Después de ver qué puedes reclamar al banco y cómo hacerlo, toca especular sobre su reacción, para saber cómo afrontarla y que no nos pille desprevenidos.
Como llevamos una buena racha de condenas judiciales y sentencias lapidarias, podemos anticipar cómo se comportarán el Popular, Caixabank, que tiene las hipotecas multidivisa de Barclays, y Bankinter.
No todos están implicados en la cláusula suelo, pero algunos sí y también en los gastos de las hipotecas, entre otros abusos probados y condenados por los tribunales.
¿Qué cabe esperar entonces? Entre otras cosas, que se nieguen a cambiar la hipoteca y devolver el dinero si no hay sentencia judicial de por medio que les acuse expresamente a devolverte a ti hasta el último céntimo.
Que miren con lupa caso por caso y sólo actúen si se lo ordena de forma firme y directa el Tribunal Supremo. Algunas entidades agotan hasta la última vía, aunque sepan que van a perder. Juegan al desgaste, dejan pasar el tiempo, se escaquean, saben que si te lo ponen difícil hay opciones de agotar tu paciencia y de que te rindas por el camino y no les pidas el cambio a euros o no demandes ante los tribunales, aunque tengas más razón que un santo.
Que se agarren a que cambiaste cualquiera de las condiciones de la hipoteca en una negociación individual porque cambiaste de banco (subrogación) o porque modificaste alguna cosa y firmaste una novación, en caso de que lo hayas hecho.
Que intenten probar que lo tuyo son las divisas y que pilotas del tema, tratando de demostrar que sabías qué firmabas, que sabías que el producto era chungo de narices y que te la jugabas más que con una hipoteca variable… Que sabías que la deuda podía aumentar un 50% y que el capital pendiente se recalculaba constantemente según la divisa… Que, por supuesto, te informaron de toooodo lo que había en el contrato y de tooooodos los riesgos y mandangas de semejante producto complicado hasta para alguien con conocimientos financieros o universitarios.
Que se quejen de que hay una caza de brujas contra ellos, orquestada por las asociaciones de consumidores y los clientes, que quieren sacarles hasta los higadillos, cuando todos sabemos que la historia ha sido al contrario. Dirán que les sale muy caro devolver tanto dinero y subirán, mediante comisiones, tipos fijos o vinculación el precio de las nuevas hipotecas para pagar la factura que les viene encima por los abusos en las antiguas.
Que te ofrezcan un acuerdo a cambio de que firmes un seguro nuevo, un tipo fijo en la hipoteca o un plan de pensiones que no tenías. Quizá también ofrezcan cambiar la hipoteca a euros a cambio de que no les demandes y/o de que no te devuelvan nada del dinero que has pagado de más durante estos años (en muchos casos 10 porque las hipotecas multidivisa se firmaron a tutiplén en 2007 y 2008).
¡¡No firmes nada de esto!! Nunca firmes nada a espaldas de tu abogado, ni nada que no haya aprobado este profesional primero. Pudiera ser que estuvieras firmando al mismo tiempo la posibilidad de no recuperar el dinero o no reclamar más lo que te corresponde.
Menos mal que los abogados expertos en materia bancaria van cogiendo cada vez más experiencia porque los últimos años han sido un rosario de destapar abusos y de condenar cláusulas abusivas en los tribunales. Se las saben todas y aprenden de las reacciones de la banca, que va de víctima, contraataca y desarrolla ruines estrategias para escaquearse todo lo que puede antes de pagar y asumir errores.
Por tener, ya tenemos hasta tribunales específicos para tratar los temas de abusos bancarios, ya que los de primera instancia que se ocupaban de los casos estaban saturados. Estos nuevos también lo están y su futuro está en el aire, pero esperemos que al final les doten del personal que necesitan en lugar de cargárselos, como se estudia hacer.
¿Y qué esperar del Gobierno? Que no haga nada, ya que ni siquiera incluye las hipotecas multidivisa en la nueva ley que se aprobará en breve. Si al final hace algo será porque ningún banco cambia ni devuelve el dinero (o lo hacen muy poco). En ese caso sacará un procedimiento al que la banca se puede unir de forma opcional y que no valdrá para nada. Ya ha pasado con la cláusula suelo. Ojalá me equivoque y os cambien todas las hipotecas y cobréis todo rápidamente, pero la experiencia reciente dice que tocará pelear mucho hasta el final. La sentencia del Tribunal Supremo sólo es un nuevo principio.