A veces me da la sensación de que, a pesar de cumplir años, no pasa el tiempo porque desde que empezó la crisis, éste siempre es el mejor momento para comprar una vivienda.
Con la poca credibilidad que puede tener a estas alturas decir que el momento presente es el más idóneo para gastarse los cuartos en cuatro paredes con un techo, el INE -ese padre de todas las estadísticas al que damos la misma o más credibilidad que a San Google- ha lanzado alegremente el bulo científico de que la compraventa de pisos ha aumentado un 18,6% en febrero de este año respecto al del año pasado.
Dadas las ansias que tenemos de ver la luz blanca al final del túnel, y no para morirnos sino para resucitar, nos creemos cualquier canto de sirena con un poquillo de sello oficial que nos llegue, sin tener en cuenta que viniendo del fango inmobiliario, cualquier cifra antes normalita ahora puede ser la repera.
No dudo de que sea cierta, además de histórica, pero sí sospecho que no es oro todo lo que reluce y que la mayoría de estas compras y ventas son ejecuciones bancarias, que en cristiano son embargos de pisos que están sirviendo para dar vidilla a las inmobiliarias en Bolsa, vendernos esperanza y dibujarnos una sonrisa.
La triste y fea realidad es que la compraventa entre particulares no crece, pero al menos tampoco disminuye (de momento).
Entonces, ¿sigue siendo un buen momento, el mejor, para comprar piso? Pues sí y no. Sí, si tienes el dinero o quien te lo preste. El IVA sube del 7% al 8% a partir del 1 de julio para las casas nuevas y desde el próximo enero se acabó lo guay de desgravarse la vivienda en la Declaración de la Renta tal y como lo estábamos haciendo hasta ahora.
No, si no tienes dinero ni quien te lo preste, si estás en el paro o tu puesto de trabajo peligra o si crees que no podrás hacer frente al pago, porque por mucho que el Gobierno se empeñe en ponernos estos caramelitos y la Bea nos anime hasta con pompones, si el curro está mal, el sueldo peor y el banco no suelta la pasta, no te compras el piso ni con recomendación del Vaticano.
Hay quien piensa que esta cifra significa que estamos saliendo de la crisis… Juzga por ti mismo esta ecuación tan molona: la construcción de casas ha bajado a la mitad, los precios han encadenado 29 meses de descensos (si bien parece que se han estabilizado y los poderes del Averno hacen lo posible para que no bajen más) y el Euríbor vive una época dorada de récords irrisorios, aunque ya empieza a ponerse de puntillas.
Y qué decir sobre las hipotecas… No terminan de despegar aunque un consejero de Banesto vaya por ahí diciendo que su banco dio un 3,6% más. Será porque partían de cero… Menos mal que el Gobierno va a poner más difícil lo de que nos embarguen.
Ya le hubiera gustado a Nicholas Cage, al que han embargado tres mansiones por no pagar la hipoteca. Qué lástima da ver lo de “actor en bancarrota”. Me se parte el corazón de pensar en lo millonario que es porque lo que es en lo demás… ¡Ni una miajita de pena!
Buen finde primaveral, espías.