Los notarios están que lo tiran. En este caso nos tiran un salvavidas para que podamos discernir con mayor claridad si tenemos alguna cláusula abusiva en la hipoteca o si nos la quieren colar en ofertas bancarias que tengamos entre manos.
Cláusula suelo, clips, swaps, intereses de demora, redondeo al alza… ¡Hay tantas cosas de las que huir…!
Esta ayuda viene en forma de página web, creada por el Órgano de Control de Cláusulas Abusivas (OCCA) del Consejo General del Notariado, máximo órgano en el que se agrupan los notarios.
La web en cuestión recopila sentencias de juzgados lo Mercantil y de Primera Instancia, Audiencias Provinciales, Tribunal Supremo y Tribunal Europeo que vayan sobre cláusulas abusivas de las hipotecas, tanto si son sentencias firmes como si aún están en trámite. El caso es que podamos consultar si hay algo que huele mal en algún término de la hipoteca que no nos suene bien.
También podemos consultar la normativa vigente que nos atañe como consumidores y una revista digital con artículos de expertos en la materia. Ante tanta desinformación generalizada y, con el bajo nivel que en general se tiene sobre estos temas, esta herramienta es un lujo informativo que nos viene de perlas.
La web tiene un apartado que define qué es una cláusula abusiva y otro con las que ya han sido declaradas nulas o abusivas. A la derecha aparece un buscador muy interesante que nos facilita encontrar la información.
Se supone que el notario es nuestro aliado durante la firma de la hipoteca. Y no sólo porque se vaya a hacer pis o mire para otro lado cuando el sobre con dinero en negro cruza la mesa. Ese sobre con el que se paga lo que no se quiere declarar en la escritura para no chinchar más plusvalía.
También está de nuestro lado porque debe informarnos si en el contrato de la hipoteca ha detectado que hay alguna cláusula abusiva, tanto si va contra la ley de los consumidores, como si tiene una o varias sentencias o demandas judiciales en contra. Si ves que el notario no está muy colaborador, pregúntale directamente; no te cortes: aunque ponga cara de que le molesta, le pagas un dineral por vigilar y echar una firma.
Ya no hay excusas para hacer el canelo con el banco. Si algo te chirría, mira esta web o pregunta al notario, que luego es muy aburrido y muy caro sufrir las consecuencias, pedir que te lo quiten o denunciar ante los tribunales.