La crisis ha disparado las hipotecas urgentes. Prestamistas que se ofrecen a darte el oro y el moro, casi sin hacerte preguntas, pidiendo poquísimos requisitos y en un tiempo récord.
Los prestamistas privados están haciendo su agosto, o al menos intentándolo, al calor del grifo cerrado que los bancos han estado manteniendo sobre su dinero.
Ya se ve cómo algunas entidades han bajado los diferenciales, pero como la mayoría de los bancos siguen siendo muy exigentes a la hora de conceder hipotecas y el nivel socio-económico-laboral de los españoles se ha empobrecido tanto, pues todavía son muchas las personas que reciben un portazo en las narices al preguntar por una hipoteca.
Y como sólo algunos se resignan a no comprarse un piso, pues los hay que van en busca del dinero a otra parte. Aquí es donde entran en juego los prestamistas privados: ese dinero rápido y supuestamente fácil que al final te sale a precio de oro.
Intereses muy altos, del 10% o así, que hacen tiritar al Euríbor + 2%, última tendencia en banca, e incluso a las hipotecas a interés fijo del 8%, que puede ser lo peor que veamos ahora junto con la cláusula suelo. Comisiones por todo, más altas que los hermanos Gasol y más despiadadas que los malos de Disney.
Una financiación que tampoco es para tirar cohetes: que te dejen sólo el 40% o 50% de lo que vale el piso no te soluciona la papeleta. Para eso te vas al banco, que te presta hasta el 80% del valor de tasación o del precio de la vivienda, llegando al 100% si la casa es suya y tiene muchas ganas de venderla.
Pensemos un poco: que un prestamista sólo te pida el DNI, le dé igual tu edad, apenas te haga preguntas y no valore si tu trabajo es estable o cobras más en negro que los sobres del PP, no dice mucho bueno de él.
Otra de sus trampas es que tienes que devolver el dinero en poco tiempo. Al final, 15 ó 20 años es lo que puede tardar una familia en devolver una hipoteca si se le dan bien las cosas y decide amortizar anticipadamente porque se lo puede permitir y le compensa, quizá por desgravación fiscal que aún tenga, quizá para quitarse de en medio tantos intereses.
Pero que de partida el tiempo para devolver el dinero sea 15 ó 20 años puede resultar una soga al cuello. Cuando un banco da dinero a devolver en 30 años es porque si no la cuota que te sale al mes te va a ahorcar. Moraleja: míralo todo con lupa, ojo con los préstamos urgentes, ojo con los prestamistas privados y el dinero que parece rápido y fácil. La hipoteca es para casi toda la vida.