A la hora de buscar y comparar hipotecas hay que tener en cuenta muchos factores, no sólo el diferencial, que es lo que más grande ponen los bancos en sus publicidades de Internet, folletos y escaparates. La hipoteca más barata no tiene por qué ser la que tiene el diferencial más bajo.
Una hipoteca es más que el diferencial: también hay que mirar cuánto interés fijo cobra al principio y durante cuánto tiempo… Si tiene poca, mucha o ninguna vinculación… Si cobra comisiones, cuáles y de cuánto… Y, entre otras cosas, cuántos intereses pagarás si la pones a más o menos plazo, que es otro de los errores más comunes.
Ponerla a un plazo largo nos da cuotas más cómodas, pero nos hace pagar muchos más intereses. Para calcular sin equivocarnos y sabiendo los muchos miles de intereses que al final le habremos dado al banco lo mejor es calcularlo previamente en un simulador. Por eso hay que ajustar el plazo a lo más corto posible, teniendo en cuenta que eso no nos ahogue y que el Euríbor puede subir haciéndonos pagar más que ahora.
Éste es otro de los errores: la cuota que ahora pagas también tienes que poder afrontarla si de repente te bajan los ingresos, te quedas en paro o sube un porrón el Euríbor. Y en ningún momento debe suponer más de lo que ingresamos para no vernos con el agua al cuello.
Para prever bien los gastos hay que mirar también las comisiones. ¿La hipoteca ideal? ¡¡La que no tiene!! Ni apertura, ni por amortizar, ni por cancelar, ni por tener tarjeta de crédito, ni por respirar. Por nada. Imagina que recibes un dinero inesperado o has ahorrado bastante y quieres liquidar parte de la deuda, algo super recomendable para que te bajen los intereses a pagar y los años para hacerlo. Qué piiiiiiii que el banco te cobre por hacerlo, ¿no?
¿Y qué me cuentas de la vinculación? Sí, sí, es a cambio de rebajar el diferencial… ¿Pero sabes cuánto te subirá la hipoteca? Para eso está la TAE (Tasa Anual Equivalante), que te calcula todo lo que gastas al año en la hipoteca repartido en 12 meses. De nada sirve tener un diferencial más bajo si luego se te va por ahí más dinero con el seguro de hogar, el de vida y el plan de pensiones que te impone el banco para bajarte el diferencial.
¡Ah! Y no tienes por qué contratar ningún seguro ni nada si no quieres. ¡¡No son obligatorios!! Para la hipoteca namás que hace falta un seguro contra incendios, que suele venir dentro del seguro de hogar, que puedes -al igual que cualquier otro producto- contratarlo con quien te dé la gana, ahorrando hasta la mitad de lo que pagarías con la empresa que te diga la entidad, siempre que esté asociado a la hipoteca.
Hipotecarse es un mundo, pero para que no te se haga un mundo, ten en cuenta estas cosas y saldrás ganando porque saldrás ahorrando.