Continuando con el artículo del miércoles, aquí van consejos prácticos a tener en cuenta antes de hacerse con una vivienda.
Si compras sobre plano exige documentos que certifiquen por escrito todo lo que te prometen y recibos de las cuotas que pagas antes de recibir la vivienda.
Sobre las cooperativas sólo he escuchado malas experiencias, de juicios, retrasos y timos, así que yo me abstendría y miraría sólo pisos de bancos, de particulares o de promotoras y constructoras solventes, conocidas y de gran trayectoria.
Ahora que Hacienda no me oye, suele ser habitual pagar una parte del piso en negro. Para hacerlo, la vivienda se escritura en menos dinero del que se vende.
Pero hay que tener cuidado de que la cifra no cante demasiado a Hacienda cuando la revise. Los notarios suelen hacer la vista gorda, salvo que la cantidad sea demasiado baja. La entrega del dinero se suele hacer el mismo día de la compaventa, antes o después de la visita al notario.
Es mejor que el piso sea completamente exterior y, en caso de estar en un edificio, que esté en un piso alto, si bien es mejor evitar los últimos pisos o áticos en viviendas construidas hace muchos años o no remodeladas, porque suelen dar problemas de humedades por mal aislamiento.
En las fincas con ascensor los pisos más valorados son los más altos, mientras que en edificios sin ascensor las viviendas más valiosas son las primeras. Pregunta al vendedor si el edificio ha pasado la ITE (Inspección Técnica de Edificios) o de si hay alguna obra pendiente en la finca.
Pregunta al vendedor si tiene alguna derrama vigente (o se prevé) y exígele un certificado de que está al corriente de pagos con todos los suministros, incluida la comunidad de vecinos para que no te deje deudas pendientes. Al asumir tú la titularidad de la vivienda también deberás llamar a los proveedores de luz, gas, agua, etc, para cambiar el titular de los servicios y dar un número de cuenta donde domiciliar los recibos.
También es importante pedir una nota simple al Registro de la Propiedad para comprobar que la casa está libre de cargas. Si compras mediante hipoteca, la gestoría que contrate el banco lo hará por ti. Así te aseguras de que no compras propiedades con hipotecas pendientes.
El IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) del año que se vende el piso lo paga el dueño de la vivienda, teniéndote tú que hacer cargo desde el año siguiente. Hay que dejarlo todo bien atado para que ningún cabo suelto te amargue el inmenso placer de comprar y estrenar la casa que tanto deseas.