¿Alguna vez has fantaseado con la desaparición del Ministerio de Vivienda porque no hace nada de nada, solamente gasta y no aporta? Pues únete al club y lee atentamente.
El Ministerio de Vivienda es un invento socialista que Zetapé puso en marcha en 2004 cuando los atentados del 11-M le dieron la presidencia con más susto y sorpresa que capacidad real para hacer las cosas.
Es bonito tener paridad siempre que no sea para hacer el paripé, y también es bonito tener un Ministerio de Vivienda para solucionar uno de los problemas que nos acucian más incesamente: el acceso a un hogar digno a un precio asequible y razonable, pero solo si se sabe gestionar y se saben hacer las cosas.
Lo cierto es que, lejos de ser útil, este misterio de Ministerio no le gusta a nadie: ni al pueblo llano que se cachondea de él, ni a la oposición, ni a los sindicatos. Y mira que es poco sospechoso que todos estos grupos nos hayamos puesto de acuerdo… Cuando el río suena, agua lleva.
El sindicato CCOO (Comisiones Obreras) ha pedido que se elimine por “la absoluta incapacidad” de la ministra y porque ha reducido un 19,1% el presupuesto de este Ministerio para 2011.
Si no es por una cosa, es por otra. ¿Cuántos han pedido ya la supresión de esta cartera? ¡¡Demasiados!! Son tantos que cualquier día dejará de ser noticia que alguien lo pida. Lo han pedido en el Congreso y hasta en el Senado, pero el PSOE se hace tan sordo como la abuela del anuncio de la fabada (incluso pone la misma risita al hacerlo).
El clamor es tan alto, público y notorio que, si yo fuera Corredor, saldría corriendo. En cambio ella ha dicho que “para eliminar el Ministerio de Vivienda hay que ganar unas elecciones”. ¡Al menos es consciente de que queremos cargárnoslo! Si estuviera segura de su trabajo, no haría estas declaraciones.
La idea de tener un Ministerio de Vivienda era buena y su propósito, noble. Sin embargo no ha sabido encauzarse en ningún momento, el acceso a la vivienda no ha mejorado y la protección a los ciudadanos en esta materia, tampoco. Si acaso han mejorado los bancos, que le están entregando los pisos que les sobran para que la SPA (Sociedad Pública de Alquiler) los alquile y les quite el marrón de encima.
Según la minifistra, suprimirlo solo ahorraría 700.000 euros al año. Qué poco, mira que me extraña, yo creo que más bien serán unos 1.300 millones €, que es su presupuesto.
Lo que se ahorrara podría destinarse a construir viviendas sociales, a hacer que las ayudas realmente nos lleguen o a garantizar que realmente tenemos el acceso a la vivienda que merecemos y reclamamos.