El Euríbor, ese índice que marca lo que pagamos de hipoteca y que ahora está tan históricamente bajo, se encuentra en el punto de mira desde hace meses.
Aunque se les amenaza con la cárcel si dan datos falsos, se sospecha que algunos bancos mienten respecto al tipo de interés al que se prestarían dinero con otros bancos y eso hace que el Euríbor no sea fiel a la realidad.
A los que tienen hipoteca unida a este indicador les importa porque la cuota se revisa cada seis meses o un año. Ahora que está bajo da más igual, ¿pero a que escuece pensar que se hace con datos falsos cuando está alto? Da sensación de que nos están tomando el pelo a dos manos.
Para hacerlo más fiable, con una elaboración más transparente e independiente, desde Europa se escuchan voces que piden cambios. Y no son cuatro mataos, sino la Autoridad Bancaria Europea (ABE) y la Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM), que han publicado un informe con 10 medidas de emergencia.
Pretenden que el Euríbor ya no tenga 15 tipos sino 7, aunque a nosotros sólo nos afecta el tipo a 12 meses, porque es el que se usa para revisar las hipotecas. Quieren que en el comité de gestión haya miembros independientes, que se verifiquen los datos que dan los bancos y que se realicen auditorías a Reuters, la agencia que día a día lo calcula con lo que dicen 40 entidades.
Antes eran 44 pero algunos como el británico HSBC, el holandés Rabobank -jaja, vaya nombre- y el austriaco Raiffeisen se han quitado de en medio al olorcillo de investigaciones y probablemente para evitar que les pillen con las zarpas en la masa, en pleno falseamiento de datos, lo que les acarrearía sanciones multimillonarias.
¿Pero por qué se les ocurre criticarlo ahora, si el Euríbor se ha calculado siempre igual, desde que se inventó en 1999? Es como si de repente se dieran cuenta de que elaborarlo sobre opiniones y especulaciones de los bancos acerca de los intereses que se cobrarían con otros por prestarse dinero ya no sirviera, porque pueden manipularlas para su interés y beneficio.
Lo cierto es que suena a mamoneo y lo mejor sería calcularlo sobre el tipo de interés real que los bancos se cobran entre sí por prestarse dinero. Quizá quieran cambiarlo ahora porque el Euríbor está bajo y eso no beneficia a los bancos. O por el escándalo con Barclays Bank, que se demostró que inventaba los datos para parecer solvente.
Si ha de servir para algo, que sea para que no nos engañen, aunque mucho me temo que quedará en un brindis al sol, como siempre, para limpiar la imagen de los bancos y no para que el Euríbor siga bajo porque el precio del dinero también lo está.