No pares: sigueee-sigueee. No pares: sigueee-sigueee. A pesar del frío que ya está haciendo, el Euríbor se ha agarrado a la barra del bar (la horizontal de los buenos bebedores y la vertical de las chicas picantonas) para (des)entonar esta canción del verano que a todos nos ha retumbado alguna vez en la cabeza.
El Euríbor, que ayer cerró noviembre de manera provisional en el 1,541%, se ha comportado durante este mes como un tíovivo sin frenos, que no se cansaba de subir y bajar, subir y bajar, como hace siglos que no lo veíamos. Hasta ahora o subía o bajaba, pero no se andaba con tantas juergas parriba y pabajo.
Ésta es la cuarta subida seguida desde que el Euríbor empezara su escalada en agosto, dejando atrás esos maravillosos tiempos en los que solo bajaba hasta mínimos históricos.
Si te toca revisión con el Euríbor de noviembre, toma nota, pues este nuevo ascenso del tipo de interés al que se referencian el 95% de las hipotecas en este país, encarecerá una media de 20 euros la cuota que pagamos al banco por el piso. Para los que se aclaran mejor con cifras anuales: la cuota sube una media de 250 pavos al año, la mayor subida desde que el Euríbor dejó de darnos alegrías con una bajada tras otra.
La cosa todavía no se pone fea, pero tampoco es que esté demasiado bonita, ya que este nuevo valor del Euríbor es el más alto desde junio de 2009. A este paso acabaremos pagando los pisos otra vez a millón, pero ni la economía de este país ni la nuestra se habrán arreglado todavía.
A pesar de que el corta el bacalao aquí, o sea, el que decide cómo están los tipos de interés, que es el Banco Central Europeo (BCE), sigue manteniendo el Euríbor en el 1%, este indicador sigue desatao y subiendo cada vez más.
El motivo es que, como el BCE ya no les da ni agua, los bancos dependen de sí mismos para prestarse el dinero y ya sabéis cómo son: ratas, ratas, ratas. Como entre ellos cada vez se prestan más y más dinero, los intereses que se aplican suben como la espuma y, para no variar, nos los repercuten a nosotros.
Todo apunta a que el Euríbor se comerá las uvas por encima del 1,5%, despidiendo 2010 por todo lo alto, y que antes de que vuelva el calor ya estará en el 2%, aunque el BCE tenga intención de no subir los tipos de interés hasta por lo menos la segunda mitad de 2011.
¡Ánimo con la subida de la cuota, espías!