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Las hipotecas y los desahucios nos quitan el sueño

Vaya por Dios... No poder pagar la hipoteca y que me echen del piso no me han dejado pegar ojo esta noche...

Vaya por Dios... Que el vecino del quinto no pueda pagar la hipoteca y le vayan a echar del piso no me ha dejado pegar ojo esta noche...

Así como en otros tiempos el terrorismo, la corrupción, la inmigración o los políticos eran las mayores preocupaciones de los españoles, ahora las cosas son ligeramente diferentes.

Junto al paro, que es lógico que preocupe más que nunca al 80% de los españoles, se han metido en la lista las hipotecas y los desahucios.

Esto se sabe por dos cosas. Una es el resultado de las dos últimas encuestas que ha hecho el CIS, Centro de Investigaciones Sociológicas que, con las mismas siglas, bien podría llamarse Cotilleos de Interés Social.

El 6,3% de los encuestados en noviembre y el 5,7% en diciembre dijo que los desahucios les quitan el sueño. Aunque asín a priori no parece una cifra alta, es toda una novedad porque no había aparecido nunca entre los malos rollos de los que nos quejamos en esta encuesta.

Muy relacionados con las hipotecas y también con los desahucios, y cuando deberían ser la solución y no el problema, los bancos se cuelan entre nuestros desvelos, preocupando al 8,4% de los españoles en noviembre y al 7% en diciembre. ¿Sólo?

Es mucho y poco a la vez teniendo en cuenta que al 9,5% de la gente preguntada en noviembre y al 17,2% de los interrogados en diciembre les molestan también la corrupción y el fraude, otro gran problema con el que perdemos igual o más pasta que con los bancos.

La otra cosa es que han aumentado un 20% las quejas que en 2012 recibió la Defensora del Pueblo, una chorba llamada Soledad Becerril. La gran mayoría son por temas económicos: además de las preferentes, el paro y el cobro de prestaciones sociales, en esta lista están -cómo no- las hipotecas y los desahucios.

¿Y qué hace esta buena mujer con las quejas que recibe? Jia, jia. Cobra por lo que a muchos les gustaría hacer: recordar a los gobernantes lo que tienen que hacer, mandarles sugerencias y recomendaciones sobre los problemas que denunciamos.

Quejarse al Defensor del Pueblo se puede hacer hasta por Internet, pero es meramente testimonial. Sirve para que esta señora lo sepa, tu queja conste en algún sitio y algún medio lo publique si, junto a ti, otros se quejaron de lo mismo. Pero nada más. Con la de gente a la que le gustaría cobrar por poder decir a los demás lo que tienen que hacer y le ha tocado justo a ella. Con la de gente que intenta mandar sobre tu vida sin cobrarte un duro…

Igual que la prima de riesgo, el abismo fiscal y el rescate financiero son términos que, sepamos lo que son o no, forman parte de nuestras vidas, hablar de desahucios se ha puesto más de moda que el tupé en los años 50.  Y tal vez por eso sea que nos preocupa mogollón. O porque los medios se han puesto de acuerdo para meter estos temas en una de cada dos noticias. Y a ti, ¿qué es lo que te quita el sueño?

Las triquiñuelas de los bancos para que compremos sus pisos

¡3x2, 3x2! ¡Llévese un piso de gorra!

¡3x2, 3x2! ¡Llévese un piso de gorra!

El banco de inversión Nomura, que no lo conoce ni su padre, dice que los bancos españoles tienen prestados en total 300.000 millones €, y calcula que tardarán 24 años -¡casi un cuarto de siglo!- en recuperar el dinero que aún no les hemos devuelto.

A estas deudas hay que sumarle el atracón de pisos embargados se han pegao cuando los promotores inmobiliarios y la gente ha dejado de pagar las cuotas porque compraron una vivienda por encima de sus posibilidades reales, sobre todo cuando el Euríbor subió tanto, y porque los bancos no eran todo lo exigentes que sí son ahora.

Según a quien preguntes, los pisos sin vender son desde algo más de 680.000 hasta un millón y medio, la tercera parte de ellos en las costas de Levante, con Castellón como la indiscutible Miss Ladrillo de toda España.

Como los bancos son el problema y la solución al mismo tiempo, aunque se empeñen en vernos a nosotros de la misma manera, han decidido que, ante problemas inquietantes, soluciones a toda costa, para descongestionar los ladrillos que asfixian sus cuentas de resultados.

Con la original y populista campaña Plan, Mi Pueblo, la Caixa intenta engatusarnos para colocarnos un piso en el pueblo, en la montaña o donde veraneábamos cuando éramos pequeños. Saca a la palestra 1.300 pisos, que ofrece financiar si cumplimos sus exigentes requisitos. Cuestan a partir de 60.000 € y está dispuesta a escuchar ofertas. A duras penas podemos pagar el piso como para pensar en una segunda residencia…

Papá Botín del Santander, que tampoco sabe ya por qué orificio meterse los pisos, ha rebajado un 15% los que tiene a la venta, mientras el banco de su hija Patricia, Banesto, ha sacado a la venta en casaktua.com 1.200 pisos con un precio medio de 90.000 €, que pueden salir por 300 € al mes y, dicen, con descuentos que llegan al 70%.

El BBVA dice que no tiene ningún interés en quedarse con los pisos, pero tampoco veo yo mucho de su parte para dar hipotecas, como no lo veo en apenas ningún otro. Si nosotros casi se los hemos regalado a ellos, deberían hacer lo mismo ellos ahora por nosotros.

Se ve que la banca está muy preocupada por la vivienda en España -por la suya, claro-, lo cual choca con lo poco que, según el último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) realizado en mayo, nos quita el sueño.

La vivienda, que en otros tiempos nos preocupaba igual o más que el terrorismo, ha caído hasta la undécima posición, preocupando en primer lugar solamente al 4% de los españoles. Comprensible si lo que más nos angustia al 81,4% es tener trabajo, paso previo y fundamental para dar una entrada y pagar después el piso. Lo que no alcanzo a comprender son los nueve temas que se cuelan entre el paro y los pisos. ¿Los 10 mejores peinados, fútbol, hoteles con encanto?

¿Y dónde habrán hecho para la encuesta? ¿En los barrios pijos la de los pisos y en la cola del INEM la del trabajo?