Uno de los bancos más orgullosos y cabezotas respecto a la cláusula suelo, el Popular, por fin ha sido tumbado por una sentencia del Tribunal Supremo, que llega 5 años después de iniciarse la batalla legal.
Este Alto Tribunal español, el máximo que hay en nuestro país, ha dado la razón a unos clientes representandos por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Definitivamente el Supremo ha reconocido que el suelo de las hipotecas del Popular es nulo por que no cumple con los requisitos de transparencia en su contratación que se exigen y que ya fueron dejados muy claritos el 9 de mayo de 2013, fecha histórica de la primera sentencia del Tribunal Supremo contra el suelo, en esa ocasión contra BBVA, Cajamar y la actual Abanca.
Esta nueva sentencia proviene de un caso antiguo, cuyo paso anterior había sido la Audiencia Provincial de Madrid, donde el Banco Popular ya recibió una sentencia en contra, que recurrió con la excusa de que todos los casos eran del BBVA y que sí había informado de forma transparente de la cláusula suelo. Pero el Supremo no lo ve así y ha declarado la anulación de todas las cláusulas suelo del Banco Popular, lo que se supondrá dejar de ganar 90 millones de euros al año.
No se ha dicho ni pío de retroactividad, por lo que de momento no parece que se vaya a declarar nulo el suelo desde antes de esta fecha ni se vayan a devolver las cantidades cobradas de más, si bien los afectados se pueden acoger a otra sentencia de hace un año del Supremo, que reconoce que se puede reclamar el dinero desde el 9 de mayo de 2013.
El BBVA también se ha llevado lo suyo por parte del Supremo, en este caso con la cláusula de vencimiento anticipado, ya que con el suelo se vio obligado a eliminarlo tras la mencionada sentencia pionera de 2013.
La cláusula de vencimiento anticipado se trata de un supuesto en que el banco exige al cliente todo el dinero de la hipoteca solamente con que éste no pague una cuota. Esto ha terminado en muchos desahucios, según la asociación de consumidores Adicae, que aprovecha esta situación para denunciar que todavía se producen unos 80.000 desalojos cada año.
Actualmente, la hipoteca no se ejecuta hasta que no hay tres recibos sin pagar (antes eran 6), pero algunos bancos como el BBVA, metieron en sus contratos esta cláusula por la cual agilizaban el proceso tras un solo impago.
El BBVA ha sido condenado porque el Tribunal Supremo entiende que esta cláusula no da tiempo al cliente a reparar el daño, es decir, que se le aplica un castigo a las primeras de cambio, sin darle opción a más.