El año que acabamos de dejar atrás, 2017, ha sido muy movido en el tema hipotecario y 2018 promete ser la continuación y el año en que todo apunta a que el Euríbor empezará a subir después de dos años en terreno negativo.
El año pasado se condenó por fin a la retirada de la cláusula suelo en el caso de no ser transparente (casi todas por no decir todas las hipotecas en esta situación) y a la devolución de todo el dinero desde que se activó el suelo
Aunque se han devuelto más de 1.800 millones a más de 416.000 afectados, la banca todavía no ha resuelto todos los casos y el proceso que aprobó el Gobierno fue bastante flojo: al final sólo ha tenido un final feliz el 43% de las reclamaciones.
A finales de 2017 también se dio cera a las hipotecas multidivisa, reconociendo que tienen que convertirse a euros y anularse la parte en la que el préstamo va contratado en otra moneda. Se ha empezado a pedir masivamente a la banca la devolución de los gastos de la hipoteca (notaría, registro, impuestos…), cosa que aún no prospera mucho porque la banca tiende a negarse o a recurrir las sentencias en contra. El mayor escollo está en reconocer a quién le toca pagar los impuestos (IAJD), lo más caro con diferencia de todos estos gastos.
En cambio, los afectados por el IRPH no han tenido la misma suerte: el Tribunal Supremo no ve problema en que continúe aplicándose ni lo ve anulable, así que sólo les queda rezar para que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sí opine que es nulo en cuanto un juez o un abogado se lo pregunte.
El lío judicial ha sido tal el año pasado que se crearon 54 juzgados nuevos, uno por provincia, sólo para las denuncias de abusos bancarios. Ahí es na. La necesidad era y sigue siendo tal que el Poder Judicial les ha dotado con más medios y ha prorrogado su existencia. Qué menos con el pifostio que hay montado en tantos frentes abusivos.
El Euríbor ha estado bajando sin parar, encadenando un récord tras otro, hasta sellar diciembre y el año con el que probablemente sea su último mínimo histórico: el -0,19%, una cifra mágica que ha traído un nuevo ahorro a los hipotecados y que probablemente no volvamos a ver salvo que haya otra crisis financiera.
El Banco Popular fue absorbido por el Santander a mitad del año, incluidas sus hipotecas y su oferta, por eso vimos por fin una hipoteca medianamente decente del Banco Popular, la Hipoteca Cereza a Euríbor + 0,99%. Por lo demás, ha habido pocos movimientos en la oferta de nuevas hipotecas a interés variable, donde el diferencial medio se ha estancado en el 1%.
En el tipo fijo ha habido más movimiento: 4 de cada 10 hipotecas ya se firma así y, sobre todo, mucho interés por parte del Gobierno y la banca para que nos hipotequemos a interés fijo, con la excusa de que el Euríbor subirá y, con un interés invariable, siempre tendrás la tranquilidad de saber que pagarás lo mismo, pase lo que pase con el Euríbor.
Y, cómo no, cerramos el resumen del año con el que ha sido uno de los vídeos más virales y memorables, en el que Silvia Charro y Simón Pérez aconsejan el tipo fijo, que luego analizamos, aunque puedes verlo para alucinar y echarte unas risas con lo que nunca debería publicarse ni como supuesta estrategia de marketing, que es lo que defienden que ha sido y lo que siguen justificando a través de nuevos vídeos en supuesta línea con el primero.
Con todo esto, ¿qué nos traerá 2018? El próximo día lo vemos, porque también tendrá bastante tela que cortar y las hipotecas sin vinculación ni comisiones que por fin hemos visto en 2017 es posible que traigan algunas más así entre la competencia.