El Euríbor nos va a dar la operación salida de las vacaciones. Aunque el chupinazo que ha dado es más bajo, por primera vez en muchos meses, al haber cerrado junio en el 2,144% las hipotecas serán más caras porque hace un año el Euríbor estaba en el 1,281%.
El Euríbor sigue pico y pala, pico y pala, con la insistencia de un adolescente que quiere ligar sí o sí en una discoteca. El pico es para escalar y la pala para enterrarnos bajo ese montón de subidas, que suponen un montón de intereses que no se alivian con esta escuálida bajada.
Aunque baja un poquitín, las hipotecas que se revisen con este Euríbor subirán unos 740€ al año, lo que viene siendo unos 60 € más al mes, que antes podíamos dedicar a otra cosa que no fuera pagar el piso, por el que ya pagamos bastante al banco.
Este paroncillo, el primero del año, no durará mucho más, pero nos da algún respiro porque de no haber bajado un poco las hipotecas serían aún más caras.
Quienes tengan cláusula suelo ven cómo el juego está cada vez más cerca de igualarse, pues para ellos no hay subidas ni bajadas que valgan si el Euríbor + el diferencial no llegan, como mínimo, al 2,5%. La envidia es el deporte nacional, así que por qué no sentirse contentos de que los demás tengan que pagar ahora igual que teniendo cláusula suelo. Mal de muchos, consuelo de pocos. ¿O era tontos?
Las cláusulas suelo están en una de cada tres hipotecas firmadas en España, así que no son pocos. Lo de tontos lo dejo para los bancos, que son los que realmente piensan que lo somos, aunque ellos ni tengan ni un pelo de serlo.
Junio ha sido un mes de encefalograma plano para el Euríbor, con menos cambios que la pilila de un viejete. Es así porque al coñazo/latazo que nos da el Banco Central Europeo (BCE) con que va a subir los tipos de interés en julio y, seguramente, otra vez a lo largo de este año, se contrarresta con los rumores del segundo rescate financiero de Grecia, donde vuelven a estar a tortas porque la economía sigue patas arriba.
El Euríbor no está sujeto a nada oficial, solo es el precio al que los bancos se prestan dinero unos a otros y es muy susceptible a los rumores, igual que la Bolsa, por eso sube y baja.
Debería calcularse en una peluquería, en la cola del súper, las revistas del corazón o los programas marujiles de la tele, que para el caso sería lo mismo y seguro que nuestros cotilleos no harían que subiese tanto, por la cuenta que nos trae.