La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo acaba de cargarse uno de los súper poderes más útiles que tenían los notarios: el de anular hipotecas si veían cosas feas o irregulares como cláusulas abusivas u otro tipo de asuntos que descompensaran la relación entre bancos e hipotecados. Esto les facultaba también para otras cuestiones que no tuvieran nada que ver con las hipotecas.
Hasta ahora, hipoteca que caía en manos de un notario, que debe revisarla de arriba a abajo antes de la firma, hipoteca que se podía anular o modificar si el notario veía algo ilegal o abusivo.
Como notarios y registradores de la propiedad están picados de toda la vida y se miran mutualmente con lupa y de reojo para que unos no pisen funciones a los otros, o para que no tengan más poder que los otros, pues los registradores reclamaron por vía judicial que los notarios pudiesen tirar para atrás o anular cualquier operación hipotecaria.
Esta capacidad les venía de los últimos tiempos del Gobierno de Zapatero, en el que la por entonces ministra de Economía, Elega Salgado, aprobó una orden ministerial que les autorizaba a controlar la legalidad de todo lo que pasaba por sus despachos.
El Supremo ahora les retira esta facultad, no porque no puedan tenerla, sino porque una orden ministerial le parece insuficiente para otorgarles semejante poder, que pueden recuperar si la gestión se realiza por otro carril. A saber, éste es: se aprueba una ley en Consejo de Ministros y luego llevarla al Congreso para su aprobación.
Para una cosa buena que habíamos ganado y la perdemos… Pero no perdamos la esperanza, pueden recuperar esta facultad si el nuevo Gobierno, que lo mismo se forma para verano si finalmente se repiten las elecciones, propone una ley que se apruebe en el Parlamento.
La buena noticia es que otras atribuciones que tenían los notarios las mantienen. Me refiero a asesorar a los ciudadanos sobre lo que están firmando y advertirles de que puede no ser legal o bueno para ellos. En el caso de las hipotecas, se puede ir desde tres días antes de la firma del contrato a hablar con el notario sobre lo que va a firmar con el banco, para recibir información sobre todo el documento y el proceso. O sea que sus honorarios incluyen que le interrogues sobre todo lo que quieras, desconozcas o te preocupe antes de firmar la hipoteca.