El Euríbor sigue jugando al despiste. Todo apunta a que este mes de mayo, florido y hermoso también para las hipotecas, cerrará oficialmente en el 1,249%, lo que supone la tercera subida consecutiva y la cifra más alta de lo que va de 2010.
Pero no es para alarmarse, espías, porque a pesar de esta mínima subida con respecto a abril, cuando cerró en el 1,225%, las hipotecas bajan. No de lo lindo, como todos quisiéramos, pero sí lo suficiente como para que con un préstamo medio de 120.000 € a 30 años se paguen 24 euros menos al mes en la cuota.
Esto ocurre porque, aunque el Euríbor se nos ha puesto pelín alcista, hace un año estaba en el 1,644%, o sea más alto que ahora y por lo tanto haciendo que nos cobraran más por la hipoteca.
Nos gustaba más cuando estaba de bajón porque estar de subidón, aunque sea tímido, calmado y mes a mes, hará que dentro de un año nos encontremos con que ya está un punto por encima de ahora, o sea en el 2,5%.
Dentro de otro año, el de las Olimpiadas que nos robó Londres y el de las elecciones, si es que alguien no tiene el sentido común de adelantarlas como se rumorea, ya estará en el 3,5%.
Es una cifra más que respetable que no irá acorde con la precariedad y miseria, subidas de impuestos y aumento del paro, bajadas de sueldo y disminución de beneficios sociales que seguiremos padeciendo por la tardía y lamentable gestión de la crisis que este desGobierno nos hace padecer en silencio como las hemorroides.
No os quepa la menor duda de que el Banco Central Europeo (BCE) seguirá subiendo los tipos de interés que nos cobrarán en las hipotecas.
No le importan ni la marejada que estamos viviendo en este mar de incertidumbre económica, donde naufragan hipotecados pidiendo condonaciones (como la deuda del Tercer Mundo) y protestando por los desahucios ni la deuda de España (flipa con la hipoteca del Estado) una cifra histórica que ya supera los 500.000 millones de euros. No traduzco a pesetas para evitar desmayos.
El bueno de BCE había pronosticado la subida para mediados de este año, la retrasó a finales y luego hasta el primer trimestre de 2011, pero a la vista está que el Euríbor no se fía un pelo de Grecia ni de países que podrían correr la misma suerte (no quiero mirar a nadie porque me encontraría la banderita roja y gualda en el espejo) y que esa subida se ha adelantado tanto como el calor del verano, que ya nos va asfixiando poco a poco.
¡¡Si solo nos asfixiara el calor qué bien viviríamos!! Igual de bien que si no existieran las cláusulas suelo porque la tercera parte de los hipotecados no olerán esta bajada de las cuotas de la hipoteca. Snif, snif…
Aunque no tiene por qué asustarnos esta subida, sí debemos pensar que ya está en una escalada en toda regla y que el que ponga las eurrupias a buen recaudo en lugar de gastarlas, triunfará más que Los Chichos.