Quien firma una hipoteca hoy en día los tiene más cuadraos que el caballo de Esparteros. Aunque la susodicha no tenga cláusula suelo, los bancos se las arreglan para encalomarnos los mismos intereses o más que si pusieran suelo a la hipoteca.
La clave son los altísimos diferenciales que van a hacer flipar a más de uno cuando en vez de Euríbor + 3% = 3,5% que está pagando ahora, empiece a pagar un 6% u 8% de interés porque el Euríbor haya subido al 3% o al 5%.
Los pisos han bajando de precio un 30% y se espera que bajen otro 30%, pero como los sueldos también están por los suelo, la caída del coste de la vivienda no se compensa.
Por eso, el que quiere y puede paga el piso a tocateja. Que más de la mitad de las casas se compran en estos tiempos al contado, sin que medie ninguna hipoteca, es un dato significativo que habla por sí solo.
Y me imagino que los que sí las firman son porque tienen condiciones mejores que las que he comentado, porque por sus huevos que se tienen que comprar el piso ahora o porque no han medido las consecuencias.
Aunque parezca extraño y raro-raro-raro, hay gente a la que sí le están dando hipotecas. ¿Por qué? ¿Qué tienen de especial que no tengamos nosotros? ¿Qué tipo de préstamos? ¿Quiénes son… Extraterrestres? Pues nooooo, pero lo parecen.
Unos son funcionarios. Claro, claro, ¡¡acabáramos!! Personas que aún conservan un sueldo digno en proporción al resto y que, por mucho que les estén tocando lo que no suena con tanto recorte, aún tienen más camino por recortar que los de la empresa privada, que no reciben ni los buenos días. El colmo es que hay entidades con hipotecas especiales para funcionarios, con mejores condiciones que para los que no lo son.
Otros suertudos son los que conservan o consiguen un contrato indefinido y ya ni te cuento si llevan en la misma empresa más años que Matusalén. Estos también les dan buena espina a los bancos, que dan el 80% de sus préstamos a personas con trabajo estable, aunque el término indefinido haya pasado a significar hasta cuando la empresa quiera o hasta que el ERE nos separe.
Si te encariñas con un piso del banco, mucho mejor si es del banco malo llamado Sareb, tus probabilidades de que te den la hipoteca aumentan al mismo ritmo que mejoran sus condiciones. Es alucinante entrar en las webs de las entidades financieras y ver cómo los préstamos para sus pisos son diferentes, el doble de buenos que los otros. Pero así es la vida, ellos marcan las reglas de juego y nosotros acatamos. Ameeeeeen.