Los resultados de los bancos durante los tres primeros trimestres del año, no son los que esperaban.
¿Y qué hacen? ¡¡Subirnos las comisiones!! Para maquillar y mejorar sus resultados, y no pasarlas tan canutas en 2011, el Banco de España confirma que la banca sube las comisiones por apertura de hipotecas y por el mantenimiento de cuentas y tarjetas.
Es muy fuerte que lo hagan, no porque tengan pérdidas, nooooo, sino ¡¡porque están viendo que no van a tener tantas ganancias como el año pasado!!
¿Ah? ¿Y nosotros sí? ¿Nosotros ganamos más dinero, si muchas empresas no te suben ni el IPC en la nómina? ¿O es que acaso sus servicios se han incrementado o mejorado tanto como para que se justifique una subida en las comisiones? ¡¡Tampoco!!
Es más de lo mismo. Después de que hayan percibido 30.000 millones de euros de los que aportamos como contribuyentes para que no se vayan a la deriva, ahora van y nos facturan su salida de la crisis una vez más.
Olvidémonos de las hipotecas con un diferencial por debajo del 1%, que es lo que están poniendo ahora como mínimo, y de las hipotecas sin cláusula suelo, por las que, no obstante, debemos seguir peleando.
Olvidémenos también de las comisiones de apertura inexistentes o razonables, que ahora suben del 2,68% (media de 2009) al 2,72%, lo que supone que tenemos que pagar de media unos 600 euros.
Nos ajustan los cinturones en vez ajustar ellos su margen. No se dan cuenta de que las medias naranjas, incluso las naranjas completas, cuanto más se exprimen menos zumo tienen. Es como la pesca del atún rojo, que está regulada por algo, porque no se puede pescar y pescar sin dar tiempo a reponer, y los bancos son incansables en la pesca de nuestros ahorros, pero no nos dan tiempo de reponernos anímicamente de sus palazos ni de reponer la pasta con la nómina, el que la tenga.
A ellos sí que habría que ajustarles las cuentas con leyes estrictas en la regulación de las porquerías de cláusulas y otras movidas que nos obligan a firmar. No te ponen una pistola en la sien, hacen algo peor: te dicen que no te conceden el préstamo y te quedas sin casa. A veces hay algo peor que morir, que es vivir sufriendo.
Los pozos sin fondo también tocan techo y las gallinas de los huevos de oro se quedan tan anoréxicas como las chavalas de la pasarela Cibeles. Pero, ahora, mientras se cuente con la connivencia del Banco de España, la vista gorda de los políticos y el silencio de los ciudadanos afectados, podrán seguir exprimiéndonos, explotándonos, sangrándonos y ajustando nuestras cinturas sin que nadie les meta en cintura a ellos.
Hoy por hoy, una entidad que te cobre lo mínimo o que no te cobre es como una botella de agua fresca en el desierto: o no la ves o, si la ves, es un espejismo.