Verde que te quiero verde, verde hipoteca, verde casa…
Ahora que estamos en plena Cumbre del Clima, que se ha tenido que organizar en Madrid en tiempo récord por los disturbios en Chile, es buen momento para hablar de las Hipotecas Verdes.
Aunque todavía son minoritarias en España, existen. Cuando la Unión Europea regule tanto la construcción y reforma de viviendas como las hipotecas verdes, habrá más ofertas y se contratarán más, quizá en 10 o 15 años.
Una hipoteca verde es aquella que se basa en la sostenibilidad energética de la vivienda que te vas a comprar, o sea que en vez de rebajarte el diferencial porque contratas seguros y otros productos asociados a la hipoteca, te lo rebajan porque la casa sea eficiente a nivel energético; ya sea porque te la compras nueva así o porque inviertes pasta en una casa antigua para mejorar su gasto de energía en al menos un 30%.
Sabemos que, desde hace unos años, es obligatorio entregar un certificado de eficiencia energética de la casa cuando la vas a vender, lo que te lleva a gastar de 60 euros en adelante en que venga un arquitecto técnico a estudiar la vivienda y decir qué calificación tiene según las ventanas, la calefacción, el aire acondicionado y otras cosas de este estilo, y cómo se puede mejorar. Un informe que el vendedor no suele leer, ni reformar la vivienda, y que es más un postureo y un negocio para dar trabajo a los arquitectos técnicos tras la crisis de 2008.
En el caso de la hipoteca verde, ese informe es fundamental porque determinará cuál será el diferencial que vas a pagar por la hipoteca, ya que va en función de la calificación energética (A, B, C, D, E, F o G) que obtenga la vivienda, siendo la A la más eficiente y la G la menos. Si te vas a comprar una casa nueva lo tendrás más fácil, porque algunas se hacen ya con placas solares y teniendo en cuenta que energéticamente sean sostenibles.
A partir de 2021 todos los edificios que se construyan deberán tener una etiqueta de consumo casi nulo, aunque si optas por una vivienda antigua también te vendrá bien que los anteriores propietarios hayan invertido dinero en mejorar estos aspectos de la casa o invertir tú.
El banco de las hipotecas verdes por excelencia en España es Triodos Bank, que nació en 1980 en los Países Bajos y llegó a España hace 20 años. Este tipo de hipotecas empezaron aquí en 2013 y ya se han firmado 1.684 hipotecas verdes de las 12.000 que lleva en Europa.
Su préstamo consiste en un tipo fijo del 2,25% durante el primer año y medio, pasando después a Euríbor más un diferencial que depende de la calificación energética de la vivienda. Si la casa tiene la nota más alta (A+) el diferencial es del 1,05% y si es la más baja (G) el diferencial sube hasta el 1,29%; entre medias, el resto de opciones. Pero no es todo lo que pide: este diferencial también depende de que contrates un seguro de vida, uno de hogar y una cuenta Triodos por la que te cobra 3 euros al mes.
Aun así no está mal de precio, se sitúa por debajo del coste medio de las hipotecas en España, que en septiembre fue del 2,25%, pero tampoco es de las más baratas, ya que es posible encontrar préstamos mucho más bajos y con igual o menor vinculación, sobre todo online.
Aunque aún no está bien regulado y tendremos que esperar a que la Unión Europea dé un gran impulso a las viviendas verdes, en España hay otros bancos que se han subido al carro eco. Cajamar tiene una hipoteca verde que te rebaja un 0,05% el diferencial si la vivienda tiene una buena calificación energética. Y hasta aquí llega la oferta como tal.
Luego están Bankia, Santander y BBVA, que tienen ofertas puntuales. Bankia ofrece préstamos más baratos para reformar las viviendas en tema energético, como por ejemplo instalar paneles solares. Cobra un 4,65% de interés, pero es un préstamo, no una hipoteca. BBVA te mejora las condiciones del préstamo autopromotor si la casa que te haces cuenta con una alta eficiencia energética.
Por su parte el Santander te rebaja un 0,10% extra en el diferencial de su Hipoteca Variable si la vivienda es A o A+, algo que hoy en día es muy difícil de lograr porque este tipo de construcciones escasean. Por eso y por la poca oferta, habrá que esperar a que dentro de unos años se dé un gran impulso al sector regulando tanto la construcción y reforma de viviendas para que sean verdes, como las propias hipotecas que premian este tipo de cosas.