Y vuelta la mula al trigo. Después de que varias sentencias hayan declarado nulas o abusivas algunas prácticas generales o aisladas de los bancos, y tras la reciente sentencia de un juez en Sevilla contra las cláusulas suelo, por abusivas, Adicae sigue dando guerra a los bancos contra estas cláusulas que impiden que un tercio de los hipotecados se beneficien de las bajadas del Euríbor, porque en su día firmaron, muchos sin saberlo, que el mínimo que pagarían (suelo) por mucho que bajara el Euríbor, está en torno al 3% o por encima.
La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) acaba de demandar a 45 entidades financieras por la aplicación de cláusulas suelo, pidiendo que se ilegalicen para que no se puedan volver a aplicar, y que se devuelva a los que las padecen (3,8 millones de hipotecas en 2008) toda la cantidad cobrada injustamente, que Adicae calcula que asciende a 7.000 millones de euros. Ahí es ná.
Adicae, Ausbanc y la OCU, entre otras, son las que más cara están plantando a los bancos y las cajas por la aplicación de estas cláusulas entre el miedo de políticos y gobernantes por contrariar a sus mejores y mayores prestamistas y ante la pasividad del Banco de España, que se limita a proteger a los suyos, las entidades financieras, y que considera lícitas las cláusulas siempre que se informe de ellas.
No es que antes no hubiera timos y ahora sí. Es que hace un tiempo que se están empezando a conocer, empezando a denunciar y empezando a condenar. También pasa que cada vez estamos más hartos, tenemos menos dinero, peores condiciones en los trabajos y nos afecta más la crisis, por eso en 2009 pusimos el doble de quejas contra los bancos. ¡¡Porque estamos hartos de tanta maldad y tanto abuso!!
Las demandas son como los champiñones: van surgiendo de vez en cuando, en algunos sitios muchas, en otros pocas, y de manera aleatoria. Muchas también son flor de un día, que no prosperan o que, si lo hacen, las sentencias favorables a los consumidores pueden ser recurridas y recurridas por los bancos demandados hasta que ya ni te acuerdas qué estabas reclamando, terminaste de pagar o la hipoteca o ni falta que hizo porque te quitaron el piso en el intento de denunciar al banco.
También las cláusulas y condiciones que ponen los bancos con como las setas: hay muchas, proliferan por doquier según la época y algunas, muchas, son tan tóxicas que en cuanto te las tragas, no hay médico buenorro de Anatomía de Grey que te salve.