De todas las medidas que os comentaba el pasado miércoles, al final, el viernes el Gobierno aprobó un decreto ley -o sea, por sus huevos en plan porque yo lo valgo-, que dice que 961€ del sueldo no nos los pueden embargar para hacernos pagar la hipoteca.
El desGobierno sube esta cantidad un 50% (antes era 641€) y otro 30% por cada miembro de la casa que no tenga ingresos propios, pero la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y la Asociación de usuarios de Bancos, cajas y seguros, que conocemos como Adicae, no están conformes.
Dicen que llevan desde 2009 pidiendo que se haga algo, pero que la propuesta del Gobierno es “tonta y estúpida”. El presidente de Adicae, Manuel Pardos, calcula los embargos se pararían durante los próximos 3 años si el Gobierno y los bancos invirtieran entre 300 y 500 millones €. Ya ha habido unos 300.000 embargos y habrá otro tanto.
Puede parecer mucho dinero, pero resulta de risa si se compara con los 90.000 millones de euros que el Gobierno pensó para salvar a las cajas de ahorros con el FROB (Fondo Ordenado de Reestructuración Bancario), de los que ya se ha gastado bastante.
Por esto y por todo en general, Adicae opina que las (in)felices ideas del Gobierno para salvar a los hipotecados solo favorecen, como siempre, a los bancos.
BBVA no lo ve así, qué raro, y cagao de arriba a abajo por 2 céntimos que puedan perder de los beneficios por alguna medida que ni siquiera se haya pensado, concretado o aprobado, ya está diciendo que “el Gobierno está cediendo a las presiones populistas”. Será populares: esto es España, no Venezuela. Además, yo creía que además de presiones eran reclamaciones justas y necesarias.
El BBVA cree que en España tenemos un mercado hipotecario de referencia -¿mmm?- y que pagamos menos que en otros países. Aparte de que habría que verlo, es que aquí también cobramos menos sueldo que en otros países.
Los bancos quieren proteger a toda costa sus intereses, asín que nosotros muramos pagando la hipoteca, sus cada vez más altas comisiones hasta por toser o cualquier otro crédito. Por eso también dicen que las hipotecas del futuro son menores y más caras.
Pues nada, que sea lo que tenga que ser, ya estoy harta de que nos metan el miedo en el cuerpo. Si al final se aprueba alguna medida, bienvenida sea, pero no podemos seguir así, con pocas hipotecas y ya caras, muertos de miedo por un lobo que dicen que va a venir pero que ya nos ha comido enteros.