El Euríbor se está parando en marzo. ¿Por qué? Porque la economía de la zona euro ha pegado un frenazo, así que el Euríbor está pegando otro en torno al -0,108 %.
¿El motivo? El Banco Central Europeo (BCE) ha dicho por boca de su presidente, Mario Draghi, que no subirá los tipos de interés a finales de este año como estaba previsto.
Quizá suban a principios de 2020, pero por experiencia sabemos que la cosa al final se suele alargar mucho más de lo que dicen. Todo apunta a que no se tocarán los tipos de interés, actualmente en 0% y de los que depende el Euríbor para subir o bajar, hasta que la Economía europea no crezca al 2%, espantando al fantasma de una nueva crisis que se ve venir porque especialmente Italia y Alemania no despegan.
Esto significa que, si tienes una hipoteca ligada al Euríbor, todo este año seguirás teniendo cuotas muy baratas. Subirán de precio porque el indicador estaba más bajo tanto hace 6 meses como el año pasado, aproximadamente entre 6 y 11 euros al mes de media, según el dinero que te hubieran prestado. Pero al menos no subirán tanto como se esperaba.
Con este parón lo más probable es que el Euríbor se quede en negativo todo lo que quede año en lugar de ponerse en positivo de aquí al verano, como parecía que iba a pasar al ritmo que estaba creciendo.
En estos tres años que lleva en negativo -desde que en febrero de 2016 se puso por primera vez bajo cero, en el -0,008%- los hipotecados con revisión de cuota anual o semestral nos hemos ahorrado una media de 300 euros al año.
El ahorro ya será menor, pero parece que la subida será mucho más lenta de lo que parecía, también para las nuevas hipotecas, porque si el Euríbor se estanca los diferenciales y el tipo fijo también puede hacerlo a pesar de que en tres meses entrará en vigor las nuevas condiciones hipotecarias.
De todos modos, no importa mucho que el Euríbor suba, baje o haga lo que quiera, teniendo en cuenta que después de 3 años de pruebas y estudios, hay planes de que el Euríbor Plus le sustituya a partir del 1 de enero de 2020. Después de hacer muchas pruebas con él, finalmente se descartó ponerlo en marcha hace año y medio porque cotizaba mucho más alto que el Euríbor actual y eso subiría de golpe las hipotecas bastante dinero.
Y con unas economías domésticas en recuperación no era plan pegar un subidón que pusiera en aprietos a más de un hogar, así que se descartó ponerlo en funcionamiento. Sin embargo, se ha anunciado que la idea se rescata y sí que se terminará aplicando. No es un índice nuevo como tal sino otra forma diferente de calcular el Euríbor.
En vez de calcularlo sólo con las hipótesis de los bancos sobre a qué interés se prestarían el dinero, se va a calcular también sobre los préstamos reales y los que ya se hicieron. La banca se tendrá que adaptar a este nuevo sistema, porque no convivirán los dos a la vez, pero eso de que se hará en 2020 es la idea, luego ya veremos si de verdad se implanta a principios del año que viene o, como suele pasar en todo esto de las hipotecas, la cosa se alarga bastante más (o no llega a utilizarse).