Una de cal y otra de arena. Acababa de decir el juez de Sevilla que BBVA, Cajamar y Caixa Galicia tenían que dejar de cobrar la cláusula suelo, cuando al día siguiente dijo que todavía no puede hacerse.
Aunque los que firmen nuevas hipotecas NO tendrán esta cláusula, a los que ya la tienen les han dejado con la miel en los labios.
Estos tres bancos, nada más enterarse de que el 12 de abril era el último día para ejecutar provisionalmente la sentencia, han presentado un escrito en el que dicen que, para dejar de cobrar las cuotas de las hipotecas según la cláusula suelo y empezar a cobrar según el Euríbor, hace falta un trabajo informático que lleva su tiempo preparar y que les costaría -además de un cambio de mentalidad y ganas de hacerlo- una pasta gansa.
El BBVA ha dicho que tiene más de 400.000 clientes y que le supondría perder 28 millones €. Cajamar reconoce que engaña a casi 130.000 familias, a costa de las que obtiene 115 millones €. Caixa Galicia (ahora integrada en Novocaixagalicia) solo confiesa que tiene 3.400 hipotecas cuyo suelo les supone un extra de 175.000 pavos al mes.
Los bancos han hablado claro: no quieren perder ese dinero porque lo ven como un “perjuicio irreparable”. Y pasa lo de siempre: el que no llora no mama y los bancos son unos llorones y mamones muy profesionales que se entrenan con precisión capital día tras día.
¿Pero cuánto son 28 millones para el BBVA? Seguro que, en proporción, mucho menos de lo que supone para nosotros el dinero que nos están cobrando de más y que, a lo que se ve, tendremos que seguir regalándoles para que se financien las prejubilaciones a los 55 años con el 100% del sueldo, como el otro día nos contó Luismi en un comentario.
Esto es porque no le hemos dado al juez el cálculo de cuánto impacta en nuestra macroeconomía doméstica, que ellos desprecian llamándola micro. Lo positivo es que hemos perdido una batalla pero no la guerra, que aún sigue abierta hasta que no haya una sentencia firme.
En un cutre intento de equilibrar una injusta balanza que ya nació desequilibrada, el juez ha dicho que quien quiera puede solicitar al banco la retirada de la cláusula suelo a partir de ya mismo. Se haría de manera individual -cada uno pediría que le quitaran el suelo a su hipoteca- y bajo la responsabilidad de cada quisqui. Si al final ganan los bancos, tocaría devolverles lo que nos hubieran tenido que cobrar en el tiempo que transcurriera desde ahora hasta que la sentencia sea firme.
Esto es válido y posible para las hipotecas de BBVA que tengan un suelo del 2% y un techo del 12%; para las de Caixa Galicia con un mínimo del 2,75% y un máximo del 10%; y para las de Cajamar con un 3,25% de suelo y un 15% de techo. El abuso canta por si solo.
Entretanto, PP y PSOE se niegan a prohibir éstas y otras cláusulas abusivas, y creen que nos vamos a conformar con que una subcomisión haga que estudia el sistema hipotecario español. A Zetapé le empujan desde el PSOE andaluz a que cambie la ley hipotecaria, pero como cabía esperar de él, por un oído le entra y por el otro le sale.