¿Cómo te relacionabas con el banco hace 15 años? Yendo a la oficina, con el cajero automático -donde aún no se podían hacer ingresos- y poco más.
Aunque la banca online empezó en España en 1997 con Bankinter, fue ING -que llegó dos años más tarde- quien la popularizó. Era un banco sin oficinas, aunque se ha rendido a la evidencia y ya tiene algunas, que ofrecía una cuenta a la que sólo podías acceder por Internet o por teléfono.
Esto de no tener empleados con los que hablar cara a cara, una sede a la que ir, ni dinero que tocar, fue toda una revolución difícil de entender para muchísimos clientes, acostumbrados a ir al banco o al cajero para todo: contratar una cuenta, hacer una transferencia, pagar un recibo…
A pesar de que en España llevábamos 10 años con Internet (desde 1993), la banca online daba desconfianza y no se concebía, pesaban mucho la oficina tradicional y el cara a cara. Sin embargo, poco a poco, sobre todo gracias a las nuevas generaciones, el mundo online se ha hecho tal hueco que hace pocos meses vimos la primera hipoteca que se comercializa exclusivamente por Internet, en Coinc -una empresa de Bankinter-, en la que sólo ves a alguien cuando firmas en la notaría.
Hasta llegar aquí, la banca ha hecho un fortísimo esfuerzo por digitalizarse: aplicaciones móviles para gestionar las cuentas o pagar con el teléfono… Cajeros en los que se ingresa dinero o no hace falta operar con tarjeta… Hipotecas online, que llevan años siendo las más baratas del mercado…
Si en la primera década del siglo XXI vimos la irrupción de muchos bancos e hipotecas online, en esta segunda el gran protagonista del acelerón digital ha sido el teléfono móvil, nuevamente sobre todo de la mano de las generaciones más jóvenes, que han nacido con Internet.
Si hace poco os contaba que el futuro será contratar las hipotecas por el móvil, el presente parece que ya quieren que pase por mirar, comparar y pedir información de hipotecas a los bancos a través del teléfono.
Con esa vocación nace Finteca, la primera aplicación móvil gratuita española sobre hipotecas, que salió en enero. Por ahora sólo para Apple, o sea productos Mac, iPhone o iPad. Para Android te piden en la web que dejes tu correo electrónico y ya te avisarán cuando la tengan.
La idea es buena y nuevamente tira de la gente más joven y urbanita, la de las prisas y el móvil todo el día en la mano, si bien en las zonas rurales donde el banco queda a kilómetros es donde más puede ayudar, pero en ese caso una buena web haría lo mismo que el teléfono y, consultada en un ordenador, se ve en pantalla más grande.
Piensan que quien la use tendrá entre 28 y 42 años y pedirá su primera hipoteca, aunque no se cierran a ninguna edad ni ningún tipo de cliente. Creen que servirá para los que no tienen ni idea, los más jóvenes que nunca han pedido una hipoteca, por eso incluyen una guía hipotecaria, además de un simulador, un comparador, un gestor documental…
Es que es la clave de todo. Para contratar una hipoteca, hay que conocer muchos términos técnicos para no perderte en un mundo plagado de trampas y abusos, algunos todavía legales. Y precisamente los más jóvenes y los que nunca han pedido una hipoteca son los que están más pez.
Por eso creo que hay que incluir una super enciclopedia con los contenidos muy mascaditos, para que mirar hipotecas no te suene a chino, algo que a veces también le pasa a quien ya he contratado una, por aquella mala costumbre que tenemos de firmar sin saberlo ni entenderlo todo.
Van a la gente joven, a los que están acostumbrados a utilizar banca digital y aplicaciones móviles para todo, a esos que lo quieren todo sin pisar una oficina. Es una gran apuesta, pero costará implantarla porque el presentismo de la oficina aún nos pesa mucho, todavía preferimos el cara a cara, sobre todo si somos novatos en algo.
Pero, con una buena información y educación financiera, y con muchas más hipotecas online, quizá veamos que se implanta en la próxima década. La revolución digital parace que llega y nos come pero luego, en la práctica, se asienta de forma lenta y gradual, aunque aquí vemos que el terreno ya está abonado y sembrado.
¿Terminarán desapareciendo las oficinas? No creo… Por mucho que los hijos o nietos de los jóvenes de ahora se apunten al carro de la modernización tecnológica, hasta que no podamos sacar o ingresar dinero con el móvil, o que desaparezca por completo el uso del dinero en efectivo, seguirá habiendo -como mínimo- cajeros automáticos.