Que los bancos pusieran más difíciles las cosas a la gente para darles hipotecas hizo que algunas personas se plantearan o ya hayan recurrido a otras empresas para obtener el dinero.
Afortunadamente ya no es tan difícil conseguir una hipoteca como lo fue entre 2010 y 2014, ni tampoco es tan caro, pero la crisis ha dejado a buena parte de la sociedad empobrecida.
En España, más de 12 millones de personas no llegan ni a mileuristas, entre los que hay trabajadores, pensionistas y parados.
Ganando menos de mil euros y teniendo que destinar como máximo un tercio de los ingresos a la vivienda, estas personas no pueden pagar más de 350 € por un piso, algo casi imposible. Por ese precio como mucho alquilas una habitación en piso compartido, y a veces ni eso.
Como los bancos siguen pidiendo bastantes papeles para estudiar tu perfil y ver si te dan o no el préstamo, y como siguen teniendo ciertas exigencias mínimas, con la crisis han surgido empresas que te dan créditos rápida y fácilmente. Y no me refiero a que te dejen 3.000 euros para tapar un agujero, que también lo hacen, sino a que financian cantidades más altas, haciendo pocas preguntas, pidiéndote sólo el DNI y consiguiéndote el dinero en pocos días.
¡¿Pero cómo puede ser esto?! Porque son prestamistas privados, empresas que ganan mucho y, aunque parezca lo contrario, se arriesgan poco. No dan hipotecas por más del 40% de lo que vale la vivienda. Prefieren que ya tengas una casa pagada o que te quede poco para terminar con tu hipoteca actual.
Los intereses son escalofriantes: del 10% en la mayoría de los casos, que a veces se llega al 20%, como si fuera un préstamo personal. Y ya me dirás cómo haces frente a eso, si precisamente acudes a esta gente porque el banco te ha descartado. En el mejor de los casos, una entidad tradicional sólo te hace pagar Euríbor + 1% y algunos seguros y otros productos a cambio de darte ese diferencial. Una cosa cara que parece barata ante tanto abuso de estos otros pájaros.
Es mucho más fácil conseguir una de estas hipotecas exprés, pero corres el riesgo de dejar de pagar en cuanto te cambie un poco la situación económica, por no hablar de que te sale muchísimo más cara. Y como tienes que poner la casa como garantía, en cuanto no pagues la empresa ejecuta la hipoteca -como un banco-, embarga la vivienda, la subasta y te pide el resto del dinero hasta que devuelvas todo lo que te prestaron.
Incluso puede darse el caso de que des con alguna empresa pirata, que no redacte bien las condiciones, que te suponga problemas, que no cumplan con las normas europeas del crédito… Si al final recurrieras a ellas, cosa que te desaconsejo totalmente, tienes que asegurarte de que no te timan, pregunta al notario si todo está correcto en el contrato. O te la puedes liar buena y quedarte con ganas de gritar ¡¡que viva la banca y la madre que la parió!!