para calcular el Euríbor, como ya hizo Barclays Bank, y esto continúa investigándose con más interés del que ponía Sherlock Holmes en sus casos.
De momento no hay nada concluyente, así que cerremos los ojos y tirémonos por el tobogán de la alegría ante lo único que nos está haciendo ahorrar en estos días tan difíciles en los que Marianico el Recorto le ha cogido más afición a la tijera que Freddy Kruger.