Cuando te planteas la compra de un piso, hay que tener en cuenta otros gastos además de la hipoteca, que te vendrá mes a mes con sus correspondientes intereses.
Por un lado, la vinculación que pide el banco para darte un diferencial más bajo. A veces interesa atarse y a veces no. Es cuestión de ver qué te exige a cambio de rebajar algo los intereses y si, calculadora en mano, la cosa compensa económicamente.
Según una encuesta de pisos.com, la mayoría de la gente (casi 70%) tuvo que domicilar la nómina y los recibos, firmar seguros de hogar y vida y un plan de pensiones para obtener la hipoteca. Sorprende que sólo el 3% de los encuestados afirma no haber contratado nada.
Somos bastaste sumisos con los requisitos del banco, teniendo en cuenta que lo único realmente obligatorio al suscribir una hipoteca es tener un seguro de incendios que viene dentro del seguro de hogar. En general nos conformamos con lo que nos piden y no nos atrevemos a negociar con la entidad ni a pedirle mejoras en la hipoteca.
De toda la vida, quien no llora no mama, y sorprende ver cómo se pueden cambiar cosas de la hipoteca hablando con el banco. En estos tiempos, más que nada, funciona tener ahorros, un perfil económico solvente y un trabajo antiguo y estable. Obvio también es estar bien informado/a y mostrarse con seguridad.
Los gastos asociados a la compraventa del piso son desproporcionados, al menos para el 78% de los preguntados por pisos.com. Es de cajón: que si un 10% de lo que vale la casa en gastos de compraventa (notario, tasación, registro de la propiedad, impuestos…), que encima en muchos casos no puedes elegir tú ni quién lo hace sino que te lo impone el banco; más la vinculación que firmas (seguros, tarjetas, otros productos…), más la comisión de estudio y apertura del préstamo que cobran algunas entidades.
Por eso, antes de comprar una casa con hipoteca tienes que asegurarte de que podrás hacer frente no sólo al 20% del precio del piso, pues el banco no suele prestar más del 80% si no es para viviendas de su stock, sino también a un montón de gastos asociados que se pagan al principio, más lo que cada año soltarás en vinculación para bajar el diferencial.
Es por esto que las hipotecas que ahora se ven a Euríbor + 1% no compensan. Tienen los diferenciales más bajos, sí, pero también las ataduras más exigentes, que al final encarecen tanto el préstamo que más te vale tener un diferencial más alto y menos compromisos económicos durante tantísimos años. ING, Uno-e y Bankinter son buenos ejemplos de diferenciales un poco más altos, pero vinculaciones más bajas que te dejan respirar.