Acabamos de ver que la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) ha abaratado inesperadamente las hipotecas en libras esterlinas, porque esta moneda ha caído frente al euro, que no atraviesa tampoco precisamente uno de sus mejores momentos, dado que la economía europea no termina de despegar tras la crisis.
Precisamente el debilitamiento del euro, frente a la subida del dólar, el yen o el franco suizo, ha supuesto que quienes firmaron hace 10 años una hipoteca multidivisa pensando que ahorrarían con respecto a una hipoteca en euros, ahora tienen un préstamo varios miles de euros más caro que lo contratado en su momento.
Es lo que tienen las hipotecas multidivisa: la cuota fluctúa según la moneda en la que están firmadas. Si el préstamo es en francos suizos y el franco sube, la deuda también aumenta. Si la hipoteca es en dólares y el dólar baja respecto al euro, la deuda disminuye.
Lo que ha pasado, mayoritariamente, durante estos años es que el euro está flojo y más débil que las monedas en las que se firmaron estos préstamos, que en su mayoría fueron yenes (46%) y francos suizos (52%), según la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin).
De ahí que las aproximadamente 70.000 hipotecas multidivisa que Asufin calcula que hay en España, hayan aumentado su deuda unos 200.000 euros. Para solucionarlo sólo hay dos vías: una es que el euro se fortalezca frente a la divisa en que está el préstamo, cosa poco probable ahora o en los próximos años. Mucho valor tendría que ganar, además, para que se revirtiera la situación por completo.
La otra solución pasa por la vía judicial, ya que por las reclamaciones ordinarias al Servicio de Atención al Cliente (SAC) de los bancos y al Banco de España no se está consiguiendo más que dar la tabarra. Lo que pasa es que el camino de los juzgados es largo, caro, tedioso e incierto. Quizá por eso solamente un 2% de los afectados reclama ante los tribunales.
El número de demandas es una cifra insignificante frente al total de contratos en estas circunstancias, aunque se nota que cada vez se anima más gente. Mientras que en 2014 hubo 35 casos ante la Justicia y en 2015 aumentaron a 50, ya hay 59 demandas en lo que va de año.
La esperanza aumenta cuando se ve que el 80% de las resoluciones de este año han sido favorables a los clientes, frente al 64% del año pasado y al 53% de hace un par de años. Bankinter es la entidad con mayor número de demandas, seguida de Catalunya Caixa y Banco Popular; entre las tres acumulan el 80%. La mayoría se concentra en Madrid y Cataluña, donde hay más sentencias positivas para los clientes.