Salvando los bancos que están devolviendo el dinero del suelo (Bankia, BMN, BBVA), el resto mira una por una las reclamaciones con intención de defender la cláusula a capa y espada, tratando de no pagar o de ofrecer una cantidad menor a la que te corresponde.
Tras agotarse el plazo para responder a las primeras reclamaciones, se espera que los afectados a los que el banco haya mandado a hacer gárgaras o a los que haya ofrecido acuerdos por debajo de lo reclamado vayan derechitos a la vía judicial. También pueden reclamar al Banco de España, lo cual sólo retrasaría 6 meses más el proceso, ya que este organismo, que debería ser mediador y sancionador del mal comportamiento de la banca, en la práctica no lo es.
Según ha confesado el sector financiero, sólo un 25% de las quejas tendrá respuesta positiva. Con un 1,5 millones de afectados eso supone que 1.125.000 sólo tienen la vía judicial para reclamar lo que les corresponde. Es una lástima porque el proceso extrajudicial quiso evitar precisamente esto: el colapso del sistema que ahora se prevé.
Abogados, empleados judiciales y asociaciones temen que todo se retrase más de la cuenta, pues los juzgados ya están bastante saturados con asuntos de todo tipo como para añadirles miles de demandas de la cláusula suelo. Para evitarlo, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) dice que está tramietando la especialización de un juzgado de Primera Instancia de cada provincia para tratar este asunto.
Sin embargo, el sindicato del sector denuncia que todavía no hay nada hecho ni comunicado. Esto será costoso para todos: el Ministerio de Justicia estima que el trabajo de los juzgados se va a duplicar y que nos costará 26,3 millones de las arcas públicas.
Para demorar el asunto lo menos posible, se aconseja que una vez que tengas respuesta negativa del banco, presentes la demanda. El retraso sólo beneficia a las entidades, que nuevamente ganarán años en la devolución del dinero y cuentan con que no todo el mundo demandará por falta de tiempo, de dinero, o por desconocimiento. Estos procesos minan la moral y cansan a la gente, pero no desistas: que el banco no gane, si la cláusula suelo no es transparente y llevas años pagando de más, pide lo que es tuyo.
A tu favor cuentas con sentencia del Tribunal Supremo, que condena el suelo que no es transparente y que hay que devolver todo el dinero, y con doctrina del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Si demuestras que no negociaste la hipoteca y que el banco no te informó bien del suelo, tienes el caso ganado. Cosa diferente es que la entidad rescate correos electrónicos u otra documentación con la que demuestre que sabías lo que firmabas y lo preferías porque la hipoteca te parecía más barata (como está pasando con clientes de Ibercaja) o que demuestre que negociaste la hipoteca, porque por ejemplo consiguieras bajar el suelo.
Es lo que ocurrió con un préstamo de Caja Teruel, en el que el Tribunal Supremo reconoce que el cliente negoció la bajada del suelo y, por tanto, sabía que existía y pudo negociar más, por eso el demandante ha perdido el caso. Es el clavo ardiendo, la tabla de salvación a la que entidades como Popular, Sabadell y Unicaja quieren aferrarse para no quitar el suelo ni devolver el dinero.
Así que, si el banco te da la espalda en la primera reclamación, prepara toda la documentación de la hipoteca y analiza tu caso con un abogado para saber si es viable acudir a la Justicia. Aunque la demanda conjunta hace más fuerza, algunos despachos recomiendan la individual porque tarda menos en resolverse.