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La desgravación de la hipoteca no desaparece (por ahora)

Uuuyyyyyysss...

Uuuyyyyyysss…

Resuenan tambores en la desgravación de la hipoteca, esta vez para bien. Si hace un par de meses os contaba los rumores de que el Gobierno podía quitarla para todos, ahora el ministro de Economía, Luis caído de Guindos, ha dicho que no, que la van a dejar como está. Phiu…

¡¡Ma-dre mí-a!! Si se nos habían puesto de corbata. ¡¡Oigan, que con algo tan serio no se juega…!! Menudo globo sonda nos tiraron, diciendo que peligraba esa deducción del 15% de lo que nos han retenido en el IRPF, siempre que hayamos pagado hasta 9.040 € de hipoteca al año y nos hayan retenido hasta 1.356 €.

Habrá reforma fiscal, el Gobierno se va a cepillar un montón de deducciones para ingresar más pasta en Hacienda, pero el ministro Montoro (ay, qué chiquirritín) ha dicho que no quitarán la desgravación de la hipoteca porque está feo hacerlo de un año para otro a gente que ya tiene ese derecho adquirido. Ooooo-leeeee. Es justo lo que yo pienso.

El Gobierno ha recibido muchas presiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), la OCDE y no sé cuántos organismos más para que quite esta desgravación por entender que favorece a los que más ganan, pues más se pueden desgravar, y fomenta una burbuja inmobiliaria, pues estimula la compra y no el alquiler.

Pero seamos honestos: el Gobierno no quiere estimular el alquiler, sólo la compra. Si quisiera cambiar la mentalidad de los españoles tomaría otras medidas, aunque fueran más im-populares que su partido.

Eso sí, mucho me temo que la desgravación es algo que seguirán disfrutando los 5 millones de hipotecas que ahora tienen derecho y se acabó. No parece que vaya a volver ni por Navidad: se quedará en algo vintage, en una moda retro que nos recuerda que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Solamente este año, nos meteremos en el bolsillo 1.785,43 millones € con esta deducción fiscal. Fíjate tú si dan de sí las hipotecas. Y eso que los que firmaron el préstamo del 1 de enero de 2013 en adelante ni la huelen.

Normal que el Gobierno no quiera prescindir de semejante pastizal en las arcas públicas, un pastizal que cada año será menor para nosotros y mayor para ellos porque cada año que pasa se van cancelando muchas hipotecas y disminuye el número de las que quedan con derecho a desgravación.

Tranqui, si este mes o el siguiente escuchas que se ha elaborado una propuesta en la que se recomienda eliminar esta deducción fiscal. En teoría esto se va a recomendar pero la cosa va a quedar ahí, sin materializarse.

¿Para qué entonces nos asustaron con el rumor de que desaparecía la desgravación para todas las hipotecas? Quizá para que, al ver que al final no se hace, digamos ay, qué bueno es el Gobierno, mira, ¡¡esto no lo quita!! En plan dame pan y llámame tonto, ese pan que con el circo-fútbol-salsa rosa nos mantiene entretenidos. Un pan que pretende hacernos olvidar todo lo que sí han puesto de más o han quitado.

La desgravación de la hipoteca peligra de nuevo

Aún está todo cogido con pinzas

Aún es un rumor cogido con pinzas

Que 2014 nos pille confesados. Madre mía… Otra vez están a vueltas con la desgravación de la hipoteca. No… Si al final no se la desgravarán ni ellos.

Suenan fuertes rumores de que el Gobierno se plantea cambiar la desgravación fiscal por hipoteca tal y como la tenemos ahora, que es de máximo el 15% de 9.040 € para quienes hayan comprado antes del 1 de enero de 2013.

Es decir, que si durante el año has pagado o amortizado hipoteca por valor de 9.000 pavos te pueden devolver hasta 1.356 euros de lo que te hayan quitado de IRPF.

Todavía no hay nada cierto, ni confirmado ni desmentido. Esto último es peor porque cuando el río suena agua lleva. Y de este Gobierno no te puedes fiar. Bueno, ¿y de cuál sí? Nada más llegar recuperaron la desgravación para todos y justo dos meses después, acorralados por la Unión Europea, se cargaron la desgravación para los pisos comprados a partir de 2013.

Pero, a ver… ¿No estamos ya bastante quemados y pringados pagando impuestos y otras cosas que decían que  bajarían en 2014 y ya han retrasado a 2015? Pues sí, estamos más quemados que la moto de un jipi.

Pero eso les da igual, sólo quieren trincar pasta y hacer caso a la Merkel, que no ve bien la desgravación. Veamos: la venta de viviendas ha bajado muchísimo, sobre todo de las nuevas. Una grandísima fuente de impuestos en forma de IVA y plusvalía que quieren recuperar por otra parte. ¿Por dónde? Pues a la vista está que cambiando la forma en que nos desgravamos la hipoteca o cargándose la desgravación para todos, incluso los que hayan comprado piso antes de 2013.

Podría ser que estuvieran lanzando un globo sonda, a ver qué tal nos lo tomamos… O quizá lo han filtrado para que nos vayamos haciendo a la idea y, según vean que reaccionamos, nos lo comuniquen oficialmente en determinado momento y de determinada forma.

En España hay 5,2 millones de contribuyentes que se están desgravando la hipoteca, así que imagina qué roto más grande en tantas economías familiares. Para compensarnos y que no nos cabreemos tanto seguro que inventan alguna otra desgravación o cosita menor, algún chupa-chups con forma de chocolate de loro.

Lo único que me consuela es que no habría que devolver las cantidades que ya nos hemos desgravado. ¡Pues sólo faltaba! Y que el IVA para vivienda nueva se plantean subirlo al 21% y esa sería otra forma de trincar pasta sin tocar la desgravación, aunque me parece muy jevi elevar la vivienda a artículo de lujo y no creo que lo hagan.

Radiografía de una triste hipoteca

Por más que seamos únicos, nunca somos los suficientemente buenos para el banco

Por más que tengamos algo único, al banco nunca le parecemos lo suficientemente buenos

Tener una hipoteca hoy en día no es nada fácil y, además, es una mierda.

Si nos dieran a elegir, para tener un piso en propiedad, ¿quién se ataría de manera salvajemente comprometida con un banco -arpía carroñera donde las haya- pudiendo pagar el pisito a tocateja sin intereses? Ni desgravación fiscal ni Niña de los Peines. No se ataría al banco ni el Tato.

El problema es que, aunque la vivienda de segunda mano ha bajado de precio un 1,1% -poco e insuficiente para llegar al ajuste real-, los pisos son muy caros y los sueldos, en general, son muy bajos para pagarlos.

Nuestros padres daban una entrada, pagaban las letras al constructor y a los pocos años, si te he visto no me acuerdo, y a vivir que son dos días, guardando un duro en el calcetín para no pasar penurias a la vejez.

Nosotros no podemos pagar ni la entrada, les entrampamos con avales -los que se dejan- y muchas veces ni podemos comprarlo, porque a los ojos del banco ni los funcionarios son ya suficientemente buenos ni fiables para devolver el dinero. Y como los pisos les salen hasta por las orejas… Pues se niegan a dar más hipotecas para que, cuando dejemos de pagarlas, su torre de ladrillos sea más alta que los rascacielos made in New York.

Lejos quedó, apenas hace cinco años, los tiempos en los que el banco te daba hasta para comprarte el robot de cocina. Ahora la situación se vive con cifras penosas:

- De media, tardamos 18 años en pagar la hipoteca. ¡Y ya me parecen pocos!

- El 75% de las hipotecas tienen cláusulas abusivas. Si crees que la tuya no tiene, ¡háztelo mirar!

- Las hipotecas para compra de vivienda han caído un 75% en enero respecto a diciembre. Tras encadenar cuatro años de caídas, nos podríamos hacer un collar de descensos.

- La construcción… ¿Quién habla ya de la construcción con una jartá de pisos sin vender por todas partes? La licencia para obras nuevas ha caído un 17% en 2010, según el Ministerio de Fomento.

- Quitar la deducción fiscal por compra de vivienda supone que tenemos que pagar un 6,3% más, hasta llegar al 33% de lo que ganamos. Un asco porque en 2010 solo tuvimos que usar el 26,8%.

- El 77% de nuestros ahorros los invertimos en el piso

- Se han comprado y vendido más casas en 2010 que en 2009, el peor año desde que esto se mide, si el año pasado se dieron un 7% menos hipotecas que el año anterior. Aquí hay gato encerrado y huele a chamusquina. ¡¡Chanchullos!!

Somos esa generación de españolitos que estará trabajando hasta los 67 años para pagar un piso que vale la mitad de lo que pagamos por él. De pringaos.