La mayoría de las hipotecas actuales ofrecen un seguro de vida entre la vinculación que debes asumir para bajar el diferencial o el tipo fijo. Solamente Bankia, que ha lanzado una política agresiva sin comisiones ni vinculación, pide ahora mismo sólo un seguro de hogar para dar Euríbor + 1,20% con un interés fijo el primer año del 1,20%.
El resto, suele coaccionar -como mínimo- a domiciliar los ingresos, usar la tarjeta y contratar seguros de hogar y vida para obtener un descuento (bonificación) en el interés del préstamo.
Así la entidad te ata más y continúa ganando dinero, ya que las aseguradoras son suyas. Sin embargo, no es obligatorio que firmes con sus compañías. Es válido un seguro firmado con otra empresa siempre que aparezca vinculado al número de préstamo y que los derechos sean a favor del banco.
El seguro de vida es, por tanto, opcional. Pero interesa firmarlo porque, al tener una deuda tan grande, si te pasa algo, el préstamo queda totalmente pagado y un marrón menos para tus herederos, que suelen ser seres muy queridos.
El coste (llamado prima) se calcula en función de varias cosas: edad, sexo, profesión, lugar de residencia, hábitos de vida y salud general. Aunque puedes tener un seguro para cada titular del préstamo, no te pueden obligar a que así sea. Si necesitas ahorrar, con firmar uno solo es suficiente. En caso de que en el hogar sólo trabaje una persona, debe ser titular, ya que si fallece deja de aportar la nómina y el resto de la familia debe quedar cubierta.
Hay entidades o hipotecas que sólo piden que firmes el seguro de vida el primer año, mientras que otras lo exigen durante toda la duración del préstamo. De lo contrario, en cuanto detecten que no está aumentan el diferencial. Ahí también debes calcular si quieres un seguro de vida y cuánto te supone al año de gasto y de ahorro respecto a no tenerlo.
Un aspecto muy importante y muy desconocido es que, en caso de mantener el seguro año tras año, debe actualizarse según la cantidad pendiente de pago que te queda de hipoteca. Por ejemplo, si el primer año firmaste un préstamo de 100.000 euros y pasados esos primeros 12 meses ha bajado a 95.000 lo que debes de hipoteca, la aseguradora debe cobrarte sólo por esa cantidad y no por los 100.000 euros iniciales.
Es decir, vas a pagar menos por la renovación que lo que pagaste el primer año, porque el seguro de vida se ajusta a la cantidad de dinero que el banco te tiene prestada en ese momento.
O sea que el seguro de vida debe ser más barato cada año porque quedará menos cantidad de hipoteca por pagar, ya que vas reduciendo el capital pendiente de pago con cada mensualidad y/o cada amortización anticipada que hagas. Ale, a mirar cuándo toca el siguiente pago del seguro de vida y a pedir al banco una actualización a la baja.