Por el interés murió Andrés. Ya sé que no es así el refrán, pero como sigamos de esta guisa lo será, y más pronto que tarde. Morirá un Andrés cualquiera, moriremos todos en el intento de pagar la hipoteca al banco.
El pasado mes de julio, el interés medio que pagamos por las hipotecas se ha puesto en su nivel más alto desde marzo de 2009. Ahora los bancos nos cobran el dinero prestado para comprar el piso nada más y nada menos que con un interés medio del 3,58%, según el Banco de España.
Una barbaridad que no podemos permitirnos sin haber salido todavía de la crisis. La mundial, la española, la de nuestra empresa, la del fútbol, la de la parienta, la de los cuarenta… Vivimos rodeados de crisis. ¡Juas!
Los intereses que pagamos por las hipotecas no han dejado de subir en los 13 últimos meses, desde que empezaran a tirar parriba en julio del año pasado.
Cada vez hay menos hipotecas y cada vez son más caras. Hoy por hoy es más fácil ver un gamusino que un banco financiando la compra de una vivienda, según también el Banco de España.
Ya sé que no te parece ninguna novedad oírlo, porque esto ya lo sabemos, lo vemos, lo oímos, lo vivimos sucursal tras sucursal en nuestras propias carnes. Lo que sí es un logro es que lo reconozca el Banco de España, y además con cifras oficiales. Es que no tiene otra: o miente o dice la verdad publicando estas cosas.
El crédito que nos dan para la compra del piso ha bajado un 47,3% del verano pasado a éste. Solo en julio, los bancos han reducido el dinero para hipotecas un 9,4%. Nos dan la mitad de hipotecas que antes, pero con intereses más caros que hace un año, y que tienen pinta de todo menos de empezar a bajar, ¿alguien sabe cómo vamos a poder pagarlas? ¿Conocéis algún mago que sea bueno?
Tal vez viviremos una nueva crisis sin haber salido de ésta, porque al paso que vamos, con casas que no valen lo que pagamos por ellas, con trabajos que nos pagan menos de lo que hacemos y con los bancos siempre mirando qué céntimo nos pueden sacar de la cartera, lo vamos a tener difícil. Pos eso, que vivimos rodeados de crisis y que si nos las quitan lo mismo hasta se nos hace raro.
¡Aquí no hay quien viva y no hay quien pague!