Si tienes la hipoteca con Bankia, te estarás preguntando qué pasa ahora. Puede que firmaras directamente con esta entidad o con cualquiera de las 7 cajas que pasaron a formar parte de ella cuando se creó en 2010: Caja Madrid, Bancaja, Caja Segovia, Caja Ávila, la Caja de Canarias, Caixa Laietana y Caja La Rioja.
Si no tienes hipoteca ni ahorros en Bankia, pero sí en otras entidades, toma apuntes de la situación porque esto puede ocurrir en cualquier otro banco o caja.
Bankia no está ni peor ni mejor que muchos otros porque comparten un panorama que les ahoga con pisos embargados que ahora no se venden, hipotecas que no se pagan y menos dinero en metálico del que deberían para estar saneados y salir adelante.
De momento parece que Bankia no va a quebrar, porque el Gobierno le inyectará entre 7.000 y 10.000 millones € como ya hizo con otras entidades a través del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria). Esto no salvará a Bankia, pero sí ayudará a que no se hunda a medio plazo.
Como es dinero aportado por nosotros a las arcas públicas, podría parecer que nosotros rescatamos a Bankia y, siendo así, pasaríamos a debernos el dinero de la hipoteca a nosotros mismos, y Bankia nos debería el dinero que les preste el Gobierno.
Aunque en la realidad no se considera así, mola pensar que podríamos autoperdonarnos lo que nos queda por pagar al banco del préstamo hipotecario.
No van a cambiar las condiciones de ninguna hipoteca, Bankia está obligada a respetarlas tal cual se firmaron en su día. Lo que hará es intentar cobrar con más ahínco.
¿Y si finalmente quebrara? Tu casa no correría peligro porque tu hipoteca sería comprada junto con los demás préstamos por otra entidad que debería respetar todos los términos pactados y todo seguiría igual que cuando pagabas a Bankia, pero pagando a otro bajo las mismas condiciones porque el contrato que firmaste sigue siendo el mismo.
Esto significa que, aunque Bankia se fuera totalmente al garete, tampoco dejarías de deberle dinero ni la hipoteca se cancelaría automáticamente. Al comprar sus deudas otra entidad, el dinero se lo deberías al nuevo propietario de las hipotecas, que se esforzaría mucho más para que le pagaras.
Si se te ha pasado por la cabeza cambiar la hipoteca de banco porque no te fías, puedes intentarlo pero ya te adelanto que es chungo. Y no porque a Bankia le vaya mal sino porque, con los tiempos tan malos que corren para los hipotecados, los bancos están poco propensos a aceptar hipotecas de otros clientes que no sean los que ya tienen. Necesitan dinero de los ahorradores, no deudores ni más préstamos.
Deberías demostrar que llevas por lo menos 5 años pagando religiosamente la hipoteca y que podrás seguir así todo lo que hiciera falta. Aún con esas, no estaría de más rezar a cualquier santo que tradicionalmente te haya escuchado o ponerte la ropa interior de la suerte cuando vayas a proponerlo al nuevo banco.
Por lo demás, estate tranquilo/a, aunque se hunda el país, ¡la hipoteca se sigue pagando igual que siempre!