El Euríbor va cuesta abajo y sin frenos, dando bastantes alegrías a quienes tengan revisión con sus cifras de julio (-0,283%) o agosto (-0,356%). Unos nuevos mínimos históricos que nos dejan con la boca abierta y que aún caerán más en los próximos meses, mínimo hasta el -0,50%.
Desde que en febrero marcara el -0,108% (cifra más alta de los últimos dos años), ha ido bajando, contra todo pronóstico, de manera cada vez más brusca, hasta caer un 31% en sólo dos meses.
Esta caída nunca vista y tan brusca se debe a que la banca da por sentado que el Banco Central Europeo (BCE) bajará los tipos de interés en breve. Tan en breve que podría anunciarlo en la reunión de este jueves 12, la penúltima en la que estará su actual presidente, Mario Draghi, o en las próximas hasta fin de año.
Los tipos de interés son el precio que se cobra a los bancos por obtener el dinero y llevan más de 3 años en el 0%. Será histórico ya que nunca ha estado en negativo, pero no es de extrañar que lo hagan porque se avecina otra crisis y la economía no se ha terminado de recuperar de la que se desató hace casi 12 años. Por eso los tipos están como están…
Bajándolos se pretende recuperar la economía europea. De rebote los hipotecados tendremos asegurada una larga temporada más de Euríbor extraordinariamente bajo, si bien a principios del año que viene se quiere poner en marcha una nueva forma de calcularlo que podría subir sus cifras.
Se quiere calcular sobre los intereses a los que las banca concede las hipotecas en lugar de sobre las meras estimaciones que se utilizan ahora. Oh, sí, el Euríbor ahora es más ficticio que las series de la tele que tanto están de moda, pero nos hace menos daño que si fuera real.
La EMMI, institución europea que lleva más de 3 años intentando ponerlo en marcha, aún no lo ha hecho porque sube bastante la cotización de forma repentina (en plan 150 euros más cara la cuota al mes). Y como no se quiere causar semejante impacto negativo en nuestras economías domésticas, están todavía haciendo pruebas y yo creo que al final no lo cambiarán.
Ante semejante panorama están pasando dos cosas. Una es que parte de la banca está como loca comiéndole la cabeza a los nuevos clientes para que firmen a tipo fijo en vez de variable. Así se aseguran ganancias constantes todos los meses, aunque el Euríbor siga cayendo. Cuanto más baje más se desatará una guerra de precios en el tipo fijo, así que no descartes ver ofertas bastante agresivas y desesperadas durante el próximo otoño.
Tanto que seguramente en 2020 la banca tendrá que reactivar las ofertas a tipo variable, bajando los diferenciales del 0,89% actual cuando vea que con el tipo fijo no logra captar todos los nuevos clientes que necesita. Y eso que ahora lo tiene menos difícil porque la nueva ley hipotecaria abarata bastante los costes de cambiar la hipoteca de banco (lo que técnicamente se conoce como subrogación).
La otra cosa destacable es que puede que las nuevas hipotecas tiendan a incluir cada vez más cláusulas cero. Así el banco se asegura de que, esté como esté el Euríbor, no te paga intereses y, en muchos casos, que no te cobra menos del diferencial. Con el Euríbor en el -0,356% de agosto, las hipotecas con diferenciales hasta el 0,35% están saliéndole gratis a sus titulares porque sólo devuelven el capital prestado, sin intereses.
Hipotecas gratis que la banca quiere evitar en el futuro a toda costa, por no hablar de las que ahora deberían salirle a pagar. Me refiero a esas cuyo diferencial está por debajo del 0,35%, que las hay… Ésas que en los años anteriores a la crisis se lanzaron para competir a ver quién bajaba más el diferencial, llegando hasta el récord del 0,17% de la Hipoteca Rompedora de Deutsche Bank en 2008.
Los bufetes de abogados ya ven venir una nueva oleada de demandas porque los bancos no están pagando intereses a quienes tienen hipotecas en las que el Euríbor más el diferencial sale una cifra negativa. La patronal bancaria ya dijo que hacerlo sería “un contrasentido y un sindios”, pero la polémica está servida y promete ser el nuevo frente judicial que le meta a la banca una nueva piedra en el zapato. Normal que cuando todo lo que se monta es un circo, crezcan los enanos…