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Jóvenes, hipotecas y vivienda, una relación difícil

Entre la vivienda y los jóvenes ya no hay gasolina para encender la llama

Ya no se enciende la llama

Jóvenes e hipoteca no siempre han sido una pareja bien avenida, pero lo que se vive actualmente ya es demasiado.

El 80% de los menores de 30 años todavía viven con sus padres porque, dada la precariedad laboral que acampa especialmente entre los jóvenes, cada vez es más complicado abandonar el nido comprando una casa.

Para poder hacerse con una vivienda hoy en día tendrían que cobrar el doble que ahora y aún así deberían dedicar el 60% al piso, el doble de lo que se recomienda dedicar a pagar deudas. Todo para optar a una vivienda media de 50 m2.

Antes, por lo menos, los contratos de becario se limitaban a la etapa universitaria o de los últimos años de los estudios, y si después te contrataban con beca el salario era mayor y la duración menor.

Antes, por lo menos, había algo llamado Hipoteca Joven, que rebajaba el tipo de interés y relajaba las condiciones de la oferta hipotecaria del momento: había poco interés fijo al principio o ninguno, menor vinculación y cero comisiones. Ahora sólo quedan dos o tres de estos productos y ni en broma mantienen estos privilegios.

Es cierto que los bancos suelen dar el 100% para comprar un piso de su stock, pero no siempre encaja en la idea que una persona joven tiene para formar su hogar, o no está donde quiere, o no se puede gastar dinero en reformarlo.

Antes de los 35 años es díficil tener el dinero suficiente para dar una entrada del 20% del piso, necesario porque salvo para sus viviendas, los bancos no financian por encima del 80%. Antes de esa edad es complicado tener un trabajo sin sobresaltos, bien remunerado y con antigüedad laboral suficiente para que el banco te considere una personal laboralmente estable y económicamente solvente.

Los jóvenes son los formadores naturales de nuevos hogares y a su vez los grandes olvidados por las reformas laborales y las hipotecas. Mientras que la gente joven que opta por comprar no se lo pueda permitir, no se va a aligerar el stock inmobiliario de la banca, ni todos los que quieran se van a poder marchar de casa de sus padres. El país entonces no avanza.

La Hipoteca Mari Carmen de Abanca pide 600 € al mes con Euríbor + 1,25%, ING no establece ingresos mínimos y otras los sitúan en 2.000 – 2.500 € en adelante. Para mileuristas es complicado, para otros directamente imposible.

La edad cuenta para pedir una hipoteca

Las edades de la hipoteca

Las edades del homo hipotecus

A la hora de pedir una hipoteca no todo es tener ahorros, un trabajo estable y un contrato indefinido. La edad también cuenta y no es lo mismo pedir una hipoteca con 25 años, con 35 o con 45.

Los bancos tienen en cuenta la edad para alargar el plazo de devolución del dinero más o menos en función de los años que tengas cuando lo pides y cuando termines de pagar.

Si pides una hipoteca con 35 años no te dejarán más de 30 años para pagar. En cambio, si lo haces con 25 años te dejarán hasta 40, si la oferta del banco contempla prolongar tanto el plazo.

Además de conseguir un plazo de amortización muy largo (de hasta 40 años), la ventaja de pedir una hipoteca con menos de 35 años es que te puedes acoger a la Hipoteca Joven, aunque apenas quedan dos o tres repartidas por toda la geografía española. Ay, qué pena… Antes no había casi entidad, ciudad o comunidad autónoma que no tuviera una.

Las condiciones eran más ventajosas que para otros préstamos, ya que se tenía en cuenta que a tan corta edad no ha dado tiempo a consolidarse en el trabajo, tener altos ingresos, ahorros para la entrada y los gastos de compraventa, y por tanto se llegaba a prestar hasta el 100%, con menos intereses y sin comisiones. En los tiempos que corren los jóvenes son los que tienen más difícil acceder al mercado hipotecario, por eso muchos están optando por el alquiler o por seguir con sus padres.

La edad ideal para pedir una hipoteca es entre los 35 y los 45 años. Teóricamente ya has alcanzado mejor posición en el mercado laboral, tienes más antigüedad en la empresa o el sector, mucha gente está emparejada (asumir el gasto entre dos es más llevadero) y ha dado tiempo a tener ahorros, aunque en estos tiempos cada vez es más difícil cumplir este perfil.

Es la edad preferida por los bancos, porque no eres ni muy joven para no tener trabajo o posición socioeconómica, ni muy mayor para terminar de pagar el préstamo. El banco te verá con buenos ojos si no has cambiado mucho de trabajo y tienes dinero ahorrado. El plazo para devolver el dinero puede ser corto o largo, según tu perfil.

Con más de 45 años el plazo no puede llegar ni a 30 ni a 40 años porque la mayoría de los bancos no aceptan que tengas más de 70 cuando termines de pagar. Esto sube el importe de las cuotas, que sólo te puedes permitir si no representan más del 30% de tus ingresos. Lo bueno es que a esta edad se supone que te ha dado más tiempo a ahorrar y a tener mejor posición económica y laboral, aunque aquí en estos tiempos ya no hay nada asegurado.

¿A quién darán hipotecas en 2016?

Pedid y ya veremos si se os dará

Pedid y ya veremos si se os dará

Un nuevo año está a la vuelta de la esquina: 2016. Después de que en 2015 hayamos visto cómo ha resurgido la firma de hipotecas tras año y algo de apertura del grifo del crédito, cabe preguntarse si en 2016 la cosa será igual, mejor, peor… ¿A quién darán las hipotecas? ¿Qué requisitos hay que cumplir?

Desde hace tiempo se sabe que la banca no está dispuesta a continuar con las flojísimas condiciones que pedía antes de que estallara la crisis. No quiere repetir errores del pasado que le llevaron a quedarse con pisos y promociones enteras, que aún no ha terminado de vender.

Tras unos años de ser más duros que un pistacho cerrado, los bancos han aflojado sus exigencias, que sin embargo siguen manteniendo en cierta medida. Ingresos altos y estables, trabajo antiguo e indefinido, ahorros interesantes, no tener otras deudas y no aparecer en ninguna lista de morosos son algunos de los requisitos más valorados por las entidades. En resumen: una persona solvente y responsable.

También depende, claro está, de cuánto dinero pidas, si tienes avales, un buen historial de pagos en caso de haber tenido créditos o hipotecas anteriores, de dónde está la vivienda y cómo sea. Ante un embargo, no es lo mismo cargar con una casa sin salida en el mercado que con un bomboncito en el centro de la ciudad, junto a la mejor zona de playa o en el pueblo más bonito y solicitado de la comarca.

Analizando la oferta hipotecaria vemos que la mayoría de los préstamos exigen unos ingresos mínimos de 2.000 euros al mes, ganados entre uno o dos titulares. Existen excepciones como la Hipoteca Mari Carmen de Abanca, que se conforma con 600 euros al mes, o ING que no establece límite.

Salvo que elijas un piso propiedad del banco, ninguna entidad presta más del 80% del valor de tasación, lo que te obliga a tener ahorrado al menos el 20% del valor de tasación o el precio del piso; el banco se fija en la cantidad que sea menor. Y también dinero para los gastos de compraventa: tasación, notario, gestoría, impuestos…

La edad también es un factor importante: normalmente los bancos no prestan dinero a nadie que supere los 65-70 años en el momento de terminar de pagar el préstamo. O sea que cuanto más joven seas a más largo plazo podrás poner el préstamo. Esto te supondrá una cuota más barata cada mes, aunque también el pago de más intereses a largo plazo.

Amortizar hipoteca: cuándo, cuánto y cómo para que sea rentable

Por poco que sea, es más que nada

Por poco que sea, es mejor que nada

¿Ha caído en tus manos algo de dinero y te planteas amortizar hipoteca? Herencia, indemnización, venta de cosas valiosas,  premio de lotería, reparto de beneficios en la empresa…

Ahorrar está bien, es lo más sensato por si surgen imprevistos, pero lo segundo mejor es quitarte deuda pendiente, sea cual sea: coche, estudios, préstamo personal, hipoteca…

Por pequeña que sea la cantidad te ahorrará pagar intereses, muchos más de lo que conseguirías invirtiendo el dinero en otra cosa, especialmente ahora que el ladrillo está de capa caída y que los depósitos dan pocos intereses.  Siempre que haya deuda hay que terminar con ella cuanto antes y después pensar en invertir el dinero, o lo que ganas por un lado, lo perderás por el otro.

¿Y cuándo es mejor amortizar hipoteca? Pues cuanto antes. El banco calcula los intereses que te cobra en función del dinero que te queda por pagar. Cuanta más deuda queda pendiente, más intereses pagas. ¿Y cuánto dinero meter? Lo máximo posible sin que llegues a quedarte sin ahorros. La cifra es muy personal, cada cual sabe cuánto quiere tener ahorrado, pero a la hora de amortizar conviene la mayor cantidad posible de dinero, para reducir también cuanto antes lo que debes al banco y, por tanto, los intereses.

Éste es un momento ideal para amortizar hipoteca porque los intereses están bajos y ya de por sí pagas menos cuota. Si ahora te quitas de en medio toda la deuda que puedas, cuando los intereses suban el banco te cobrará menos que si le debieras más dinero, y la subida de la cuota será menor y más asumible.

Y ya puestos a amortizar, qué hago… ¿Cuota o plazo? Salvo que la cuota mensual actual os ahogue y no la podáis asumir, lo mejor siempre es amortizar en plazo. Si amortizas cuota, el dinero a pagar mes a mes bajará. Si amortizas plazo lo que se reduce es el tiempo total para pagar la hipoteca, lo que hace que al estar menos tiempo pagando, finalmente abones menos intereses.

Algunas entidades cobran comisión por amortización anticipada. De ser así, lo pone en el contrato de la hipoteca y, por ley, no puede superar el 0,5% durante los 5 primeros años, y el 0,25% pasado ese momento.

Otra ventaja es que, si tu hipoteca es anterior a 2013, todo lo que amortices te lo podrás desgravar en la Campaña de la Renta. El máximo que te devuelven es 1.356 € siempre que te hayan retenido tal cantidad en concepto de IRPF en la nómina. Dicha cantidad es el 15% de 9.040 €, que es el máximo hipoteca que te desgrava Hacienda en un año, e incluye capital e intereses, tanto si has pagado cuotas mensuales como si también has amortizado anticipadamente.

¿Es mas fácil endeudarse ahora que antes?

Esto aún sigue lejos del alcance de muchos

Esto aún sigue lejos del alcance de mucha gente

Según el Colegio de Registradores, la situación actual es más propicia para firmar una hipoteca de lo que lo era hace unos años. Si bien estamos al mismo nivel de hipotecas que en 2003, estamos muy lejos de igualar o siquiera acercarnos a las cifras del boom inmobiliario, entre 2004 y 2009.

Y mejor, porque fueron años locos de préstamos que se volvieron caros por la subida del Euríbor. Un tercio llevaban cláusula suelo, tienen plazos muy largos (o sea más intereses a pagar) y en algunos casos llegaron al 100% o 110% del precio de la vivienda. Por lo menos tenían menos vinculación y comisiones que las ofertas actuales.

La gente que vive  bien ahora es la que tiene una hipoteca de aquéllas con un sueldo de los de entonces, aunque el piso ya no valga lo que se está pagando por él, dada la devaluación (de media un 30%) del precio de la vivienda. Se pueden desgravar la hipoteca en la Renta todos los años y, si no tienen suelo, están pagando las cuotas más bajas de toda su vida presente, pasada y futura.

Precisamente por esa caída en el precio de los pisos dicen que es más fácil que antes endeudarse para comprar un piso. También, dicen los Registradores, porque ha habido una ligera subida de los sueldos, un mayor aporte de ahorros, un alargamiento en el plazo de pago (de media más de 20 años en liquidar la hipoteca), mayor disposición de los bancos a prestar dinero y mejores ofertas con diferenciales más bajos e incluso hipotecas a tipo fijo en el 2%, algo nunca visto que ha supuesto que uno de cada diez préstamos que se firma es a interés fijo. Algo histórico.

No digo que esto no sea así para determinado tipo de gente. Los que mantienen el trabajo en condiciones de las de antes, incluidos los sueldos, porque ahora con menos de 2.000 -2.500 € al mes por familia la mayoría no te presta ni un céntimo. Los que tienen dinero ahorrado, como mínimo un 20-30% del valor del piso. Los que nunca han tenido problemas de pago y no parece que vayan a tenerlos.

Estos son a los que los bancos les ponen ojitos. Pero no podemos generalizar y decir que ahora es más fácil hipotecarse que antes, porque la vivienda en propiedad no está al alcance de todo el mundo. Quedan fuera los jóvenes, que son los principales formadores de hogar y demandantes de pisos.

También quedan excluidas muchas familias mileuristas o monoparentales que con un sueldo o dos no tienen para hipotecarse, y tampoco están los azotados laboral y económicamente por la crisis. O sea que maticemos: es más fácil endeudarse para los que realmente pueden, para los que necesitan ayuda no la hay, porque por no haber ya no hay casi ni hipotecas para jóvenes.

Una cosa es ser prudente en la concesión de préstamos y otra obsesionarse con el perfil y dejar fuera a la mayoría de la gente. Así los bancos no lograrán su tan ansiada cartera grande de clientes, por lo que supongo que se liarán a cobrar comisiones a unos para paliar el impago de otros.

¿Cuántos años crees que tardarás en pagar la hipoteca?

La hipoteca es una carrera de fondo

Pagar la hipoteca es una carrera de fondo

Cualquiera con hipoteca ha soñado con el mágico momento de terminar de pagarla. ¿Quién no fantasea alguna vez con cómo será su vida cuando no tenga un gasto fijo de 400 €, 700 € ó 1.000 € al mes? ¡Cuántas cosas se podrán hacer con ese dinero…! Vivir más desahogados, tener otras vacaciones, ahorrar…

Algunos hasta son ahorradores y optimistas con respecto al pago de su hipoteca, ya que casi la mitad piensa que podrá liquidar su préstamo antes de que termine el plazo, que suele ser de 20, 30 ó 40 años.

Es lo que dice una encuesta de la web pisos.com, en la que el 28% de los preguntados tiene pensando agotar el plazo y el 26% duda sobre si pagará hasta el final o acabará antes.

La clave para terminar antes es amortizar anticipadamente, en plazo o en cuota según te convenga. Amortizar en plazo significa quitarle años o meses de vida a la hipoteca. Por ejemplo, te quedan 20 años, amortizas 5.000 € y de repente tu hipoteca baja año y medio.

Es lo más recomendable si puedes asumir la cuota mensual, porque además de bajar el tiempo de pago, rebajas los intereses, que sobre todo son altos en los primeros años, pues la mayoría tiene un sistema de amortización francés que hace que al principio en la cuota mensual pagues más intereses que capital.

Amortizar en cuota es recomendable si tienes problemas para pagar la hipoteca mensual. Haciéndolo así consigues rebajar unos euros tu mensualidad, más o menos dependiendo de cuánto dinero amortices. Ante la duda, aquí tienes unos simuladores de hipotecas para hacer cálculos. No olvides tener en cuenta si el banco te cobra comisión por amortizar anticipadamente la hipoteca, lo que suele ser entre el 0,25% y el 0,5%.

Cuando el Euríbor está bajo, como ahora, y quieres sacarle el máximo partido a la pasta que has logrado juntar, lo mejor es amortizar en plazo. Con los intereses tan bajos los depósitos no te dan tanta rentabilidad como pagar el préstamo y encima Hacienda te retiene el 21% de los intereses que te abone el banco.

Y ya no digamos si firmaste el crédito antes de 2013 y te lo puedes desgravar en la Declaración de la Renta. Entonces hasta te pueden salir los intereses de la hipoteca gratis, porque Hacienda te devuelva lo mismo o más que has pagado el año anterior en intereses.

Cuánto dinero te hayan dejado influye bastante a la hora de devolverlo. Según este estudio, más de la mitad de las hipotecas tiene un plazo de amortización de entre 20 y 30 años, a la mitad les prestaron entre el 80% y el 100% de lo que valía la casa, y algo menos de la mitad recibió menos del 80%.

Tras 7 años de crisis, el número de hipotecas sube y la morosidad baja

Esto sí que son brotes verdes

Esto sí que son brotes verdes

Llegados al ecuador del verano, como cada año aquí os dejo el último artículo antes de volver en septiembre con nuevos temas y las noticias más importantes sobre hipotecas.

Para cerrar la temporada, voy a repasar la situación hipotecaria en España y de las buenas noticias, ¡¡que por fin las hay!!

Si bien el año pasado aumentó la compra de vivienda casi un 20%, según los notarios, tampoco es una cifra muy significativa teniendo en cuenta que venimos de un gran cierre del grifo del crédito para hipotecas.

En 2014 se firmaron algo más de 200.000, según el INE (Instituto Nacional de Estadística), siendo la primera vez que la cifra aumenta en vez de caer, como pasó en los últimos 7 años.

El dinero prestado también ha crecido: los bancos nos dejan de media algo más de 100.000 €. Se nota que están necesitados de dar nuevas hipotecas para sustituir a las que progresivamente se van cancelando y para compensar todas las que no han dado durante los años anteriores.

También ha bajado el interés que cobran, que en 2014 fue de una media del 3,5%. Los diferenciales continúan en caída, con nuevas ofertas o rebajas de las que ya existían. Los más competitivos están actualmente en Euríbor + 1,25%, que barren a los de Euríbor + 1%, pues esconden tanta vinculación que encarecen el préstamo por encima de otros teóricamente más caros. Aunque siguen siendo exigentes, la banca en general ha relajado sus pretensiones respecto a los nuevos clientes.

Quizá también se han animado porque sufren menos morosidad: tanto empresas como particulares estamos pagando mejor nuestras deudas, a pesar de que todavía mucha gente se ve acuciada por la cláusula suelo, el IRPH (Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios) o una hipoteca multidivisa que ha aumentado su deuda.

Tenemos menos problemas de pago porque, por primera vez en años, destinamos de media menos del 30% de nuestros ingresos. El 30% (o un tercio) es lo que se recomienda usar como máximo para las deudas. Aunque en comunidades como Madrid y Baleares esta cifra se sitúa en el 40%, en otras como Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia el esfuerzo de los hipotecados ronda el 23%, según el Colegio de Registradores.

La cuota media de la hipoteca también ha bajado hasta los 553,44 € mensuales durante los últimos meses de 2014, lo que supone un nuevo mínimo histórico como los que está marcando el Euríbor, gran responsable de tanto ahorro y de que respiremos económicamente, gracias a que está alrededor del 0,16%. De media estamos ahorrando unos 400 € mensuales en la hipoteca respecto a cuando estuvieron tan caras en el verano de 2008.

Tras este resumen y explicación del panorama, sólo me resta desearos un buen verano y que, con estas altísimas temperaturas, vayáis por la sombra. ¡Hasta septiembre!

¿Puedo cambiar la hipoteca de banco para ahorrar dinero?

Ahorrar está al alcance de tu mano

Ahorrar está al alcance de tu mano

Si firmaste una de esas hipotecas que se dieron durante los años duros de la crisis seguro que te estarás tirando de los pelos al ver cómo los intereses de las nuevas ofertas llevan más de año y medio en caída libre.

La banca se pelea por captar clientes solventes, a los que ofrece su mejor sonrisa y supuestamente su mejor oferta. Si te dieron una hipoteca durante la época más difícil casi seguro que cualquier entidad te pondrá ojitos, salvo que tu situación haya cambiado mucho desde entonces: pérdida de empleo, bajada de ingresos, historial de impagos…

Pero si mantienes el mismo perfil tienes opciones de subrogar la hipoteca (cambiarla de banco) para ahorrar una pasta al año, ya sea porque sufres una cláusula suelo, porque el banco te cobra comisiones hasta por respirar o porque pagas mucho dinero en productos asociados a la hipoteca: seguros, depósito, plan de pensiones…

El préstamo puede durarte 20 – 30 años, 10- 15 en el mejor de los casos si te lías a amortizar a saco, así que ahorrar 100 pavos al mes o más te puede venir de lujo. Y, aunque cambiar la hipoteca de banco tiene un coste, según sea tu caso quizá te compense hacerlo.

Algunos bancos, que no todos, cobran una comisión del 0,5% del capital pendiente de pago si cambias la hipoteca de entidad en los primeros 5 años o del 0,25% pasada esa fecha. Para saber si es tu caso, lee el contrato de la hipoteca o pregunta a tu banco.

También tienes que contar con un gasto en notaría de unos 500 €, otros 200 € aproximadamente para el Registro de la Propiedad y entre 200 € y 300 € para la tasación del piso. En total no soltarás menos de un 1% del capital que te queda por pagar. O sea 1.000 € por cada 100.000 que debas.

Aquí es donde tienes que calcular, en función de lo que te queda pendiente de pago, si te compensa subrogar la hipoteca. Si por ejemplo te libras del suelo y con eso ahorras más de 100 € al mes, en poco más de un año amortizas la operación y estás ya ahorrando dinero.

Lo mismo ocurre si bajas el diferencial de Euríbor + 3% a Euríbor + 1,5% o si te quitas de encima seguros y planes de pensiones porque el nuevo banco no exige tanta vinculación. Para comparar correctamente cuánto pagarás con tu hipoteca actual y con la que tendrías en otra entidad, debes pedir a ambas que te den un desglose detallado de todos los gastos que te supone tener una hipoteca con ellos, que van más allá de la cuota mensual: hay que incluir los productos asociados y las comisiones.

La banca está que lo tira por conseguir buenos pagadores, así que o bien tu banco te hace una contraoferta interesante para que no te vayas a la competencia, o bien la competencia, aunque ya no paga los gastos de subrogación como era frecuente antes, te recibe con los brazos abiertos si llevas al menos tres años pagando tu actual hipoteca y nunca les has dado ningún problema.

¿Podrías pagar la hipoteca su subiera el Euríbor?

Algún día el Euríbor subirá como la espuma de la cerveza

Algún día los intereses subirán como la espuma

Cualquiera que contraiga una hipoteca debería preguntarse, antes de hacerlo, si en caso de subir mucho el Euríbor o de bajar sus ingresos, sería capaz de hacer frente al pago de la cuota.

Las hipotecas se firman a 30-40 años y por mucho que se amortice, tardamos en pagarlas 21 años de media, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Salvo que tengas cláusula suelo o IRPH, las cuotas actuales, con el Euríbor en el mínimo histórico del 0,165%, son también las más bajas que nos vamos a encontrar en nuestra historia de amor y desamor con el banco.

Por eso, a pesar del empobrecimiento de parte de la población, debido a la bajada de sueldos para empleos encontrados en la crisis, el esfuerzo que las familias hacemos por pagar el préstamo hipotecario ha vuelto a bajar del 40% de nuestros ingresos, siendo otra vez el más pequeño en muchos años.

¿Pero qué pasará cuando el Euríbor abandone la zona de mínimos? ¿Y si volviera a subir al 3%? En el contexto actual parece una cifra de ciencia-ficción, pero créeme: el Euríbor volverá a escalar con los años y tenemos que echar cuentas para saber si podríamos pagar una hipoteca mucho más cara que la de ahora.

Imagina que te quedas sin trabajo, o que tienes que buscar uno nuevo y te pagan menos. Imagina que os quedáis ambos en paro. Por eso está genial amortizar ahora todo lo que puedas. Amortizar capital de una hipoteca, hasta el máximo que te puede devolver Hacienda -si es que firmaste antes de 2013 y puedes desgravártela-, es lo mejor que se puede hacer en tiempos de Euríbor bajo y tipos de interés en mínimos.

Te quitas muchos intereses a pagar en el futuro y también ahora. Además, tal cual están los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) en el 0,05%, meter los ahorros en un depósito casi no te dará dinero. Meterlos en la hipoteca te pueda rentar mucho más.

Esto es importante para cualquiera, especialmente para aquellos que con los diferenciales más altos. Si ahora Euríbor + 1,5%, 2,5% ó 3% es asequible, imagina qué será si el Euríbor sube. Se te puede poner la hipoteca en el 4,5% o por encima del 7%. Eso es mucho interés a pagar, son cuotas caras, muy altas. ¿Podrías asumirlas con tu sueldo actual? Si el Euríbor subiera al 4% la cuota se dispara más de 4.500 € al año, según Agencia Negociadora.

Ocurrirá cuando la economía mejore, suban los tipos de interés y el Euríbor, que se prevé que esté en mínimos por lo menos hasta septiembre del año que viene. Pero cuando escale puede hacer una escabechina similar a la de cuando se puso por encima del 5%, así que lo mejor es prevenir para que no te pille con el culo al aire.

Ganadores y perdedores del Euríbor bajo

Dos caras de la misma moneda

Dos caras de la misma moneda

Las cuotas de las hipotecas, especialmente las firmadas hasta los primeros años de la crisis, están más baratas que nunca y se prevé que sigan así, al menos mientras el Banco Central Europeo (BCE) no toque los tipos de interés.

Tipos de interés que actualmente están en el súper mínimo histórico 0,05%, que es casi como conseguir dinero sin pagar intereses. Además de esto, para reactivar la economía, el BCE se ha liado a comprar deuda de los países de la zona euro y ha puesto a disposición de los bancos una barra libre de dinero a cero interés.

Los tipos de interés tan bajos son buenos para los que tienen hipotecas firmadas antes de 2010 y no tan buenos para los que han contratado desde entonces. A saber, los diferenciales estuvieron por encima del 2% hasta hace año y medio. Ahora por fin han caído de la nueva barrera psicológica del 1%, si bien es una propuesta más efectista que real, porque los bajos diferenciales esconden una alta vinculación, sobre todo en el caso de Bankoa, Kutxabank y Cajasur (todas entidades con hipotecas a Euríbor + 1%) y menos en el de Liberbank (Euríbor + 0,99%).

Los tipos de interés bajos traen de la mano un Euríbor por los suelos, que ha cerrado abril en el increíble y nunca visto 0,18%. Esto propicia que las nuevas hipotecas tengan un interés fijo durante el primer año o más. Antes esto era raro en una hipoteca a interés variable; ahora es el pan nuestro de cada día, excepto en casos raros como la Hipoteca Naranja de ING, a Euríbor + 1,29%, actualmente una de las mejores

El Euríbor tan bajo también fomenta que los diferenciales se sigan manteniendo altos en comparación con los que se veían antes de la crisis, cuando Euríbor + 0,50% era lo más normal del mundo y Euríbor + 1% un horror de hipoteca. Un diferencial alto significa un mayor reto de pago en el futuro, cuando el Euríbor suba del 1% e incluso se sitúe en el 2% y 3% con los años.

Los tipos de interés bajos también perjudican a los ahorradores, que ven cómo casi no les dan un duro en intereses por meter su dinero en un depósito o en una cuenta remunerada. De ahí que se haya reactivado la compra de pisos, pagándose dos de cada tres al contado. Las grandes empresas, que suelen comprar Deuda del Estado, también salen escaldadas porque en parte salen adelante por el dinero que obtienen invirtiendo sus ganancias, que ahora no consiguen aumentar mucho porque no hay productos financieros que den una buena rentabilidad.