Que el conflicto catalán por una posible declaración unilateral de independencia de esta comunidad autónoma está trayendo problemas a la economía de la zona es un hecho.
Cada día se van unas 150 empresas, en total ya van más de 800. Empezaron por marcharse las más grandes, los bancos, las energéticas, luego las emblemáticas y ahora ya son las pequeñas y medianas (pymes), las que trasladan su sede social por goteo.
Pero la cosa no queda ahí, las hipotecas y la compraventa de viviendas también están ya afectadas. Si tienes pensado comprar una vivienda con hipoteca en Cataluña quizá te encuentres con que el banco no te quiere dar el préstamo hasta que la incertidumbre se disperse o el conflicto se solucione. O quizá sí te lo da, peeeeroooo endureciendo las condiciones, osea con mayores exigencias o peores intereses.
Ante una situación tan delicada, con tanta duda, la banca se ha vuelto más conservadora, hasta tal punto de no dar hipotecas que ya se había pactado que se iban a firmar, algunas con fecha en la notaría y todo. Si Cataluña se declarara independiente, estaría fuera del euro y de la Unión Europea, tendría fronteras y aranceles para comerciar.
La banca no quiere dar ahora un préstamo en euros y que, en un tiempo, la moneda oficial sea otra, más floja que el euro porque es nueva. No quieren pagar por más problemas, bastante tienen ya con la cláusula suelo, las multidivisa, el IRPH, los gastos de la hipoteca, etcétera. La banca también tiene miedo a que esta tensión, o la independencia, empobrezcan la zona, la gente se quede sin empleo y tenga problemas para devolver los préstamos.
A pesar de que tradicionalmente se han arriesgado mucho poniendo cláusulas abusivas que luego están teniendo que quitar, la banca no quiere problemas, sólo ganar dinero tranquilamente, y ahora Cataluña no es una región tranquila, políticamente hablando, así que tampoco lo es económicamente.
Pero todo esto no es nuevo. Antes del cuestionado referéndum del 1 de octubre, la compraventa de vivienda en Cataluña había bajo considerablemente en septiembre por los mismos motivos: la tensión y la incertidumbre. Cuanto más duren, peor se pondrá la cosa para comprar, vender o hipotecar una casa en la región.
De momento, si te lo puedes permitir, lo mejor es esperar a ver qué pasa y ver cómo se resuelve. Pues encontrarás que el banco no te quiere prestar un duro, o bien verás que si lo hace va a ser mucho más exigente con los requisitos, con lo que mucha más gente se quedará fuera. ¿Y si al final fuera otro país? Movida total.
Los precios de las viviendas aún pueden cambiar. Por el momento, tras años de éxito total, ha caído mucho la venta de casas de lujo: la gente se va a otro lado a comprarse el megachabolo. Si la región se declarara independiente, todas las casas se devaluarían un montón (bajarían su precio de golpe).
Las hipotecas ya firmadas supongo que se seguirían pagando a los bancos con los que se tuvieran y que seguirían en euros, pues no se pueden modificar las condiciones sin notario ni nuevo contrato de por medio, en el que estén de acuerdo ambas partes. Pero serían hipotecas con bancos extranjeros, en monedas extranjeras y eso complicaría la cosa.
Que pena todo lo que esta sucediendo…
Sí, se está dejando notar y verás después de hoy que ya han declarado formalmente la independiencia de forma unilateral… El otro día decía el presidente de una asociación de empresarios catalanes que las consecuencias se verán también a largo plazo porque parte de esas empresas que se van, o muchas, no volverán, y que la región se empobrecerá seguramente como pasó con Quebec hace unos años.
Lo mismo podrá pasar con viviendas e hipotecas si la cosa no se estabiliza