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Cómo comprar un piso sin ahorros

Aunque son escasos, aún queda alguno para adoptar

Aunque son escasos, aún queda alguno para adoptar

Aunque parezca una locura, o un sueño -según se mire-, todavía existe alguna forma de conseguir que el banco te preste el 100% para comprar una vivienda. Esto es interesante sobre todo para la gente que no dispone de dinero ahorrado, que aún es mucha, especialmente entre los jóvenes.

Según un reciente estudio, se necesitan por lo menos 12 años para ahorrar la entrada de un piso. Así que, a falta de padres que lo presten o regalen, y a falta de lotería que te toque, saber dónde y cómo puedes optar a un préstamo por el total del piso es una ventaja que para algunos marca la diferencia entre poder comprarse el piso o no, y para otros es una forma de endeudarse menos.

Mientras que antes de la crisis las hipotecas por el 100% se concedieron de forma habitual, incluso a veces por el 110% para meter ahí gastos de compraventa, la reforma del piso, la compra de muebles, las vacaciones o el cambio de coche, luego se han visto como una locura temeraria a evitar.

Para la gente, porque a veces se dieron a personas que no pudieron pagar (y lo peor es que en algunos casos se veía de antemano). Para los bancos, porque se quedaron con pisos que no quieren y pierden clientes.

A pesar de que la mayoría de las entidades sólo prestan hasta el 80% (algunos menos, como el 60% o el 70%, sobre todo si es para segunda residencia), ahora es posible conseguir una hipoteca por el 100% de dos maneras. Una es comprar el piso a un banco, que todavía acumulan muchas viviendas de embargos de morosos, a veces promociones enteras. No sólo te financian la casa sino que además lo hacen, a veces, en mejores condiciones que para el resto.

Para encontrar hipotecas por el 100% sólo tienes que buscar en los portales inmobiliarios de cada banco. Aquí van tres de las más interesantes: Bankia con su Hipoteca de Activos Adjudicados con Euríbor + 0,90%; Santander con la Hipoteca Altamira a Euríbor + 0,99% (1,75% los dos primeros años) a devolver en 40 años, y Popular con la Hipoteca Aliseda a Euríbor + 0,90% el primer año y Euríbor + 1,25% el resto, también con un plazo de 40 años.

La otra opción es tener el perfil económico que todos los bancos quieren cazar, ser un VIP: con un trabajo estable (los funcionarios son los más demandados, aunque también aceptan otros clientes), mucha antigüedad en la empresa, unos ingresos elevados, de más de 3.000 € al mes entre toda la familia, no tener otras deudas y no haber tenido nunca problemas de pago.

Si cumples estos requisitos tienes más opciones de negociar con el banco y de conseguir una hipoteca por el 100% o, al menos, con unas condiciones mucho más ventajosas que para perfiles económicos y laborales más bajos.

Errores a evitar antes de firmar la hipoteca (I parte)

No todo es siempre de color de rosa

No todo es siempre como lo pintan

Firmar una hipoteca es una de las cosas más serias que existen. Hay una casa de por medio, está parte de tu sueldo en juego y si las cosas salen mal las consecuencias son catastróficas.

Uno de los errores más comunes es endeudarse (o pretender hacerlo) por encima de nuestras posibilidades. Para vivir en una casa como la de tus padres tienes que tener la misma posición socioeconómica que ellos, que seguramente han tardado años en alcanzar y que no se tiene a los veintipocos, especialmente en estos tiempos de paro y precariedad laboral.

Ojalá puedas ahora comprar la casa de tus sueños, aquella para toda la vida, pero lo normal es que no y que debas tirar más por lo bajo, en precio y metros cuadrados. Es mejor pagar nuevamente los gastos de compraventa en el futuro, al cambiarte a una casa mejor cuando puedas hacerlo, que arriesgarlo todo por tirar por lo alto y después no poder hacer frente si pierdes el trabajo o sube mucho la cuota hipotecaria.

La mayoría de bancos financian hasta el 80% de la vivienda, llegando sólo al 100% en el caso de que el piso sea de su stock inmobiliario. Para ello debes tener previamente la cantidad que el banco no te presta y contar con que después la cuota de la hipoteca no debe superar el 30-35% de los ingresos totales de la unidad familiar.

Piensa también que ahora el Euríbor está muy bajo y que estás ante las cuotas más baratas que vas a pagar a lo largo de la larga vida del préstamo. Calcula, por tanto, si podrás asumir el gasto si el Euríbor se pone en el 3%, que es su media histórica.

Otro error frecuente es pedir ayuda a la familia y que te avalen por el piso entero. Esta situación ha arrastrado a la ruina a padres que ya tenían su vivienda pagada y han visto cómo su hijo perdía la suya y ellos también. Lo mejor es implicar a la familia lo menos posible y, de hacerlo, asegurarse de que no tendrá grandes consecuencias.

Los avales se heredan y si los padres fallecen el aval a uno de los hijos lo heredarán el resto de los hermanos. Mejor sería avalar por una cantidad concreta de la hipoteca o no avalar en ningún caso, porque si el banco lo pide es porque no tiene claro que puedas pagar y, de ser así, mejor no endeudarse. Las consecuencias son la pérdida de la vivienda y la grandísima dificultad de volver a empezar.

Continuará…

¿Es mas fácil endeudarse ahora que antes?

Esto aún sigue lejos del alcance de muchos

Esto aún sigue lejos del alcance de mucha gente

Según el Colegio de Registradores, la situación actual es más propicia para firmar una hipoteca de lo que lo era hace unos años. Si bien estamos al mismo nivel de hipotecas que en 2003, estamos muy lejos de igualar o siquiera acercarnos a las cifras del boom inmobiliario, entre 2004 y 2009.

Y mejor, porque fueron años locos de préstamos que se volvieron caros por la subida del Euríbor. Un tercio llevaban cláusula suelo, tienen plazos muy largos (o sea más intereses a pagar) y en algunos casos llegaron al 100% o 110% del precio de la vivienda. Por lo menos tenían menos vinculación y comisiones que las ofertas actuales.

La gente que vive  bien ahora es la que tiene una hipoteca de aquéllas con un sueldo de los de entonces, aunque el piso ya no valga lo que se está pagando por él, dada la devaluación (de media un 30%) del precio de la vivienda. Se pueden desgravar la hipoteca en la Renta todos los años y, si no tienen suelo, están pagando las cuotas más bajas de toda su vida presente, pasada y futura.

Precisamente por esa caída en el precio de los pisos dicen que es más fácil que antes endeudarse para comprar un piso. También, dicen los Registradores, porque ha habido una ligera subida de los sueldos, un mayor aporte de ahorros, un alargamiento en el plazo de pago (de media más de 20 años en liquidar la hipoteca), mayor disposición de los bancos a prestar dinero y mejores ofertas con diferenciales más bajos e incluso hipotecas a tipo fijo en el 2%, algo nunca visto que ha supuesto que uno de cada diez préstamos que se firma es a interés fijo. Algo histórico.

No digo que esto no sea así para determinado tipo de gente. Los que mantienen el trabajo en condiciones de las de antes, incluidos los sueldos, porque ahora con menos de 2.000 -2.500 € al mes por familia la mayoría no te presta ni un céntimo. Los que tienen dinero ahorrado, como mínimo un 20-30% del valor del piso. Los que nunca han tenido problemas de pago y no parece que vayan a tenerlos.

Estos son a los que los bancos les ponen ojitos. Pero no podemos generalizar y decir que ahora es más fácil hipotecarse que antes, porque la vivienda en propiedad no está al alcance de todo el mundo. Quedan fuera los jóvenes, que son los principales formadores de hogar y demandantes de pisos.

También quedan excluidas muchas familias mileuristas o monoparentales que con un sueldo o dos no tienen para hipotecarse, y tampoco están los azotados laboral y económicamente por la crisis. O sea que maticemos: es más fácil endeudarse para los que realmente pueden, para los que necesitan ayuda no la hay, porque por no haber ya no hay casi ni hipotecas para jóvenes.

Una cosa es ser prudente en la concesión de préstamos y otra obsesionarse con el perfil y dejar fuera a la mayoría de la gente. Así los bancos no lograrán su tan ansiada cartera grande de clientes, por lo que supongo que se liarán a cobrar comisiones a unos para paliar el impago de otros.

El pueblo donde los Reyes no traen hipotecas

Aún hay lugares para soñar lejos de los bancos

Aún hay lugares para soñar lejos de los bancos

Utópico pero real. Ninguno de los habitantes del sevillano pueblo de Marinaleda tiene hipoteca. ¡Ni falta que les hace!

La culpa la tiene su alcalde, Juan Manuel Sánchez Gordillo, que hasta sale en Wikipedia. Este conocido sindicalista, político y activista de izquierdas es profesor de Historia y cabeza política de la localidad desde hace más de 30 años, cuando salió en las primeras elecciones celebradas tras el Paquismo, en abril de 1979.

En Marinaleda no hacen falta hipotecas porque, llevando la teoría de muchos a la práctica, sus habitantes ocuparon fincas de terratenientes en los años 80 y dedicaron sus tierras al cultivo. Es que en Marinaleda tampoco hay paro. Flipante.

Además de un curro asegurado, si ya llevas unos años en el pueblo te dejan construirte una casa de 90 metros cuadrados sin pagar nada más que los materiales -la ayuda de los albañiles está incluida- y una renta vitalicia de 15 pavos al mes. La mayoría son poco más que mileuristas pero como pagan 180 € al año, que son 1.800 € en 10 años y 18.000 € en 100 años, no les hace falta ganar más para dárselo al banco.

Nosotros ahorrando para la entrada de un pisín lo que los de Marinaleda no pagarán nunca por su casa en toda su vida. A eso le llamo yo un acceso a la vivienda como Dios manda.

En Marinaleda se demuestra que se pueden hacer las cosas de otra manera, que se puede okupar justamente sin endeudarse con el banco, y que los pisos no valen, ni de lejos, lo que pagamos por ellos. Sin embargo, nuestro país y nuestro sistema siguen obsesionados con pagar más por los pisos, que en 2010 solamente bajaron de media un 3,4%.

Ni bancos, ni particulares, ni constructores quieren vender más barato para no perder dinero respecto al precio original. Tienen razón al pensar en que van a perder dinero, pero es que si ellos no pierden algo ahora, los que compremos a estos precios seguiremos perdiendo dinero de por vida. El sistema tiene que regularse, pero nadie quiere aportar nada. Pues si nadie tira del carro, el carro no se mueve solo.

Da mucha envidia (in)sana ver que hay lugares sin ataduras de vivienda, donde con mil pavos eres el rey del mambo. Lo raro no es vivir sin hipoteca. Así viven los que están con sus padres, los que ya terminaron de pagarla, los que se quedaron sin el piso por dejar de pagarla, los que heredan de la abuelita, las habas contadas que pagan a tocateja, los que viven de alquiler o los que ni siquiera tienen casa. Lo raro es que un pueblo entero no la tenga porque no la necesita.

Parece una fábula como Rebelión en la Granja de George Orwell, pero con final Disney. Me encantaría verlo, pero en el capitalismo y lugares más poblados cuesta creer que pueda aplicarse.

VIVIR SIN HIPOTECA ES POSIBLE.

¿Alguien más ha pensado en mudarse a Marinaleda? ¡Si hasta tiene nombre de urbanización pija, aunque sea una comuna con estilo (propio)!