Ahora que las elecciones municipales y autonómicas se acercan en casi todas las comunidades autónomas de España, los políticos tienen permiso para darnos la vara con sus (falsas) promesas electorales.
Cutremente, están aprovechándose de que nos cuesta pagar la hipoteca y nos preocupa que nos embarguen el piso y encima tengamos que seguir pagando al banco.
Por eso, en muchos municipios y comunidades están prometiendo que er sufrí se va acabá, si les votamos. ¿Tú les crees?
A cambio de que hipotequemos nuestro voto en las urnas el 22 de mayo, y haciendo gala de un asqueroso oportunismo que deja mucho que desear, los partidos juegan con nuestras necesidades y preocupaciones (paro, hipotecas, vivienda, economía, etc.) para basar en ellas sus programas electorales.
En la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que se presenta por el Partido Popular (PP), ha prometido que si se la vota otra vez como presi, realizará los cambios oportunos en la legislación para que los madrileños puedan saldar la hipoteca entregando el piso al banco.
Esto, que es lo que se conoce como dación en pago, es lo que llevamos meses pidiendo en todo el país, lo que muchos defienden y otros tantos atacan, lo que nadie pedía cuando no había tantos embargos, y lo que supuestamente están estudiando en la comisión que el Congreso español ha creado para guardar las apariencias de que quiere aniquilar los abusos hipotecarios.
Es curioso que ahora la Espe nos ponga a tiro el caramelito de la dación en pago, un arma de artillería pesada que no se molestó en activar cuando no había elecciones a la vista.
El PP dice que dependiendo del resultado del estudio de pega que está haciendo el Congreso, se plantearía incluirla en su programa nacional para las elecciones generales del año que viene. Curioso después de que, junto al PSOE, haya votado en varias ocasiones que NO habrá dación en pago para no perjudicar los resultados económicos de los bancos, y anda y que le den a nuestras economías.
La Espe propone que los bancos nos expliquen de forma clara y transparente qué vamos a firmar; que sepamos las responsabilidades que contraemos y qué tenemos que entregar al banco si al final no podemos devolverle el dinero.
La idea de la Espe es que solo respondamos con el piso y que, si tenemos que entregar algo más (otros bienes, un riñón, la pierna izquierda…), se trate de un préstamo personal y aparezca clarito y bien grande en el contrato que firmemos con el banco.
Lo mejor de todo es que esta mujer sabe y reconoce que no puede hacer nada para cambiar el Código Civil, ni la Ley Hipotecaria. Vamos, que se está aprovechando de nuestra necesidad (a veces ingenuidad), prometiendo algo que a todas luces no puede cumplir, por mucho que prometa exigir transparencia a los bancos.
A las asociaciones de consumidores, como es lógico, les ha parecido de perlas, pero aprovechan a recordar que esto tendría que ser para toda España, y de verdad, no de boquilla electoral. En el lado opuesto, los bancos, también de preveer, se niegan a que esto salga adelante con la excusa de siempre: no ganaríamos tanto dinero, bla, bla bla.
El PSOE contraataca en Madrid prometiendo que los parados podrán estar un año sin pagar la hipoteca.
Alguien da más, ¿señores?
Me parece increible que estos politicuchos jueguen con estas cosas, después de como esta el panorama. Esto es un tema que se debería de haber aclarado hace ya unos años; es decir, se debería saldar la hipoteca con la entrega del piso y no dar tanto la puñeta complicando la vida aún más a esas personas que encima tienen que perder su techo.
Todo esto es mezquino, no solo tienen la culpa los bancos. Sino los gobiernos que no les imponen leyes contundentes.
Esperemos que todo esto cambie y pronto.
Las hipotecas deberían ser como las pensiones, o sea, estar garantizadas por un pacto (como el Pacto de Toledo para las pensiones) para que no se juegue alegremente con ellas y estar garantizadas. Vamos, que si quieres, puedas acceder a una vivienda y solo con sorteos cutres de VPO o con tu imaginación.
Lo ideal sería no tener que hipotecarse tanto, pero eso ya es soñar en una segunda dimensión.
Son tan cutres que Esperanza ha tenido que retractarse, confesar que no tiene competencias para cambiar nada y eliminar de forma fulminante de su programa electoral esta falsa promesa.
¡Con la vivienda no se juega!