El último grito para librarse de una hipoteca basura ya no es okupar un chalé o un piso del banco. Qué va… Esta estupenda opción ha sido desbancada por otra aún más descabellada y progre: ¡¡vivir en un contenedor de transporte marítimo convertido en vivienda!!
Si te han echado de casa o buscas una opción baratita con la que hacerle una peinenta al banco, aquí tienes la solución. Vivir en un contenedor marítimo es la mar de moderno y ecológico.
Cuando los contenedores ya no sirven para nada, los convierten en casas, que están ofreciendo a jóvenes, familias necesitadas, ecologistas en acción y aventureros sin remedio.
Es el colmo del reciclaje. Una cosa es reutilizar el aceite de freír, reciclar el papel, el cartón, el vidrio, los envases, reciclarse profesionalmente, incluso usar la caca de todos como abono, y otra muy distinta reciclar un contenedor en vivienda.
Estoy de acuerdo en reciclar, pero esto ya me parece que vivir en una lata de sardinas y comprarte un piso del tamaño de la caseta del perro va a convertirse en una realidad en tres dimensiones.
Estos chabolos se llaman Evobox y los comercializa una empresa llamada StreetBox. Juas, caja callejera, con lo fino que suena en inglés y luego ves que el nombre lo dice todo. Dicen que te sale un 20% más barato que otra vivienda y encima te ahorras el permiso de construcción. Pa qué, claro, si la puedes colocar en cualquier parte. Tanto es así que la puedes poner en un jardín o un patio en vez de poner el jardín o el patio en la casa.
Así podrás presumir de que no te adaptas a tu casa sino tu casa a ti. Como es modular, puedes colocarla como quieras y encima tienes una vivienda única, salvo que a otro fulano se le ocurra hacer lo mismo. Ah, y por si fuera poco, si no quieres que sea tu casa, pues te montas allí el cuarto de ensayo de la banda municipal, la casita de los findes, la sauna o el picadero con la querida. Una casa sin límites en la que la única frontera es tu imaginación.
Ya que miles de españoles andan con el agua al cuello por la hipoteca, y que muchos tienen hipotecas underwater, que pagan por pisos que ya no valen lo que cuestan y hacen agua por todas partes, al menos echemos pelillos a la mar y, ya que no nos podemos pagar un crucero, vayámonos a hacer puñetas con estilo marinero.
En vez de rebuscar en los contenedores de basura, hagamos del contenedor nuestra vida, nuestro hogar, nuestra solución habitacional, ese término tan bonito y tan hueco. Siempre había querido usarlo, aunque no sea la solución a nuestros problemas de vivienda.