Un abuso como la cláusula suelo da mucho de sí. Hay un nuevo acontecimiento en vísperas de conocerse la sentencia de la macrodemanda de Adicae, de 15.000 afectados contra 101 bancos.
Esta demanda solicita la anulación del suelo de tooooodas las hipotecas, así como la devolución del dinero pagado de más durante todo el tiempo que su diferencial más Euríbor ha estado por debajo del límite mínimo a pagar que es el suelo.
Dicha sentencia se prevé favorable a los clientes, si bien el gran escollo a salvar es la devolución del dinero, pues no se sabe si será toda, ninguna o sólo desde el 9 de mayo de 2013, como ya ha reconocido el Tribunal Supremo.
Aunque los bancos pueden recurrir la sentencia y falta mucho para que llegue al Supremo y el dictamen sea definitivo, tendrá mucha repercusión mediática y contra la reputación de la banca.
Lo mismo pasa con este nuevo acontecimiento: la Comisión Europea está de acuerdo en que la banca pague a los afectados por la cláusula suelo todo el dinero cobrado de más y no sólo desde el 9 de mayo de 2013. Su argumento es que si una cláusula es ilegal lo es desde el inicio y no desde determinada fecha. Tiene razón.
La banca se defiende como gato panza arriba contra devolver el dinero, porque en conjunto tendría que desembolsar 20.000 millones de euros. Eso dejaría un roto en sus cuentas, pero como seguro que lo prevén han subido las comisiones y se esfuerzan por captar nuevos clientes en hipotecas, ya que en depósitos no puede por los pocos intereses que ofrecen a cambio debido a que los tipos de interés están muy muy bajos.
Los bancos más perjudicados son Sabadell, Popular, Caixabank, Liberbank, Bankia, Banco Mare Nostrum, Unicaja e Ibercaja. Los únicos clientes que hasta ahora han conseguido la devolución del dinero ha sido a golpe de sentencia judicial. Y no en todos los casos se dicta la devolución del dinero, a veces sólo se acuerda la anulación desde el suelo desde la demanda.
Este informe de la Unión Europea sólo afecta por el momento a BBVA, Cajamar y Abanca, pero puede terminar en una sentencia firme del Tribunal de Justicia de la UE que obligue a los demás a hacer lo mismo. Estas batallas nos acercan al fin definitivo de la cláusula suelo, algo que los bancos implicados saben que acabará ocurriendo tarde o temprano. Por eso algunos se anticipan y otros resisten como Numancia hasta que se les obligue directamente a anular el suelo y/o devolver hasta el último céntimo.