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¿Sabes quién es realmente el dueño de tu hipoteca?

Sorpresa, sorpresa… ¡¡Tu hipoteca cambió de manos!!

¿Sabes si tu banco es realmente el dueño de tu hipoteca o se la ha vendido a un fondo buitre? Esto, que se en el argot bancario se llama titulizar hipotecas, ha sido habitual desde antes de la crisis.

Los bancos, agobiados por tener hipotecas chungas que se no pagan, las venden a otros para quitarse el marrón de en medio.

Bankinter se acaba de quitar de encima 500 hipotecas multidivisa para evitar los riesgos legales, pues son hipotecas de las que tendría que devolver muuuucho dinero si los tribunales lo ordenan.

Pero la cuestión no es sólo que esté mal que se libren del muerto sino que no te lo comuniquen. La mayoría de gente que tiene su hipoteca en manos de otros no lo sabe. Simplemente porque el banco no se lo ha dicho, y es legal… Tu banco se comporta como si la hipoteca siguiera siendo suya, te cobra mes a mes, blablabla, hasta que dejas de pagar.

Pero es en ese mismo caso cuando tienes todas las de ganar, porque es el único caso que están sancionando los jueces. Si el banco vendió tu hipoteca, no te lo dijo, y ahora quiere ejecutarla, no puede… ¡¡Porque ya no es suya!! Así que, en este caso, te puedes librar de perder la casa.

Aun así, no está bien que las entidades hagan y deshagan con las hipotecas lo que quieran y no tengan la decencia de contárnoslo. ¡¡Es nuestra hipoteca!! Y qué menos que saber a quién le debemos el dinero y a quién se lo estamos pagando, porque el banco que la vende a un fondo de inversión se limita a hacer de mero intermediario cobrándote la cuota, pero ya no tiene ningún derecho sobre ella.

Si ocurre, lo complicado es averiguar a quién le debes el dinero en caso de que la hipoteca se haya titulizado (vendido a otra empresa). Asociaciones de consumidores como Facua piden que se nos informe de a quién se le vende nuestra hipoteca, porque además de que es una información importantísima que nos concierne, es fundamental a la hora de resolver cualquier problema de pago, si es que nos vemos apurados para cumplir con la cuota.

La titulización de hipotecas ha sido una práctica frecuente desde hace más de 10 años. Los bancos más perjudicados económicamente era típico que hicieran cédulas, lotes de hipotecas tóxicas, las que tenían mayor riesgo de impago, y las vendieran por un 35% menos de su valor a fondos de inversión, muchos de ellos fondos buitre, para quitarse problemas de en medio, sin sospechar que con ello vendrían más problemas cuando se produjeran los esperados impagos.

Reunificación de deudas: cuándo conviene y en qué consiste

No siempre la unión hace la fuerza

No siempre la unión hace la fuerza

Que si la hipoteca de la casa… que si el préstamo del coche… que si la nueva nevera a plazos… que si el préstamo para los estudios… Hay veces que al final te juntas con un montón de deudas y se te hace muy cuesta arriba pagar, sobre todo si de repente te sube la hipoteca.

Esto pasó mucho durante la crisis, por la increíble subida del Euríbor al 5,39%,su máximo histórico en julio de 2008. Por eso la reunificación de deudas se extendió como la pólvora. Se trata de juntar en un solo préstamo todo lo que debes por diferentes cosas y pagar una sola cuota al mes.

La principal ventaja, y por lo que la gente lo suele hacer, es que baja la cantidad que pagas cada mes, puedes alargar el plazo o renegociar algunas condiciones que ya tenías.

El inconveniente es que, habitualmente, al alargar el plazo o juntarlo todo el interés es más alto y al final devuelves más dinero que si pagaras los préstamos de uno en uno como tenías firmado en un principio.

Si recurres a ello, léelo todo con la misma atención que una hipoteca y consulta a expertos antes de firmar algo que no entiendes. Cuando te ofrecen reunifircarlo todo en 48 horas, a veces no tienes tiempo de mirarlo bien y puedes meter la pata firmando algo que te alivia por un lado pero te perjudica por otro. Mira también si la empresa es de fiar. ¿Está inscrita en el Registro de Empresas? ¿Lleva muchos años funcionando? ¿Tienen sede física donde puedan atenderte?

Renegociar la deuda impide que tus interereses de demora sigan creciendo y que puedas pagar en cuotas más asequibles, sin perder la casa ni aparecer en una lista de morosos. A veces parece la solución cuando te suben las cuotas, te bajan los ingresos, pierdes el trabajo o todo a la vez.

Si ya apareces en lista de morosos, las empresas que practican la reunificación se comprometen a borrarte. Pero todo esto no es gratis. Firmar unas nuevas condiciones de la hipoteca o un nuevo préstamo (el de la reunificación) conlleva gastos de notaría y a veces abogados. También la empresa que lo gestiona todo te cobra una comisión que aumentará el interés final a pagar.

Entonces… ¿Reunificación sí o no? Pues depende de cómo te veas de mal. Hay que intentar no hacerlo para no incurrir en más gastos, pero siempre es mejor hacerlo antes que perder la casa, dejar de pagar o terminar soltando una millonada en intereses de demora.

Si no hay más remedio se ataja la situación, pero lo más importante es prevenirla. Nunca te endeudes por encima de tus posibilidades: siempre se recomienda que las deudas (todas, no sólo la hipoteca) no supongan más de un tercio de los ingresos familiares. Así se evitan sustos y sorpresas desagradables. Por eso, cuando calcules si puedes o no pagar una hipoteca, pon en el simulador qué cuota pagarías si el Euríbor sube al 5,39%. ¿Podrías asumirlo?

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Qué hacer si heredas una hipoteca

Se hereda todo: dinero o deudas

Se hereda todo: dinero o deudas

Puestos a heredar, se puede heredar todo. No sólo el dinero o el piso… También las deudas. ¿Pero sabes qué hacer si heredas una hipoteca?

Lo primero que debes hacer es contárselo al banco, ya que cada mes emite el recibo de la cuota a la cuenta asociada a la hipoteca, que estará a nombre de la persona fallecida. Después hay que ir al notario para leer el testamento y hacer los trámites oportunos.

Según el Código Civil, heredar es un derecho, no una obligación, así que puedes renunciar a la herencia si no quieres cargar con las deudas o no puedes pagar los costes que supone adjudicártela.

Lo puedes hacer de tres formas: renuncias completamente; recibes toda la herencia (incluyendo hipoteca y otras deudas) o aceptar la herencia a beneficiario de inventario. Esto último significa que se realiza una lista de todos sus bienes, se liquidan las deudas y cobras lo restante (si es que sobra algo).

¿Pero qué pasa si la hipoteca tiene más de un titular? Pues que en caso de aceptar la herencia te conviertes en cotitular de la hipoteca, lo que deberás informar al banco. En cambio, si no aceptas la herencia, el otro titular/es se tendrá que hacer cargo de la deuda en solitario.

Si hubiera avalista, te seguirá avalando igual en caso de que aceptes la herencia. Si la rechazas, también mantendrá el mismo papel hasta que la deuda esté completamente pagada.

Para arreglar el papeleo con el banco en cualquiera de los casos tienes que entregarle el certificado de defunción, el de últimas voluntades y testamento o declaración de herederos. Si aceptas la herencia, también el certificado de adjudicación de la misma (que se realiza ante notario) y el resguardo del pago del impuesto de sucesiones, si es que se paga en tu comunidad autónoma. Entonces el banco te entregará toda la información de lo que la persona fallecida tenía en la entidad (cuentas, depósitos, hipoteca, etc…). Si por el contrario has rechazado la herencia, deberás llevar la escritura pública de renuncia.

También puede ocurrir que la hipoteca fuera de las que llevan aparejado en la vinculación un seguro de vida. En ese caso hay que entregar toda la documentación al banco y al seguro, y después comprobar si es de esos seguros que pagan toda la hipoteca o sólo la parte de la persona fallecida. En ese caso, los herederos no tienen que pagar nada.

Los derechos más desconocidos de las hipotecas

Pongamos luz donde más se necesita

Pongamos luz donde más se necesita

Cuando te comprometes con una hipoteca tienes muchos deberes… pero también derechos. Aprovechándose del gran desconocimiento generalizado en la mayoría de la población sobre el tema, la banca ha realizado multitud de tropelías como el redondeo al alza de las cuotas, intereses de demora abusivos, y la tristemente archifamosa cláusula suelo, entre otras cosas.

En todo ese océano de desconocimiento flotan algunos derechos fundamentales que tenemos y que a veces no sabemos, o no recordamos. Que no nos dé vergüenza usarlos o hacerlos valer, son nuestros y podemos utilizarlos.

Uno es el derecho a elegir la vinculación que se asume con el banco. No tienes por qué firmar cosas que no quieras. Lo único obligatorio es el seguro contra incendios, que entra dentro de las coberturas del seguro de hogar. Lo demás es opcional y sólo debes firmarlo si te interesa tenerlo (a ti, no al banco), porque esa bajada del diferencial que consigues a cambio de verdad compensa lo que pagas de seguros y otra vinculación, porque has calculado que de verdad ahorras. Míralo bien porque no siempre es así.

En caso de que asumas esa vinculación, tú puedes elegir con qué empresa contratar los seguros, no tiene por qué ser la que diga el banco. Lo único que te puede exigir es que, si te comprometes a tener seguros, lleves una póliza que lo demuestre, independientemente de cuál sea la aseguradora. Por defecto te hacen contrato con sus empresas, porque así ganan más dinero, pero puedes cambiarte a la que tú quieras, o incluso anular el seguro, porque sólo es necesario durante un tiempo para mantener el diferencial más bajo.

También puedes ir desde tres días antes al notario para que te explique con pelos y señales qué vas a firmar en la hipoteca, avisándote si ve algo raro. Este asesoramiento es gratuito, porque entra dentro de todo lo que pagas por sus servicios.

El banco también está obligado a contarte todo lo que firmas con la hipoteca, tanto derechos como obligaciones, así que no te vayas de la sucursal sin tener todo más claro que el caldo de un asilo.

Otra cosa que los bancos solían imponer, y desde hace un tiempo tenemos derecho a elegir, es la tasadora. Si la compra de una casa se realizar mediante hipoteca es obligatorio que una empresa independiente y profesional tase la vivienda. No tiene por qué ser la tasadora del banco, puedes escoger la que te parezca. Además ahorrarás dinero con ello.

Si las cosas te van mal y no puedes pagar todas tus deudas, tienes derecho a elegir cuál afrontar primero (casa, coche, préstamo personal…) y no la que te diga el banco. Y si al final ejecutan la hipoteca, puedes vivir en la casa mientras dure todo el proceso, que se puede prolongar durante más de un año.

Cómo calcular qué piso, hipoteca y cuota te puedes permitir

Irás de frente y te mirarán el perfil

Irás de frente y te mirarán el perfil

Antes de comprar una casa debes asegurarte de que cumples el perfil que los bancos quieren hoy en día, más exigente que el que pedían durante el boom inmobiliario.

Por un lado se deja a mucha gente fuera de la compra, que sigue siendo la opción mayoritaria. Pero por otro está bien acotar el acceso de forma prudente para que nadie se endeude por encima de sus posibilidades.

¿Y cuáles son mis posibilidades? Es lo que te estarás preguntando. ¿El banco me dará la hipoteca? Pues depende de tus ingresos, el dinero que pidas y el gasto que la hipoteca te suponga al mes.

Lo primero que recomiendan es que no compréis un piso que cueste 4 veces la cantidad de dinero bruta que entra en casa en un año. O sea que si tú solo ganas 20.000 € o entre los dos llegáis a 50.000 €, la vivienda no debería costar más de 80.000 € ó 200.000 €, respectivamente. Según el Banco de España, actualmente destinamos entre 5,5 y 6 años de salario a pagar la hipoteca, cifra que llegó a nueve años con los pisos comprados durante la burbuja inmobiliaria.

También se aconseja que todas las deudas de la familia no superen un tercio de los ingresos mensuales. Si ganáis 2.500 € al mes, la hipoteca no debe superar los 830 € en caso de no tener otras deudas como el coche o préstamos personales, de estudios, etc. En ese caso, todo debe sumar un tercio de las ganancias mensuales.

Éste es el tope, así que la cuota inicial debería ser más baja, puesto que el Euríbor subirá algún día y el préstamo puede dispararse por encima de vuestras posibilidades, algo que ha ocurrido bastante durante la crisis, ahogando a muchas familias, algunas de las cuales han terminado en la calle.

Entre las cuentas que se deben echar antes de pedir una hipoteca, está la de cuánto puede subir el Euríbor (su máximo histórico es del 5,39%) y en cuánto se me puede poner la hipoteca. ¿Lo podré asumir? Es la pregunta del millón y la que evita futuros sustos y disgutos si tienes una hipoteca a interés variable.

Los bancos no suelen dejar más del 80% del valor de tasación o del precio del piso, el que resulte más bajo. Esto nos lleva a tener ahorrado, como mínimo, el 20% de lo que vale la casa, a lo que hay que sumar en torno al 10% del precio total, que es lo que cuestan los gastos de compraventa (notaría, registro, tasación, etcétera).

Por último, averigua cuál es la media de dinero que los bancos prestan en tu comunidad autónoma. La cosa va de los más de 170.000 € en Madrid a algo más de 60.000 € en Extremadura. A ti te pueden dejar más o menos según tu perfil, ahorros y precio del piso, pero te puede servir de orientación.

Además de estos cálculos, ganarás puntos si tenéis un trabajo estable, ingresos altos y antigüedad en la empresa. Según un informe de Tecnocasa y la Universidad Pompeu Fabra, sólo un 6% de las hipotecas se dan a gente con contrato temporal, frente al 38% que la obtenía así en 2005. El perfil medio actual es de un hombre español, de entre 25 y 44 años, con contrato indefinido.

Hipotecas por el 100%, sólo para gente solvente

Los bancos la guardan para los clientes VIP

Los bancos la guardan para los clientes VIP

En los años de la burbuja inmobilaria, en la que los precios de los pisos estuvieron por las nubes, totalmente sobrevalorados, se dieron hipotecas a mansalva, muchas veces sin mirar si la gente podría pagarla si las cosas se les torcían económicamente, o sabiéndolo de antemano, que es peor.

Además de la cláusula suelo y los estragos del mundo laboral (despidos masivos, EREs, bajadas de sueldo, destrucción de empleo, cierre de negocios…), las hipotecas por el 100% han tenido mucha culpa.

Hipotecas que en algunos casos llegaron al 110% porque en el préstamo se metía el dinero para pagar los gastos de compraventa del piso, comprar un coche, irse de vacaciones, organizar la boda o quién sabe qué cosas que se han estado pagando a millón cuando el Euríbor estuvo tan alto (su máximo fue del 5,39%) y que han ahogado a muchas familias. Se calcula que ha habido 400.000 desahucios durante la crisis, muchos de los cuales han sido de gente que ha terminado con sus huesitos en la calle.

Antes de abrir el grifo del crédito, hace dos años, la banca rescató las hipotecas por el 100% para quitarse de encima el stock inmobiliario acumulado con embargos de promotores, constructores y particulares morosos.

La novedad es que han ampliado esta condición a los pisos que no son de su propiedad, porque se ven en la necesidad de conceder hipotecas para mantener sus ganancias, tras años de no dar casi ni una y porque las que se firmaron hace mucho tiempo se están cancelando poco a poco.

Como parte de esta táctica ofensiva en la guerra hipotecaria, la banca está dispuesta a prestar el 100% del valor del piso en casos puntuales y para gente concreta. Por ejemplo, para los que tienen ahorros o alta capacidad de ahorrar porque sus sueldos son altos, porque ocupan altos cargos en sector público o privado y porque su trabajo es estable y no tienen otras deudas. Gente VIP, vamos.

También porque el piso se tase muy por encima del precio y el banco no elija prestar el 80% del valor más bajo sino del precio de tasación. En ese caso se puede conseguir hasta el 100% del precio del piso o más, siempre que la tasación sea como mínimo un 20% más alta que dicho precio.

Otra posibilidad es que ya tengas un piso en propiedad y pidas hipoteca para el segundo, o bien que tus padres o alguien te avale con su vivienda. Como en este caso el banco puede arramplar con una casa ya pagada si no cumples con las cuotas de la tuya, están dispuestos a prestar más en casos concretos.

Estas excepciones no aparecen en los anuncios, ni webs, ni en los carteles de la entrada. Pero existen, reservadas para gente solvente, y puedes preguntar por ellas si cumples los exigentes requisitos que demandan. Nadie quiere riesgos después de los chascos precrisis.

¿Será la dación en pago una alternativa real algún día?

Por ahora sólo es un bonito sueño

Por ahora sólo es un bonito sueño

La dación en pago tras una ejecución hipotecaria es entregar el piso a banco a cambio de cancelar la deuda. Y ya está, nada más: te marchas e intentas rehacer tu vida como puedas, sin casa pero al menos sin deber dinero.

Actualmente si la entidad bancaria ejecuta la hipoteca, el piso sale a subasta, comprándolo normalmente la misma entidad por un valor muy inferior (40% – 60%) al del mercado.

Después, la entidad sigue reclamando que pagues el resto hasta cumplir con toda la deuda. Algo inviable, súper difícil de conseguir por no decir imposible para alguien que ha dejado de pagar la hipoteca y que, además, se acaba de quedar sin casa. ¿Acaso hay alguien capaz de cumplir con semejante deuda si precisamente ha dejado de pagar el piso porque no tiene dinero?

Para nadie es plato de buen gusto perder la casa y si se deja de pagar, al menos en España con la mentalidad que tenemos, es porque ya se han agotado todos los recursos, se han dejado de abonar otras muchas cosas antes y sólo queda para comer o a veces ni eso.

La dación en pago es algo que se pide mucho desde que estalló la crisis y con ella las ejecuciones hipotecarias que han llevado a muchas familias al desahucio o al borde él, por no poder pagar las cuotas al quedarse en paro, mermar sus ingresos, subir increíblemente la cuota cuando el Euríbor estuvo tan alto…

Los bancos no quieren ni oír hablar de ella porque les supone quedarse con un piso y, según ellos, perder dinero o dejar de ganarlo, porque ya acumulan muchas viviendas procedentes de las inmobiliarias y promotoras que también les han dejado a deber pasta. Están saturados de pisos y les cuesta venderlos, no quieren más.

Actualmente, Bankinter sí que ofrece la Hipoteca Sin Más, a Euríbor + 1,50%, en la que la garantía real, la única garantía si dejas de pagar es la casa. Dación en pago pura y dura. El resto de bancos no quiere saber nada de ello. Aunque el Gobierno ha hecho dos normativas para que las familias con más problemas económicos pudieran acogerse a ella y no perder el piso, en la práctica han sido papel mojado que no han beneficiado a casi nadie.

Si acaso a la banca, que sigue sin aceptar ni aplicar la dación en pago. ¿Será entonces una alternativa real en los próximos meses o años? Ahora que ha habido cambios políticos en las alcaldías de las principales ciudades españolas y que sus partidos incluyen la dación en pago en el programa electoral, quién sabe si podría suceder. Quizá si a nivel nacional hubiese otro Gobierno y éste reformara la Ley Hipotecaria de verdad, no con parches como se ha hecho hasta ahora, podría haber esperanza para el cambio.

Quien lo hiciera tendría que echarle un par y no depender económicamente de préstamos bancarios para financiar su partido ni su legislatura, porque si no los bancos se le echarían encima como lobos vengativos y llorones.

Un nuevo mínimo histórico del Euríbor abarata las hipotecas sin suelo

El Euríbor lo ha vuelto a poner todo color de rosa

El Euríbor lo ha vuelto a poner todo color de rosa

El Euríbor acaba de despedir mayo en el 0,165%, marcando un nuevo mínimo histórico. Era lo esperado, a nadie extraña que el indicador al que están ligadas la mayoría de hipotecas a interés variable en España lleve cayendo varios meses, abaratando los préstamos con cada revisión.

Por tanto, si el banco recalcula tu cuota con el Euríbor de mayo, puede experimentar una bajada media de 20 € al mes, lo que en un año serán 240 €.

La cifra final dependerá de las condiciones de tu hipoteca, al igual que pasa con la revisión semestral. En este caso, la media de ahorro será de unos 10 € mensuales, que suponen 60 € en los próximos seis meses.

Se espera que el Euríbor cierre junio todavía más bajo que mayo, por lo que las hipotecas que se revisen con la cifra de este mes también bajarán, independientemente de que su revisión sea anual o semestral. Las hipotecas con revisión anual bajan más que las de revisión semestral porque el Euríbor estaba más bajo hace seis meses que un año.

Este indicador abarata las hipotecas que no tengan cláusula suelo ni ninguna otra condición de pago mínimo que impida que el banco te aplique el diferencial pactado más el Euríbor correspondiente. Seguirá siendo así mientras los tipos de interés permanezcan en el súper bajo 0,05%, que es casi como conseguir dinero a coste cero.

Con esta medida y la compra masiva de deuda a los países de la zona euro, el Banco Central Europeo (BCE) está poniendo toda la carne en el asador para que el dinero circule hacia los bancos y de estos a la gente, que tiene asegurado un Euríbor bajo al menos hasta septiembre del año que viene, cuando esta operación termine.

A pesar de que el Euríbor baja mes a mes, los diferenciales de las nuevas hipotecas también (ya van por el 1% – 1,30%), en contra de lo pasaba hasta finales de 2013. Para cosechar mayores beneficios, la banca suele aplicar un interés fijo el primer año (a veces más tiempo), bastante superior a la suma del diferencial y el Euríbor actual.

Algunas entidades ya han mostrado su preocupación por unos tipos de interés tan bajos, que según algunos de ellos pueden suponerles pérdidas por dar algunas hipotecas en ciertas condiciones. Por eso la mayoría se niega a pagar intereses a sus clientes si el Euríbor cotizara en negativo, algo que ya ocurre con el Líbor, y la suma de Euríbor más diferencial estuviera por debajo de cero. En ese caso dicen que cobrarán sólo el capital pendiente de la hipoteca, lo que nos supondría financiación sin intereses, o sea gratis.

 

Más de 40.000 ejecuciones hipotecarias en 2014

Hay que protegerse como sea

Proteger a la familia es lo primero

Va a ser verdad que lo primero que pagamos y lo último que dejamos de pagar es el piso. La casa es la casa y con el techo de la familia no se juega.

A pesar de los 4,5 millones de parados, de la espectacular bajada de sueldos para los que han cambiado de trabajo durante la crisis y de la congelación o pérdida de ganancias para los que se mantienen en sus puestos, la mayoría de hipotecas se siguen pagando mes a mes un céntimo tras otro.

Continúa habiendo ejecuciones, aún hay desalojos, pero ya no tantos. Según los registradores de la propiedad, el año pasado se iniciaron más de 40.000 ejecuciones hipotecarias a familias (personas solas, parejas, con o sin hijos…), una cifra bastante baja para el 1,8 millones de hipotecas que se han firmado desde 2007.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) estima que el 80% afecta a viviendas habituales y el resto a segundas residencias, locales o garajes: un espanto igual pero mucho menos traumático que si se trata del piso donde vives.

No obstante, son más de 40.000 dramas que no deberían existir por el sufrimiento y gasto que comportan a quienes los padecen. La parte buena es que no todas las ejecuciones hipotecarias terminan con la gente en la calle.

Algunas procesos se paran y la familia se queda en la casa, bien porque se negocia con el banco, bien porque interviene algún colectivo como la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca), porque el juez paraliza el proceso tras examinar el contrato de la hipoteca y encontrar alguna que otra cláusula abusiva, o porque se encuentra una solución intermedia.

Para que te ejecuten la hipoteca tienes que estar 3 meses sin pagarla. Antes eran 6, pero durante la crisis acortaron el plazo para reducir el número de morosos, si bien yo creo que esta medida más bien lo aumenta. Se dieron muchos casos de impago, ejecución e incluso desahucio desde 2008, especialmente entre quienes compraron el piso cuando los precios estaban más altos, que luego se chuparon unos pedazo de tipos de interés, con el Euríbor en el 5,393% en julio de 2008.

Con los tipos de interés por los suelos (el Euríbor de enero ha cerrado en el 0,298%), todavía hay impagos. Claro: el paro, otras deudas, el paso del tiempo come los ahorros y no todas las hipotecas están libres de cláusula suelo, ni están ligadas al Euríbor ni se firman en euros. El subidón que han pegado las cuotas de las hipotecas en monedas extrajeras fijo que pega un buen bocado a muchas familias.

Los riesgos de ser avalista

Firmar un aval no es un juego de niños

Firmar un aval no es un juego de niños

Cuando alguien viene a pedirnos que lo avalemos, normalmente un hijo, otro familiar, amigo o conocido, lo habitual es que casi sin pensar nos lancemos y digamos . Qué le vamos a hacer, en este país primero actuamos, luego nos arrepentimos y por último pensamos.

Para ser avalista, que es un gesto muy bonito que consigue que nuestro avalado obtenga una hipoteca para lo que quiere comprar (piso, coche, garaje, local…), hay que pensárselo muy bien y, sobre todo, conocer nuestra responsabilidad en el asunto y calcular los riesgos.

Avalar es un marrón, para qué decir otra cosa. No tienes ningún beneficio sobre la propiedad y sí todas las obligaciones de pago si el titular del préstamo no responde ante el banco.

Cuando tu avalado deja de pagar, el banco vendrá a por ti, a por tu sueldo o pensión, tus bienes, tu vivienda... Se llevan todo lo que tienes ahora o en el futuro. No te dejan ni las lentillas puestas hasta que queda pagado el último céntimo, mientras que el titular de la hipoteca se va de rositas.

Por eso los bancos aceptan de tan buena gana los avales, porque se aseguran de que si el titular no paga estás tú en el banquillo con dinerito fresco de reserva.

No serías la primera persona ni la última que se queda en la calle por avalar a alguien. Desgraciadamente es algo que se está viendo mucho a raíz de la crisis. Algunos morosos estaban avalados por sus padres, que pierden su vivienda porque el banco la embarga para pagar el préstamo del hijo/a moroso/a.

Avalar la compra de un piso es un gesto de solidaridad a largo plazo, pues la hipoteca puede durar 10,20, 30 ó incluso 40 años, si nunca se amortizó nada. ¿Y si palma al que avalaste? Da igual. Como las deudas se heredan, te conviertes en avalista de sus herederos. El muerto no te lo quitas de encima hasta que se paga la última letra.

Y ojo, porque esto es una carretera de doble sentido: avalar es un marrón que también se hereda. Si la palmas, tus herederos tendrán que ser los avalistas hasta que quede saldada la deuda. O sea que si el titular de la hipoteca no paga, tus herederos pringan con sus pisos, sueldos, planes de pensiones… presentes o futuros. Por eso hay que pensar en todo y en todos antes de comprometerse a realizar tan noble acto.