Después de muchos dimes y diretes, el Gobierno tiene lista la reforma de la Ley Hipotecaria. Llevamos meses viendo noticias sobre los cambios que vaa traer esta Ley del Crédito Inmobiliario: que si no podrá haber vinculación forzosa, que si se reducen las comisiones por amortizar anticipadamente (pagar parte de la hipoteca antes de tiempo) o cancelar (terminar de pagar el préstamo)… Entre otras cuestiones.
Esta ley trae muchos cambios y cae, de pie y como agua de mayo, en un sector hipotecario lleno de conflictos y abusos, motivo por que, aunque algo tarde, por fin se modifican las reglas del juego.
En primavera, el Gobierno dijo que primero quería hablar con otros partidos políticos para consensuarla. Ya sabemos que el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, no cuenta con mayoría absoluta y, para cualquier cosa que quiera aprobar en el Congreso, debe contar con el apoyo de otros grupos parlamentarios. Así también ganaba tiempo para aprobarla más tarde…
Después llegó el verano y dejaron la aprobación para septiembre, pero con todo el revuelo que se ha montado en Cataluña, seguramente el Gobierno esté esperando a que esto baje su intensidad o termine. Además, se han puesto en marcha juzgados para cláusulas abusivas, que dictan un 99% de sentencias contra los bancos, y lo más probable es que el Ejecutivo estuviera esperando ver hacia dónde se decanta la Justicia.
Igual que seguro que está aguardando a que se conozcan las sentencias y opiniones del Tribunal sobre el IRPH y sobre las hipotecas multidivisa; ambas están al caer. Precisamente respecto a estas últimas, la nueva Ley dice que se podrán pasar a euros sin penalización ni coste extra.
A Rajoy le pega esperar… Esconderse, agazaparse detrás de un gabinete de prensa que se debe de estar volviendo loco por la poca intención del presidente de comunicarse, o es que directamente son como él. Si no no se entiende esta falta de comunicación general que hay con todo.
Para mantener vivo el asunto y dar algo de información, el otro día dijo el ministro de Economía, Luis de Guindos, que el Gobierno espera llevar esta ley al Consejo de Ministros “en las próximas semanas”. Es como decir: que sepáis que no estamos haciendo nada por ahora, pero que no se nos olvida que esto está pendiente, chavales.
Una vez lo aprueben en Consejo de Ministros, la nueva ley irá al Parlamento para su votación. Se pueden tirar también otras semanas o meses discutiendo enmiendas, aunque se supone que el Gobierno ya debe tener todo bien habladito por detrá, para saber con qué apoyos cuenta y no eternizarse en su aprobación.
Esta ley es necesario cambiarla para adecuarla a los tiempos que vivimos, para proteger más a los consumidores y menos a la banca. La Ley Hipotecaria que actualmente rige el mercado es de 1946. Uuuuuufffff… Muy antigua… Hace falta actualizarla para defendernos de los abusos sufridos como la cláusula suelo, el IRPH, los gastos de la hipoteca, los elevados intereses de demora, la cláusula de vencimiento anticipado y las hipotecas multidivisa, entre otras joyas. Las hipotecas de 1946 y las de los últimos 20 años no tienen nada que ver. Esta Ley llega tarde en todo.
La lástima es que ha tenido que estallar en gordo lo de la cláusula suelo, con sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y tres sentencias del Tribunal Supremo, para que el Gobierno haga algo. Y cómo no… Lo que ha preparado no es suficiente para protegernos frente a la banca y evitar que se cometan abusos, imponiendo condiciones que son dañinas para las hipotecas y de las que no se informa nada o se informa de forma deficiente. Son cambios, sí… Algunos buenos, sí… Pero insuficientes para defendernos y para erradicar los abusos bancarios.