La estadística de julio revela que el 24,4% de las hipotecas se constituyeron a interés fijo. Es casi una de cada cuatro, la cifra más alta desde que se empezó a medir en 2006, y que deja el tipo variable en un 75%, y eso que de siempre fue el más utilizado, nunca por debajo del 92%.
Los bancos saben que los tipos de interés van a estar muy bajos, en negativo o en torno a cero, pero promocionan a troche y moche las hipotecas fijas, aconsejando a los clientes que es lo que les interesa.
Se les mete el miedo en el cuerpo, amenazando con que subirán los tipos de interés y, en ese caso, es mejor tener las espaldas cubiertas. Lo que no se dice es cuándo subirán y que, mientras tanto, están pagando más.
Para que una hipoteca a tipo fijo salga barata respecto a una variable, el Euríbor debe estar tanto tiempo alto como previamente estuvo bajo, para compensar el dinero pagado de más, y después mantenerse más alto que Euríbor + 1%, diferencial competitivo que se puede conseguir ahora. Hoy por hoy la previsión es que esto se consiga por lo menos 15-20 años.
Por el momento, a quien más interesa el tipo fijo es a la banca, que compensa las pérdidas por la eliminación masiva de la cláusula suelo y el Euríbor bajo. Sabe que este indicador será negativo al menos un año más y que estará en torno a cero o un poco por encima hasta 2019. Con el tipo fijo la entidad se asegura los ingresos que va a perder con las hipotecas variables, tanto las que tienen los diferenciales actuales del 1% como las anteriores a la crisis, por debajo de esta cifra.
Los bancos seguirán guiando a los clientes hacia el tipo fijo con el miedo a que suba el Euríbor, mientras que por otro lado saben que los tipos de interés en Europa estarán bajos durante años, como ocurrió en Japón durante dos décadas o como pasa en Estados Unidos desde hace años. Es cuestión de tiempo que la mitad de las hipotecas firmadas sean a tipo fijo. Los bancos prefieren tener asegurado un 2% o 3% de interés antes que el 1% que les proporciona una hipoteca variable con un diferencial similar y un Euríbor ridículamente bajo.
El colmo es que algunas de las hipotecas que se promocionan no son del todo fijas, son mixtas, lo que supone un interés fijo los primeros años y variable cuando empiece a interesar fijo porque suba el Euríbor. Si la hipoteca fija para pocos años es una mala opción, la hipoteca mixta es aún peor.
Aunque se supone que el tipo fijo es sinónimo de tranquilidad porque siempre sabrás la cuota a pagar y evitarás subidas indeseadas por el Euríbor, actualmente es un riesgo. Te juegas estar pagando más durante un tiempo largo y que, al final del préstamo, te salga comido por servido o que hayas abonado más y no fuera rentable.
Algunas de estas hipotecas de julio son hipotecas anteriores que han cambiado sus condiciones, sobre todo aquellas que tenían cláusula suelo y a las que el banco les ha ofrecido un interés fijo a cambio de eliminarlo y abaratar algo la cuota, si bien no se ahorra todo lo que se podría si hubiera diferencial más Euríbor.
Hemos pasado de la cláusula suelo a la cláusula cero, que compromete al banco no pagar nunca intereses al cliente, y de ahí a la hipoteca fija. Siempre hay que leer las intenciones de los bancos: que promocionan el tipo fijo, es porque interesa el variable… Que promocionan el suelo, es porque no interesa… Y así siempre.