Por favor, si hay alguien que nunca se haya sentido estafado con su hipoteca que levante la mano. ¿Nadie…? Entonces que la levante quien, al menos una vez, haya pensado denunciar al banco porque cree que le ha engañado. ¡Todos a la vez no! Gracias. Ahora la pregunta más difícil: ¿conocéis a algún David que le haya arrojado el guante a Goliat?
Yo sí: a dos gallegos más valientes que Thelma y Louise que ya estaban más negreiros que el del Cola-Cao, pues no sólo han denunciado a la caja con la que se casaron sino que han creado una asociación de estafados por lo que consideran hipotecas trampa.
Hoy, que las ONG se crían como percebes, que se subvencionan estudios de la soltería de la gaviota y que hay un día mundial hasta para la pasta de dientes, ¿acaso no es una buena idea crear una asociación para el noble fin de quejarse por no haber leído la letra pequeña o haber querido timar al timador?
El quid de esta cuestión es el swap. ¿Lo qué? El swap, que resumiendo es un contrato por el que el banco se compromete a pagarte la diferencia entre el techo de la hipoteca y el Euríbor cuando éste está alto, pero que a cambio espera que tú le pagues la diferencia entre el Euríbor y el suelo cuando el interés está bajo. O sea ahora.
Porque no se chupan el dedo ni cuando se lo pillan con una puerta, las entidades financieras sabían que los tipos de interés bajarían y desde 2007 se empeñaron en incluir esta pequeña e insignificante cláusula a todas las hipotecas que tenían a bien conceder a los inoc(li)entes que osaban pedir panoja pa comprar la casa, las vacaciones, el coche, el triciclo del nene y el tabaco de la abuela que fuma.
Muchos firmaron sin saber y otros, no sé qué es peor, sabiéndolo pero pensando que el Euríbor no bajaría y que, dadas las alturas en las que se movían los tipos de interés, trincarían pasta del banco. ¡Mardito parné, que ahora nos tiene más apretaos que un corsé de señorita fina!, se les escucha ahora entre sueños.
Con complejo de Al Capone en Alcatraz, ya son 15 los asociados en Galicia aunque calculan que en total habría 200 personas que deben a los bancos un millón de euros. Como lo suyo es más polémico que la energía nuclear, en otras comunidades autónomas, entre pasiones y ampollas, está cundiendo su argumento: el banco no les informó debida y exhaustivamente al firmar, lo que supondría una estafa.
Y como pa sabidas son las cosas, en Cataluña, donde prefieren prevenir que pagar, la Generalitat ha roto el trecho entre el dicho y el hecho con Ofideute, un servicio gratuito de asesoramiento a las familias que no puedan pagar sus hipotecas.
Bajo el lema Enfréntate y no te conformes con decirle cuatro cositas bien dichas al inocente que está tras la ventanilla, el temario se centra en aprender a negociar con los bancos (moratorias, ayudas, justicia, etc.), aunque yo creo que con recordar brevemente la clase de Educación Infantil en la que se aprende a leer y un pequeño coaching de perder el miedo a preguntar sería más que suficiente.
Posiblemente les digan que los swaps son completamente legales pero que hay que conocer todo lo que se firma para que no te estafen. Los ciudadanos deberíamos tener complejo de rey Midas porque todas las hipotecas que tocamos las convertimos en oro. Eso sí, nunca para nosotros.
Gracias por la atención y saludos cordiales, aquí se presenta Matahari, la espía más hipotecada y más Mari Sabidilla. ¡A su servicio para espiar y comentar todo lo que surja!