Como los desahucios han aumentado un 250% con la crisis, la especulación inmobiliaria ha resucitado en forma de inversores buitre que compran pisos de gente a la que se los van a embargar, para luego venderlos y sacar dinero con la operación.
No son necesariamente multimillonarios, pero sí gente con pasta que para invertir y ganar dinero está comprando a tocateja los pisos de familias con deudas, que prefieren malvender antes que entregárselo al banco y encima seguir debiéndole dinero.
Estos inversores, que se ganan la vida de manera legal pero nada ética, insisten en comprar el piso por la mitad de su valor, lo que pocas veces cuela. Otras, le ofrecen un 20% menos de lo que vale y luego ellos lo venden por un 20% o 30% más.
Pueden ganar decenas de miles de euros en un año, o perder algún que otro dineral también, pues una de las fórmulas es ofrecer un adelanto de dinero al propietario, que sigue conservando su piso, con el compromiso de que se lo venden en un mes y, si no lo consiguen, el dueño se queda con esa señal que puede estar en torno a los 10.000 pavos.
Algunos de estos buitres son los mismos que ya especulaban cuando se reventó la burbuja inmobiliaria, tuvieron que dejarlo y han vuelto a las andadas. Otros nunca lo han dejado y otros vienen del sector del ladrillo tras haberse quedado en paro.
Su mayor competencia son los bancos, que tienen la llave de muchos pisos embargados y la de la hipoteca necesaria para que alguien los compre. Su mayor riesgo, comprar un piso al que no le dan el pase (no consiguen venderlo), como dicen en la jerga inmobiliaria.
Es la nueva especulación post-burbuja. Parece que en España no se sabe vivir sin especular con algo tan básico y fundamente como la vivienda. Esto debería estar prohibido y es fácil de perseguir porque suelen poner anuncios por internet o en plena calle.
Los que no quieren caer en las garras de estos buitres o en las de los otros buitres que son los bancos, tienen otras opciones. Una es negociar con el banco alargar el plazo de la hipoteca para abaratar las cuotas. Pagando menos durante más tiempo se puede salvar el piso del embargo.
La entrega del piso a cambio de cancelar la hipoteca (dación en pago) es una opción legal que muy pocos bancos están aceptando, que sí están apostando más por dejarte un tiempito sin pagar, refinanciar todas tus deudas e incluso ayudarte a vender el piso a otro porque embargarlo ya se ha convertido en un marrón tremendo.