¿Te acuerdas de cómo eran las cosas en 1992? La Expo de Sevilla, las Olimpiadas de Barcelona con las Infantas babeando porque su hermano llevaba el estandarte español, los sueldos eran en pesetas, aún no nos escandalizábamos del look de los 80…
En 1992, la Asociación Hipotecaria Española (AHE) empezó a calcular mes a mes cuánto dinero nos habían prestado los bancos en hipotecas para la compra de vivienda. Ha llovido casi durante 20 años desde entonces y, fíjate si están mal las cosas, que desde entonces no se ve una caída tan gorda como la que se ha registrado en el mes de marzo de este año.
Y es que justo hace dos meses, el dinero que la banca nos tiene prestado en hipotecas ha bajado un 3,06% respecto a marzo de 2010, en lo que ya es la mayor caída de la Historia. En total, les debemos 1,061 billones €, mucho más a las cajas que a los bancos, pues suelen ser más rumberas prestando.
Es una bajada muy grande, que no hace sino constatar que los bancos no sueltan los dineros ni aunque se vayan a hundir con todos los ladrillos de los pisos que han embargado consiguen vender a duras penas. Ni quitando la desgravación de la hipoteca, ni subiendo el IVA, ni Piticlín que lo fundó.
Los bancos son 100% contrarios a la dación en pago, es decir, a que les demos el piso para cancelar la hipoteca, olvidándonos del problema y quedando en paz sin deberles un euro.
Es más, las entidades financieras tienen el morro de decir que si lo hiciéramos tendrían pérdidas y las escasas hipotecas que nos dan serían en aún menor cantidad y con peor calidad: con mayor esclavitud y requisitos más exigentes).
Y sin embargo… Sin embargo, a la desesperada, sí que están aceptando el piso a cambio de cancelar la deuda hipotecaria a los extranjeros que, residiendo en España, se han quedado sin trabajo, han agotado prestaciones, no tienen recursos, no tienen familia aquí y desean volver a su país. Con tal de cobrar y no sumar un piso a la colección, lo que sea.
Luego, la dación en pago es posible. ¿Lo acabarán haciendo con los españoles? ¿O es que nos tenemos que ir a pedir a la calle para que así sea? Mientras crean que se pueden quedar con el piso y seguir sacándonos los cuartos amparados por la ley, nos van a dar cordera.
Muchos se sostienen gracias a esa gran organización benéfica que es la familia, pero todo tiene un límite. O si no que se lo digan a los que están protestando en las plazas de las ciudades de toda España.
Ya decía yo que no nos estábamos echando a la calle. Con tres años de retraso, pero mi enhorabuena a los que duermen en el asfalto para protestar sin ser manipulados.
Sin casa, sin hipotecas, con deudas, con estudios, sin trabajo y sin esperanzas de cambio, no nos queda otra que protestar y rezar a las urnas para que nos escuchen.