Archivo de la etiqueta: Defensor del Pueblo

Ecuador demanda la Ley Hipotecaria española por los desahucios

Con dos cuyons, llega el Indiana Yons de las hipotecas

Con dos 'cuyons', llega el 'Indiana Yons' de las hipotecas

¿Qué te parece que la Defensoría del Pueblo de Ecuador haya denunciado la Ley Hipotecaria española por las ejecuciones de préstamos que no se devuelven?

¡Y nada más y nada menos que ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo! Juaska.

En el último año los consulados de Ecuador en España han atendido a 6.000 compatriotas que se quejan del trato recibido por los bancos cuando han dejado de pagar la hipoteca.

Lo peor es que creen que la banca está amparada por una ley que les ayuda a pasarse por el forro los derechos fundamentales de las personas, al no dejar derecho a réplica ni juicio justo cuando te ejecutan la hipoteca.

Pues bienvenidos al club, bienvenidos a la realidad. No se tiene por qué tratar diferente a las personas sólo porque sean de aquí o allá. Pero desde luego manda huevos que tenga que ser otro país, del que se recibe inmigración, el que ponga los puntos sobre las íes sobre las ejecuciones hipotecarias, que son malas e injustas para todos, independientemente de su nacionalidad.

Los ecuatorianos son una de las comunidades más numerosas en España y se quejan, como muchos otros españoles y de otras nacionalidades, de los abusos bancarios respecto a las hipotecas. Por eso su país se ha propuesto defenderles en el extranjero y sentar un precedente en el tema de moda con permiso del paro: el drama de los desahucios.

Ya sabíamos desde hace tiempo que al presidente de este país sudamericano, Rafael Correa, la parecía fatal cómo está montado en España el tinglado de las hipotecas. Lo dijo incluso cuando nos visitó en marzo de 2012, recalcando que el riesgo que asumimos al pedir dinero al banco para comprar una casa es excesivo y, por tanto, el sistema le parece inmoral.

La preocupación le viene de que a muchos de sus compatriotas que han emigrado a España les han ido mal las cosas, dejando de pagar la hipoteca, viendo cómo el banco les ha embargado el piso y les ha seguido reclamando la deuda pendiente porque el dinero obtenido con la subasta no ha cubierto toda la hipoteca. O sea lo mismo que hace la banca con todos los que no pagan.

Yo sabía que este tío se quejaba de nuestras hipotecas pero no imaginaba que, tiempo después, iba a llegar tan lejos la cosa. Los ecuatorianos ya estaban con los huevos de corbata porque, en noviembre de 2011, la flamante entidad conocida como Bankia vendió 575 de sus hipotecas al Banco Pichincha.

Mmm… Un banco de Ecuador que casualmente se había instalado 8 meses antes en España con intención de hacer negocios. Y es que se dice que los bancos han perdonado la deuda pendiente tras la subasta, es decir, han aceptado la dación en pago (el piso a cambio de cancelar toda la hipoteca) a algunos inmigrantes que se han arruinado y han vuelto a su país.

Pero… ¿Qué ocurre si tu hipoteca ya no la tiene un banco español y sí uno de tu país? Pues que podría perseguirte hasta tu tierra natal para cobrar la deuda y por eso les entró el canguelo. Sea como fuere, estoy deseando ver en qué acaba esta demanda, porque si a raíz de ello se cambiara la Ley Hipotecaria nos beneficiaríamos todos, no sólo los ecuatorianos.

Las hipotecas y los desahucios nos quitan el sueño

Vaya por Dios... No poder pagar la hipoteca y que me echen del piso no me han dejado pegar ojo esta noche...

Vaya por Dios... Que el vecino del quinto no pueda pagar la hipoteca y le vayan a echar del piso no me ha dejado pegar ojo esta noche...

Así como en otros tiempos el terrorismo, la corrupción, la inmigración o los políticos eran las mayores preocupaciones de los españoles, ahora las cosas son ligeramente diferentes.

Junto al paro, que es lógico que preocupe más que nunca al 80% de los españoles, se han metido en la lista las hipotecas y los desahucios.

Esto se sabe por dos cosas. Una es el resultado de las dos últimas encuestas que ha hecho el CIS, Centro de Investigaciones Sociológicas que, con las mismas siglas, bien podría llamarse Cotilleos de Interés Social.

El 6,3% de los encuestados en noviembre y el 5,7% en diciembre dijo que los desahucios les quitan el sueño. Aunque asín a priori no parece una cifra alta, es toda una novedad porque no había aparecido nunca entre los malos rollos de los que nos quejamos en esta encuesta.

Muy relacionados con las hipotecas y también con los desahucios, y cuando deberían ser la solución y no el problema, los bancos se cuelan entre nuestros desvelos, preocupando al 8,4% de los españoles en noviembre y al 7% en diciembre. ¿Sólo?

Es mucho y poco a la vez teniendo en cuenta que al 9,5% de la gente preguntada en noviembre y al 17,2% de los interrogados en diciembre les molestan también la corrupción y el fraude, otro gran problema con el que perdemos igual o más pasta que con los bancos.

La otra cosa es que han aumentado un 20% las quejas que en 2012 recibió la Defensora del Pueblo, una chorba llamada Soledad Becerril. La gran mayoría son por temas económicos: además de las preferentes, el paro y el cobro de prestaciones sociales, en esta lista están -cómo no- las hipotecas y los desahucios.

¿Y qué hace esta buena mujer con las quejas que recibe? Jia, jia. Cobra por lo que a muchos les gustaría hacer: recordar a los gobernantes lo que tienen que hacer, mandarles sugerencias y recomendaciones sobre los problemas que denunciamos.

Quejarse al Defensor del Pueblo se puede hacer hasta por Internet, pero es meramente testimonial. Sirve para que esta señora lo sepa, tu queja conste en algún sitio y algún medio lo publique si, junto a ti, otros se quejaron de lo mismo. Pero nada más. Con la de gente a la que le gustaría cobrar por poder decir a los demás lo que tienen que hacer y le ha tocado justo a ella. Con la de gente que intenta mandar sobre tu vida sin cobrarte un duro…

Igual que la prima de riesgo, el abismo fiscal y el rescate financiero son términos que, sepamos lo que son o no, forman parte de nuestras vidas, hablar de desahucios se ha puesto más de moda que el tupé en los años 50.  Y tal vez por eso sea que nos preocupa mogollón. O porque los medios se han puesto de acuerdo para meter estos temas en una de cada dos noticias. Y a ti, ¿qué es lo que te quita el sueño?

Del pisazo de papá a la choza de consolación

¡Es mi minipiso y me lo quedo!

¡Es mi minipiso y me lo quedo!

¿A qué puede aspirar hoy día una pareja en la que cada uno cobra alrededor de mil euros al mes? A comprar un piso que tenga de media 69 m2, según el estudio que acaba de publicar el IESE.

Parece una birria, pero si tenemos en cuenta que en 2008 el sueldo mileurista que padecemos solo nos daba para 56 m2, lo mismo hasta vemos un avance. En Huelva o Lleida podríamos comprar pisos de 90 y 87 m2, respectivamente, mientras que en San Sebastián, Barcelona y Madrid -previsible- habría que encajonarse en casas de 29, 39 y 45 m2, respectivamente.

Lejos quedó la época de nuestros padres en la que comprabas un piso nuevo de tres dormitorios, con una cantidad decente de metros, uno o dos baños, e incluso una larguísima terraza, que como mínimo era coqueta. Para dos parecía mucho, pero como enseguida se ampliaba la familia… Hoy en día ampliar, lo que se dice ampliar, te lo puedes plantear con algún pájaro o pez, porque el kilo de niño está muy caro.

Nuestros padres pagaban una entrada razonable y no se (d)esposaban más que entre ellos. ¿Quién dijo bancos? El constructor financiaba la compra, que devolvían en letras, en general no durante más de 10 o 15 años.

No podemos pretender comprarnos con 25 o 30 años el piso que nuestros padres construyeron en una vida, pero cierto es que comparar su juventud con la situación actual, nuestra situación, deprime al más pintao porque hemos salido perdiendo.

Necesitamos a los bancos como las flores a la lluvia y el sol, y nos responden aprovechándose de mala manera. En vez de uno, hacen falta dos sueldos para, al final, ganar menos dinero y comprar un piso más caro.

Somos de las pocas generaciones en la Historia que estamos peor que nuestros padres. Somos la generación cangrejista: retrocedemos en derechos sociales, perdemos derechos laborales al dejar que nos pisoteen y no se nos aplique lo que costó sangre, sudor y lágrimas a otros conseguir en el pasado; y terminamos perdiendo la paciencia, la dignidad, el dinero y, en ocasiones, hasta la casa.

Si el precio de los pisos baja, nos podríamos permitir un espacio más amplio, pero como el Euríbor no para de subir, nuestro gozo se queda en el mismo pozo (el de los deseos…).

Según pisos.com el precio de la vivienda ha caído un 2,87% en lo que va de año. Según Tinsa, los pisos fueron un 5% más baratos en enero, un 4,5% en febrero y un 3,5% en marzo. Y el periódico The Financial Times cree que España seguirá los pasos de Portugal jugando al rescate.

Cifras, cifras, cifras… ¿Y realidades? El Defensor del Gilipollas, perdón, del Pueblo, ha dicho que la vivienda es demasiado cara -¿sa quedao calvo?- y que el 30% de los desahucios se podría haber evitado -¿solo?-.

Me voy a ir a una chabola y voy a pedir un piso pa’ que me realojen. Está visto que en este país es lo único que funciona.